Epílogo

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"Can't Help Falling in Love"

El calor que la luz del sol emana es algo fascinante, porque dependiendo de la situación puede generar distintas reacciones, desde una inmensa alegría, un hastío insoportable, hasta un cansancio inexplicable, sólo dependía del momento y el ánimo en el que se recibía para amarlo u odiarlo.

Y en esta ocasión, con el sol a toda potencia, a las tres de la tarde, podría ser agobiante para cualquier otra persona, menos para él, que si le preguntabas a alguna persona que le conociese hace cinco años, se sorprendería al ver el enorme cambio que Jack Conway había tenido de actitud con el pasar del tiempo, pues su yo del pasado sin duda alguna estaría murmurando incoherencias e insultos por el insoportable calor.

Pero ya no más, ya hace mucho había perdido su personalidad de un auténtico cascarrabias, porque ¿cómo podría serlo, cuando ya lo tenía todo?, y por todo se refería a esos ojos azules que brillaban sin necesidad de tener luz del sol.

Nunca hubiese pensado que diría algo así pero, se alegraba profundamente de haber aceptado trabajar en Londres, quién le hubiera dicho que esa ciudad que le parecía tan insoportable, le traería tanto.

Hacían 4 años ya de que había sido el último operativo de ese caso tan problemático, ahora archivado como "El Caso Gambino", 4 años desde que el traidor italiano había apretado el gatillo a unas salas de donde se encontraban Gustabo y él, quitándose su propia vida, dejando como sus últimas palabras en una nota:

"Vivan felices por los que no podremos"

El italiano fue su propio juez y verdugo, escogió su destino antes de que alguien lo hiciera, les dejó un mal sabor de boca por todas las vidas que arruinó y no pagó por ello, pero si les dejó algo bueno fue su relación, no le agradecerían nunca, pero eran conscientes de aquello.

Lastimosamente para el par el problema no acabó ahí, pues ya se habían encargado del desastre en Europa, aún faltaba América, y vaya que eso sería igual o más estresante.

Accedieron a trabajar en el caso, en primera porque los amenazaron, y en segunda porque llegaron a un trato, resolver el problema de los estupefascientes alterados en el continente a cambio de su libertad por al menos unos años. Un gran trato que dió como resultados dos años más de trabajo por parte de los agentes García y Conway, hasta que pudieron cerrar los operativos atrapando al distribuidor y por ende causante de todo ese problema: Nick Hunter.

Los siguientes dos años se podría decir que pasaron volando, cuando menos te das cuenta la vida pasa, pero eso no quiere decir que no hayan disfrutado al máximo su libertad, y eso Jack lo entendía a la perfección, pues ahora, en ese día caluroso de verano, terminando de desempacar la mudanza en su nueva casa en España (a petición del rubio pues quería vivir en su tierra natal), sabía que no podría pedir más, no cuando esa casa la compartía con la sonrisa del hombre que amaba, Gustabo García... de Conway.

Ver a su esposo sonreír haciendo algo tan trivial como sacar artefactos de las cajas y colocarlos en repisas, enojándose en el proceso porque no encontraba un acomodo que le convenciese, simplemente era el significado de plenitud para Jack, porque lo que sea que estuviese relacionado con Gustabo, era perfecto para él.

Ya varias veces el rubio lo había regañado por holgazán cuando se quedaba pasmado mientras él hacía todo el trabajo, el ojiazul no se enteraba nunca de las miradas perdidas en amor que Conway le dedicaba día y noche.

El mayor salió por un momento de su trance al ver al rubio molestándose con su distribución en las repisas de la sala, haciendo y deshaciendo todo una y otra vez, para acercarse cautelosamente por sus espaldas y tomarlo desprevenido.

Acto que logró cuando se aferró a él abrazándo su cintura y rodeando su abdomen con sus brazos, recibiendo un pequeño salto del rubio, que se relajó al ver de reojo a su esposo.

— Luego te quejas de que te llame holgazán — le recriminó cómicamente con un tono de voz suave, consiguiendo que el pelinegro negara con la cabeza para luego hundir su rostro en el cuello del rubio — Ese 'no', no te lo crees ni tú — dijo con burla, y dirigió sus manos para seguir con su trabajo consiguiendo que Conway volviera a negar y le abrazara con más fuerza.

— Ya deja eso ahí, continuamos más tarde — sacó un poco su rostro para hablar, y al final murmuró volviendo a esconderlo — o nunca...

— ¿Quién diría que uno de los agentes más reconocidos en Estados Unidos, es un necesitado de atención?

— ¿Quién diría que uno de los agentes más reconocidos en Estados Unidos, y el mundo, no quiere pasar tiempo con su esposo? — contraatacó infantilmente el mayor.

— Podemos pasar tiempo juntos... — reposó su brazo sobre el del mayor — cuando la sala no parezca un basurero.

Esperaba que el pelinegro aceptara pero, este sólo se aferró más a él y murmuró "exageras", y se quedó en su misma posición. Cuando el ojiazul quiso extender sus manos para seguir acomodando pero unas vibraciones de sonido en su cuello no le dejaron.

Conway había empezado a tararear con la letra 'm' una melodía, la de esa canción, la conocía a la perfección y no pudo evitar sonreír, no sólo por lo fuera de sí que estaba actuando el mayor, sino porque esa era su canción, una que bailaron en su íntima boda.

Dejó por fin lo que estaba haciendo y se recargó completamente en el pecho del mayor, cerrando los ojos y dejándose llevar por el ritmo suave que el pelinegro había empezado a marcar de lado a lado en una especie de baile al compás de la voz del mayor. Ambos, en sintonía voltearon a verse, Gustabo girando su rostro y Conway acercando el suyo al rubio, a unos escasos milimetros de unirse en un beso.

— Jack...

— Gustabo...

No tenían que hablar o verse para saber la velocidad o dirección que tomaría su baile, sólo bastaba con la comunicación constante que mantenían sus corazones, un mismo pulso, la coordinación de sus latidos y respiraciones, era lo único que necesitaban, pues...

No pude evitar enamorarme de tí.

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Fin.

Así termina Can't Help Falling in Love, muchísimas gracias por leer, me hace mucha ilusión que les haya gustado la historia, gracias por el apoyo, y nos leeremos pronto con más intenabo, un beso ♡

Can't Help Falling in Love - IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora