Capitulo XV

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Capítulo 15

Me adentré en la gran mansión Boots, sentía la oscuridad a su alrededor, al parecer Margareth no se encontraba en casa y me estremecí al pensar en que estaremos solos.

- Y tu mamá acaso no esta?- dije con la esperanza de que contestará que sí estaba en casa.

- No, está en viaje de negocios- me miró y sonrió, un escalofríos pasó por mi espina dorsal.

- Acaso te da miedo estar a solas conmigo Jane? Sólo somos amigos recuerdas..- y me interpuse a interrumpirlo. - deja la estupidez Nate, y Alicia?- trate de cambiar el tema.

- Hoy tuvo su descanso- me condujo a la segunda planta en busca de la habitación donde dormiría.

Y es acaso todos estaban de acuerdo en dejarme sola con este imbécil, controlador, sexy.. Mi subconsciente me regaño y bufé.

- Acabaste con el cuestionario enana- río por lo bajo, pero lo pude notar, hacia esto apropósito, mierda.

Abrió la puerta de la habitación junto a la de él, entramos y me enseñó el cuarto de baño, algunas prendas que su hermana había dejado antes de partir y note que aquí dormía ella, me serviría un poco refrescar mi cabeza, y las prendas de su hermana al menos estaban secas.

- Disculpa lo de ayer, tuve un inconveniente y no tuve tiempo de llamar- rompió con el silencio que invadía la habitación, sentí una punzada de amargura, sentí que me ocultaba algo.

- No hay problema, todos tenemos nuestros secretos- solté mientras le guiñaba un ojo y este fruncía el ceño algo confuso.

- Si tu lo dices- no dijo más, salió de la habitación sin más preámbulo y me dispuse a tomar una ducha.

Quité prenda por prenda, tomé la toalla que estaba junto a la cama y me adentre en el cuarto de baño, este esa amplió y re confortable, deje la toalla a un lado, abrí la regadera acostumbrando a mi piel al agua tibia que salía de esta, demore casi 20min en la ducha, y fue lo mejor que pude hacer, me en volví en la toalla y salí en busca de algo fresco para dormir.
Mire mi reflejo en el espejo y me veía agotada, mis ojos pesaban y las ojeras amenazaban con salir, giré medio quitando la toalla cuando mis ojos se encuentran con la mirada juguetona de Nate en el umbral de la puerta.

- Que diablos haces aquí!- me sonroje al instante, por poco me ve desnuda el gran imbécil.

Soltó una carcajada y poco a poco se acercaba más a mi, retrocedí y lo frené con mi mano.

- No te haré nada cariño, calma- volvió a reír y me empezaba a incomodar su mirada que observaba todo mi cuerpo, sólo cubierto por una pequeña toalla.

- Entonces que demonios quieres Nate! Casi me ves desnuda idiota- grite con la voz algo entrecortada, sólo de pensarlo.. Me dio un escalofrío.

- No seas infantil Jane, sólo quise traer una camisa mía para que duermas, entre lo de mi hermana no hay pijamas cómodas- me extendió la camisa y la tomé de mala gana.

- Gracias, ya puedes irte- dije dándole la espalda, mis mejillas quemaban.

- Puedes cambiarte en frente mío, no haré nada malo Jane- ríe con más fuerzas y giro para fulminarlo con la mirada.
Al dar la vuelta noto que está a unos centímetros de mi y siento como las mariposas en mi interior se revuelcan.
Nuestras miradas se cruzan por un largo tiempo, y no soy capaz de articular alguna palabra, Nate sonríe de medio lado y corta el silencio incómodo.

- Me gustaría saber que piensa Sta. Ross- su mirada baja a mis labios que están entre abiertos por la falta de oxígeno.

Aparte la mirada y le indiqué que saliera río por última vez y salió sin decir nada, mis mejillas no aguantaban el rojo tan intenso y el calor que este provocada, me cambié con agilidad y salí hacia su habitación, el hambre se apoderaba de mi.

Toqué y nadie respondía, decidí entrar cuando veo que Nate tiene el torso desnudo y una sudadera cómoda, me hace un gesto de que pase y me adentro a la gran habitación, admiro la vista por un segundo mientras que este organiza algunos libros que tenía regados.

- Tienes algo de comer? Muero de hambre- trate de sonar relajada, aunque estuviera muriendo de verlo así, agradecí que mi voz no se entrecortara.

- Baja a la cocina, en el refrigerador debe haber algo, Alicia siempre me deja la comida lista- dijo con el ceño fruncido y su tono era frío y cortante.

- Tu quieres algo?- trate de relajar el ambiente.

- Come tu, al parecer no comes muy bien Jane, estas hecha huesos- su expresión cambió y lo agradecí, por un momento me sentía incómoda.

No dije más nada y baje en busca de algo que me alimentara, abrí el refrigerador y había mucha comida, opte por preparar un par de sándwich con un poco de sumo de naranja, saque lo necesario y empecé. Sentí pasos que venían de la planta alta, creo que Nate tenía algo de apetito, no preste atención y seguí cocinando, se me daba bien esto.
Sentí una mirada detrás de mi, y ese aroma a especias y cigarro que sólo Nate tenía, giré y me encontré con su mirada juguetona, me lanzó una medio sonrisa y opte por devolverla.

- Te vez sexy con mi camisa Jane- me guiño un ojo y se sentó en uno de los taburetes.

- Ridículo- rodé mis ojos y seguí con mi objetivo, saciar mi hambre.

- Como me has dicho?- se levantó retador y en mi interior las mariposas amenazaban con salir.

- Lo que has escuchado-. Decidí mirarlo con el mismo jugueteo que el estaba teniendo deje de preparar mi pequeño sándwich, aún tenía el cuchillo con el que esparcí la mantequilla, se fue acercando lentamente.

- no te acerques más o no duraré en usarlo- el soltó una risa y me la contagio

- No creo que quieras agredir a la persona que te gusta o si?- que mierda acaba de decir?! Que el me que?
Mis ojos se abrieron como platos, trague un poco de saliva para no tartamudear

Solté una fuerte carcajada y este frunció el ceño.- Que tu me gustas? Por Dios Nate, eres un imbécil, creído, te crees el dueño de todo- me interrumpió y se acercó aún más

- Pero como piensas en mi Jane, que más? Sexy.. Atractivo..- me quitó el pequeño cuchillo que tenía entre mis manos y me tomó por sorpresa de la cintura.

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