Armario.

25 4 0
                                        


Limpiar ese viejo armario lo había estado posponiendo ya hace bastante tiempo, aunque no era para menos, su trabajo le exigía tiempo completo y ahora que ya tenía al fin un día de descanso (después de casi colapsar) se encontraba abriendo de manera lenta la puerta de dicho armario.

Una capa de polvo se extendía por todas esas cajas ya viejas. Suspiro de manera cansada, agarró la primera caja dejándola en el suelo de manera rápida, soplo en la superficie y de manera casi automática estornudo.

Abrió la caja con cuidado y especial atención a cualquier bicho o araña que posiblemente estuviera escondida. De entre las cosas sacó un viejo álbum de fotografías, pasó las yemas de sus dedos sobre la superficie sin abrirlo aún, esperó unos minutos antes de darse valor.

La primera fotografía mostraba un avergonzado rubio junto a un alegre castaño, quien tenía los brazos rodeando los hombros del rubio y parado de puntas. Recordó casi de inmediato ese momento; Kensuke había arrastrado a Masahiro a ese lugar en su primer día de secundaria, él fue quien sacó la fotografía.

Sonrió de manera nostálgica.

Pasó la siguiente fotografía mostrando a un grupo de adolescentes haciendo un montón de poses extrañas mientras Hasekura los miraba seriamente a un lado. Volvió a sonreír, dejando escapar una risa.

Paso las fotografías una tras otra, recordando los viejos tiempos. Cada fotografía recordaba la sensación de los momentos plasmados, sintiendo una mezcla de emociones al tope, pronto se detuvo en la fotografía del día de su boda, la observó durante un par de minutos antes de cerrar el álbum. Respiro agitado unos minutos, levantó la mano y rápidamente miró el brillante anillo en su dedo.

—Hasta que la muerte nos separe -susurro para sí — ...yo tuve que haberme ido primero, Masahiro.

Día a día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora