Can't Help Falling in Love - Intenabo

Capítulo 30

"Listen to your heart"

— ¿Todo claro?

No, absolutamente nada estaba claro para él, pero cómo podría estarlo si la primera vez que podían verse después de semanas era por el maldito trabajo, en una sala de reuniones plagada de altos cargos hablando del operativo más grande que habría en meses.

Y aún así, nada podía robar más su atención que los ojos azules que estaban del otro lado del escritorio, pero que, muy a su pesar, no lo estaban mirando a él, es más, se aventuraría a decir sin pruebas, de que le huían descaradamente.

No es que Conway leyera mentes, pero estaba seguro que el rubio estaba insultando de mil formas distintas a los superiores que les estaban indicando qué hacer, con tal de evadir la mirada tan intensa que se negaba a despegar de él esperando que en algún momento los azules le voltearan a ver.

Aunque claro, sus intentos eran totalmente en vano, no sólo había perdido el tiempo intentando llamar su atención de una forma absurda, también se había perdido de todas las indicaciones que tenían para el operativo, el último operativo.

Por lo que tenía entendido, Gustabo había regresado al trabajo hace unos escasos días, en los que no se habían cruzado ni una sola vez, como los primeros días del enmascarado en Londres, que parecía huirle a cada hora. Los superiores habían esperado a la reincorporación del agente pues era vital para dar un cierre al caso.

Con la participación del agente García de la DEA, podían idear un precipitado plan que quizás funcionaría, ¿precipitado? sí, porque las drogas que circulaban a cargo de la mafia de Gambino, poco a poco dejaban de hacer ruído, como si intentaran bajar el perfil, y eso sólo quería decir una cosa, un gran movimiento vendría pronto, en otras palabras, o iban a hacer un fuerte atentado, o iban a escapar.

Y todos se decantaban por la segunda opción, era lo más lógico juntando antecedentes, pues el italiano y su gente habían reducido y vendido a sus filas de trabajadores para salvarse el culo, lo más probable es que sus ingresos no estuviesen bien, eso mismo lo comprobaban con la cantidad absurda de dinero que le solicitaron a Conway, sin duda estaban limitados económicamente hablando, más porque todo lo que estuviese relacionado con Gambino ya estaba parado en su totalidad.

Esta situación del infiltrado sirvió para algo, para demostrar lo ciegos que podían llegar a ser, todos, incluidos Gustabo y Conway, pues el italiano actuaba en sus narices y no se enteraban de nada, a decir verdad, si hubiesen puesto un poco más de atención y no hubiesen sido tan confiados con Toni podrían haber descifrado el caso antes, el italiano no era muy discreto que digamos: carros fuera de su alcance, un registro de llamadas para nada codificado, al igual que sus mensajes, un departamento digno de un psicópata, si tan sólo hubieran visto más allá de su nariz, lo habrían atrapado antes.

Pero no era momento de lamentarse, los atraparían por fin a todos y este caso de pesadilla acabaría al fin, sería muy extraño que no lo lograran, con un equipo formado por agentes de la CIA, de la DEA, de la Scotland Yard y de la Interpol (muy al pesar de Conway), era prácticamente imposible que no acabaran con esto, en esa sala de juntas estaban reunidos los mejores agente de la última década, si no lo lograran sería un fracaso digno de hacer una baja deshonrosa a todos y cada uno de los agentes.

El de lentes oscuros le preguntaría a Trucazo sobre lo que hablaron en la reunión, cómo procederían y todas esas cosas que luego se pasaría por el arco del triunfo, bueno, que de hecho ya lo estaba haciendo, porque aún cuando ya había terminado la reunión y era hora de prepararse, él no podía enfocarse en nadie más que él, nadie más que Gustabo.

Tenían una conversación pendiente, y la acabarían sin importar cuánto quiera huirle el rubio, él lo seguiría, hasta que le conceda esa charla, y ya lo que pase después lo decidirán ambos.