Amnesia 2032: A la Orilla del Olvido

Capitulo 13: Comienzos y Finales

7:15AM, A las afueras de Cuneo, Región de Nueva Florencia, Republica del Sílice a 5 de agosto del 2032.

Una, de entre las miles de gotas de agua que caían a la superficie, tuvo la casualidad de posarse en el cabello castaño claro de Adriana Smolenko. La estudiante de criminalística de 19 años de edad caminaba por el bosque sin pesares. Llevaba puesto un overol de color azul marino y unos zapatos de trabajo. Bajo el brazo, llevaba consigo un folder sepia con varios papeles en su interior.

Esa mañana fue llamada por su tutor Ismael; un viejo cascarrabias del que no hacía falta hablar, para asistir a una escena del crimen.

Ella detestaba su carrera, era abrumadora y además no le agradaba mucho el hecho de estar rodeada por muertos todo el día; no obstante al ser su padre el jefe de la policía de Cuneo, ni quejarse era bueno.

Varios policías se atravesaron en su camino y la mayoría evitó tener contacto visual con ella, a lo cual respondió ignorándolos de la misma forma. De esta forma, ninguno de los hombres de la "ley", se dio cuenta de que Adriana se estaba llevando consigo, los documentos de la investigación preliminar.

Al dejar los árboles atrás, llegó a una carretera de dos carriles, en la orilla se hallaba un sedán blanco y dentro alguien que la esperaba.

Abrió la puerta del vehículo con brutalidad y arrojó el folder al conductor impaciente. Posteriormente se acomodó en el asiento del pasajero.

-Ya tienes los papeles-Dijo Adriana seriamente-, ¿Ahora podríamos irnos?

A pesar de que fue llamada aquí por su tutor Ismael, la verdadera razón de su estancia, era por un pedido del veinteañero que tenía al lado, el periodista Anatoly Izmailov.

-De acuerdo.

La historia detrás de Adriana y de sus ojos marrones, era muy compleja. En resumen, esa mañana se dirigía a iniciar una nueva vida en la región de Severnaya Luna, lo más lejos posible de Nueva Florencia que se le ocurrió.

Para ello tenía que entregarle a Anatoly un documento para su investigación, la cual ya llevaba dos años.

-Dime, ¿De quién se trata esta vez?, Preguntó Adriana.

Un nudo se le formó en la garganta de Anatoly cuando leyó el nombre de la fallecida en el papel que sostenía en sus ásperas manos. Se giró hacia Adriana y la miró a los ojos detenidamente.

-El apellido de la fallecida es...

Tres años antes...

Para Anatoly Izmailov los días eran todos iguales, cielos tristes por encima de su cabeza, compañeros de escuela monótonos que no estaban preparados para enfrentar la vida allá afuera, sin contar a los profesores mediocres y sus métodos del pasado que no funcionaban en la actualidad. Su vida era grisácea y poco a poco se volvía más oscura.

Entonces, una semana de noviembre en la que no hacía más que contemplar el cielo nublado, ocurrió un suceso inesperado, que bien podría ser considerado como un milagro.

Al principio avistó su cabello rubio reflejado en la ventana, luego, que se sentó en la mesa de enseguida.

Anatoly volteo de reojo y al verla no pudo dejar de hacerlo. La muchacha que tenía al lado, era simplemente hermosa.

Al darse cuenta de que la miraban, la joven le contesto con una mirada curiosa.

- ¿Cómo te llamas?, Preguntó ella.