Elijo no enamorarme de ti.

25 3 0
                                    

Una vez más, delineo sus labios de manera suave.

¿Cómo llego a ese punto? Su mente hecha un completo revuelo de sensaciones cada vez menos deseables hacia ese muchacho de ojos verdes.

—Idiota — susurro como sí aquella persona en sus pensamientos lo fuera a escuchar.

Lo había besado, sí. Lo había hecho con el único fin de poner celoso a Kensuke...entonces ¿por qué la sensación tan placentera de los labios de Masahiro seguía ahí?

—Idiota —volvió a repetir.

El timbre sonó, decidió ignorarlo pero esa persona insistía, enojado se puso de pie hasta el intercomunicador, descubriendo al causante de todo aquello.

—¿Qué quieres, Setagawa? —hablo de manera normal. Masahiro sonrió de manera nerviosa mostrando las bolsas de mandado.

—Supe que terminaste con Oshiba — apenado desvío la mirada al piso sintiéndose culpable —lo siento.

¿Por qué se disculpaba? Él no tenía la culpa, suspiro abriendo la puerta, unos segundos después el adolescente escuchó los pasos del rubio.

—¿Por qué estás aquí?

—Tal vez no sea de gran ayuda, pero quiero prepararte el almuerzo — paso a la cocina pidiendo permiso, comenzó a sacar las cosas de las bolsas —además, todos estamos preocupados. Has faltado tres días, ¿te sientes bien? —lo miro preocupado.

—Estoy bien —desvío la mirada.

Masahiro extrañado se le quedó mirando unos segundos. No era normal que Hasekura no aguanta la mirada de cualquiera, especialmente la suya. Pensó en lo mal que la estaría pasando sin Kensuke, eso hizo sentirse todavía peor.

—Yo...enserio lo siento —hablo Setagawa, su flequillo cubrió sus ojos —no quería que nada de esto pasará...

—¿Quiere dejar de disculparte? —lo callo de manera tajante —es molesto.

—Lo siento.

—Idiota.

Ambos se miraron unos segundos, al sentirse incómodo por la mirada seria de Asaya, Setagawa volvió a lo suyo, sintiéndose mejor al ver la expresión habitual del muchacho.

—¿Le dijiste a Oshiba? —preguntó de repente.

—... Sí, él está muy enojado —sonrió ocultando la tristeza, aún sabiendo que no lo vería su compañero.

El silencio se hizo presente entre ellos después de eso, solo el sonido de las verduras siendo cortadas se podía apreciar.

Bostezo terminando de preparar la comida, ambos se sentaron en el sofá, a petición de Asaya.

—Lo siento —hablo sin mirar a Masahiro, al no obtener respuesta, lo miro de reojo, encontrando al muchacho dormido.

Examinó sus facciones de manera minuciosa, sonrió un poco acercándose a él.

—Idiota —en un impulso, Asaya dio un beso casto a su compañero, sintiendo ese agradable calor en su pecho, acaricio el cabello ajeno, recorriendo su mejilla hasta su cuello, tomando la cadena con el anillo.

Lo miró durante un par de segundos.

—Lograste lo que solo Kensuke logró, pero eso no significa que haré algo. ¿Por qué razón lo haría? Tú tienes a Oshiba, es obvio por tu mirada y la de él. No me enamoraré de ti, no sufriré por ti y no desperdiciare mi tiempo en algo imposible —volvió a su posición anterior —Kensuke es mi destinado y tú lo eres de Oshiba.

Día a día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora