Can't Help Falling in Love - Intenabo

Capítulo 18

"Only you"

5:00 am

Era hora de despertar, estaba consciente pero con los ojos cerrados aún cuando su despertador no había sonado, no quería pararse, hoy no, hoy quería ser un vago que tomaría 2 horas más de sueño sin importarle la rutina o el trabajo, en primera porque le dolían la espalda y los hombros por haberse dormido así de torcido, en segunda, porque no quería romper ese acercamiento que estaba teniendo con el rubio, y en tercera, porque tenía miedo de que sus últimos recuerdos de la noche anterior hubiesen sido sólo un sueño o producto de su imaginación.

Sabía que el dolor en su cuerpo era por la posición tan incómoda en la que decidieron dormirse, sabía que tenía en brazos al ojiazul, sabía que ese peso en el pecho era porque el chico se recostó sobre él, pero ese miedo irracional seguía ahí, y no podía desaparecerlo.

Abrió los ojos, aún temeroso, pero después de ver borroso por unos instantes y de pestañear para intentar aclarar la vista, fue que bajó su vista y esa tensión que tenía pudo relajarse al ver que, efectivamente, su brazo estaba rodeando el cuerpo del rubio.

Así que, no había sido un sueño, realmente todo lo que recordaba había sucedido, desde el Whisky, las conversaciones, hasta el beso y dormirse juntos. Que si le preguntaban sobre eso último, se reprendía mentalmente a su yo ebrio por haber elegido dormirse así, no con el rubio en brazos, sino, torcido en un sofá.

No había pasado por su mente que Fred se acostaría sobre su pecho, él pensó que el chico se iría a dormir a la habitación de huéspedes, y lo entendería a la perfección si hubiese hecho eso, más que nada por comodidad, para quitarse el pasamontañas y dormir en condiciones, si para eso le había sacado el conjunto de ropa.

No mentiría, le llenó el corazón y le tomó por total sorpresa que el rubio prefiriese dormir con él, le hacía pensar que el chico se sentía cómodo con él aún si eso significaba dormir con pasamontañas, pensar en ese acercamiento tan íntimo por iniciativa del rubio lo emocionaba.

Pero coño, si hubiese estado en mis cinco sentidos, me lo llevo a la habitación y dormimos ahí, que la espalda me mata.

Subió su mirada aún adormilada, no sin antes afianzar un poco más el agarre que sujetaba al rubio por el abdomen, y llegaron sus ojos al rostro tranquilo del más joven, le causaba gracia que estaba practicamente utilizando su pecho como almohada, tenía la boca un poco abierta para respirar, y si se enfocaba hasta podría sentir el aire que salía por sus labios y que pegaba en su arrugada y medio abierta camisa.

Lo siguiente que notó fue su pasamontañas desalineado, sólo bastaría un leve jalón para descubrir su rostro, pero al contrario que hace unas semanas, no estaba tentado a hacerlo, quería que si el rubio le quisiese mostrar su rostro lo haría en el debido momento, no lo apresuraría ni mucho menos. Tomó con sus dedos un poco de la tela y acomodó la prenda, cubriendo parte de las rosadas mejillas.

Sonrió enternecido ante la posición en la que se encontraba, sí, le dolía todo por haberse dormido de esa forma, pero no importaba por todo lo que ese abrazo tenía de trasfondo.

Si le preguntabas qué opinaba del beso, es que quizá se había precipitado, no quería incomodar a Fred, cuando tuviese la oportunidad lo hablaría con él, porque aún habiendo dormido juntos, eso no quitaba el hecho de que estaban ebrios, no le reprendería nada al agente si decidía alejarse un poco.

Aunque tenía la corazonada de que eso no ocurriría, porque ese beso se había sentido diferente, especial, y esperaba que el ojiazul lo hubiese sentido así también. Para él, su beso era una petición de que se quedara, y su respuesta la recibió con el rubio en su pecho, quedándose con él.