Capitulo XVIII

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Capítulo 18

Se queda acurrucada junto a mí y es la sensación más reconfortante. Jamás pensé llegar hasta este punto con Jane, es tan testaruda e inocente, no sé cómo puedo estar jugando con ella, pero no puedo parar. Necesito acabar con esta mierda y algún día explicarle porque lo hice, nunca quise lastimarla de verdad y nunca creí poder sentir algo por ella.
Me mira con esos ojos que me vuelven loco y me sonríe de la manera más tierna posible mientras se duerme entre mis brazos.

- Descansa nena, ha sido un día muy largo- digo tocando su espalda mientras ella cierra poco a poco los ojos.
- dormiras aquí.. Aquí conmigo?- dice un poco nerviosa y me hace gracia
- Si tú me lo permites, por supuesto- digo mientras le dejó un casto beso en lo alto de la frente
- Me encantaría, aunque no sé si sea lo mejor- odio cuando se pone a cuestionar todo, así que quitó su agarre y me levanto sin más
- Entonces me voy, descansa Jane- Porque soy tan imbécil, la deje ahí tirada sobre la cama con la palabra en la boca mientras tire con fuerza la puerta al salir, sentí sus pasos detrás y apresure el paso
- Por qué no podemos estar bien un puto segundo!- grita entre sollozos, no puede ser esta llorando por mi culpa..
Me entra el pánico y la rabia disminuye.
- Por qué tú siempre tienes que darle tantas vueltas a las cosas, solo íbamos a dormir, ni siquiera pensaba follarte- las palabras salen de mi boca tan rápido que se detiene frente a mí, abre los ojos como platos y me tira una bofetada tan rápido que no puedo esquivarla.
- Eres una maldita loca! No te atrevas a tocarme de esa manera más nunca en tu vida o veras lo que te..- me interrumpe, la muy osada me interrumpe
- Que me vas hacer? Pegarme acaso? No me extrañaría sabes! Con lo cobarde y poco hombre que llegas a ser, no me sorprendería, así que has lo que se te venga en gana- me grita y gira sobre sus talones dejándome con la rabia a flor de piel.
Golpeo la pared de mi habitación como un maldito desquiciado, hasta que empieza a sangrarme los nudillos. Oigo que tocan la puerta pero no pienso abrir, no pienso dejar que me vea de esta forma.
- Abre la maldita puerta Nate!- no para de gritar, Dios que haré con ella
- Yaya joder, espera un momento- envuelvo mis manos con una venda mientras abro la puerta y ella entra con la cabeza abajo, sus cambios de humor también me tienen loco.

- Siento lo de hace un minuto- me sorprenden sus palabras pero sonrío para mis adentros con orgullo.
- No pasa nada, algo más?- Me encanta verla cabreada, sus mejillas se tornan rojas al instante por la rabia.
Baja su mirada a mis manos y como es tan cotilla no se le escapa preguntar qué me ha pasado.
- Solo mataba la rabia con la pared- tuerzo el gesto y trato de sonreír
- Mira cómo has dejado tu mano- la toma y desenreda la venda con cuidado- Deberías controlarte un poco, podrías haberte partido un hueso- dice mientras acaricia mi mano y moja una pequeña toalla, está curando mi mano con una delicadeza que me encanta.
- Ya, siento no poderme controlarme aveces- tuerzo los ojos y ella suelta una pequeña risa.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2016 ⏰

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