Capítulo 26

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"My Brother"

Abril 2016, Los Santos.

Subinspector de la policía, era de no creerse lo que estaba viviendo, más para una persona como él al que la vida no había sido muy justa, nunca, nadie se creería que ese niño rubio maleducado y ladrón, criado por si mismo en las calles llegaría tan alto en una profesión tan honorable como ser policía, pero ahí estaba.

Ni él mismo se creía que, con un historial delictivo amplio como el suyo apenas en su juventud, alguien que parecía tan duro como Jack Conway, hubiese permitido que ingresara al cuerpo de policía, muchos llamarían loco al superintendente, él lo pensaba así también, y como no hacerlo, se conocieron minutos después de que el rubio delinquiera y descaradamente se fuese a hacer la víctima en comisaría.

Llegó a la conclusión que el mayor tenía una fijación con él, había intuído ya que el superintendente veía algo en él que muchos no, pero no sabía que era, porque siempre lo trataba diferente, a diferencia de muchos agentes que llevaban años estancados como alumnos, él, a sólo un año y medio de mucho esfuerzo ya era subinspector, ya había hecho muchas estupideces, dignas de que lo echaran del cuerpo, y sus discusiones en el despacho de Conway terminaban en una difusa tensión que nunca resolvían y sólo lo mandaba a seguir patrullando.

Esto llegó a un punto en que se metía en problemas a propósito para ver si por fin el mayor se dignaba a echarlo, pero no, simplemente le gritaba un poco, él le amenazaba con renunciar, y Conway sólo lo retenía y nunca le sancionaba. La razón más obvia que pudo idear era que el hombre con el corazón más duro y la cara más inexpresiva de la historia era un completo psicópata que veía sus habilidades de delincuente juvenil como algo para aprovechar.

No fue hasta que el día en que asesinaron a su comisario, que Gustabo entendió la realidad de las cosas, que pudo ver detrás de la máscara del hombre inquebrantable que llevaba el mayor, el día en el que no vió al superintendente Conway, sino a Jack, sólo Jack Conway, un hombre que seguía de pie, aún cuando ya había soportado más de lo que podía cargar.

"¿Por qué no me he muerto yo?"

Ver esa cara de Conway, ese sufrimiento que ocultaba detrás de esas nefastas gafas oscuras y esos insultos que lanzaba a diestra y siniestra a cualquiera que le dirigiera la palabra, le hizo ser él mismo también. Si bien ser un hijo de puta que se burlaba de todo y todos era parte fundamental de su personalidad, también tenía algo que no mostraba nunca, y era compasión, porque entendía lo que era estar en la mierda, ser considerado mierda por los demás... y por él mismo también.

"Aléjense de mí, esta mierda le pasa a cada persona que me importa..."

Trató a Conway como le hubiese gustado que lo trataran cada que la vida lo tiraba al suelo una y otra vez, comprendió la verdadera razón por la que el mayor le daba tantas oportunidades, y era porque el superintendente veía en él, cosas que él mismo no podía. Veía a una persona en él, a alguien valioso fuera de sólo un idiota narcisista marginado desde que era pequeño, Conway de verdad lo valoraba, y por eso se quedó con él a partir de el día en el que lo vió quebrado.

Le juró lealtad al superintendente, sin importarle cualquier aviso que le haya dado, se quedó ahí, y no dudó ni un segundo, le regresaría el favor, esa confianza que Conway tuvo en él, se la daría de vuelta, y si necesitaba a alguien que lo levantara una o mil veces, él lo haría gustoso.

No contemplaba que esa lealtad conduciría a algo que no había experimentado aún... amor. Y fue dificil de admitirlo, por supuesto que lo fue, porque no era un amor como el que le tienes a tu platillo favorito, o el que le tienes a un amigo, o el que le tienes al trabajo, no, era amor incondicional.

Can't Help Falling in Love - IntenaboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora