Pasión Irrefrenable (Borrador) [#1 Mi Jefe ♥]

Capítulo 8

— ¿Vos qué crees Dante? No me agrada esto de que mi familia este muy pendiente de vos, menos mentir a mi hermanito y que Amanda este como una fiera por los celos. —Dante se levantó de la silla y se acercó a mí.

—Muchas desearían estar en tu lugar ¿Por qué no sólo lo disfrutas?— Lo fulminé con la mirada mientras se acercaba más a mí.

—Porque yo no soy una fulana cualquiera que se muere por vos. ¡A mí me respetas! Yo no soy Amanda no te confundas. —levanté la mano como advertencia si seguía iba a golpearlo.

— ¿Entonces me amenazas? —dijo molesto y me di la vuelta dándole la espalda.

Él me dio la vuelta con fuerza y con su mano derecha agarró mi cuello y me besó.

Sus labios atraparon los míos febrilmente.

Si algo no sabía que necesitaba eran esos labios, era algo que no podía frenar todo mi cuerpo daba pie a que el beso siguiera pero mi cabeza y todas las cosas que Amanda me dijo me volvieron a la mente. Yo no puedo estar con un tipo como Dante, no está dentro de mis posibilidades y además, suena muy arrogante y estúpido.

Con fuerza traté de soltarme y cuando lo conseguí y le di una cachetada.

—No vuelvas a tocarme en tu vida—dije casi sin aire, estaba agitada y en shock.

Agitados nos miramos con odio, y por lo menos eso era mutuo.

Salí de la cocina agitada, furiosa y entonces vi a mis padres que se estaban retirando.

— ¿Ya nos vamos?— me miraron extrañados por mi tono de voz severo y Dante quien salía de la cocina se estaba acercando a hacia nosotros con el semblante serio.

—Sí, nosotros ya nos vamos y Amanda dormirá en tu habitación con Nerea y tus hermanas. ¿Vos vas a lo de Dante no?—negué con la cabeza.

—Nosotras pensamos que te ibas a quedar con Dante digo; vinieron juntos—dijo mi hermana Belén con sorpresa.

—No, Bel no me quedaré en su casa— Mi hermana preocupada asintió.

—Está bien pero vas a dormir con Amanda y Nere—Dijo Blanca.

—Bella si quieres puedes quedarte en mi casa, no tengo ningún problema y mañana vamos al trabajo juntos— Comentó Dante y lo fulminé con la mirada.

—Vas a estar muchísimo más cómoda hermana—dijo Blanca con una sonrisa.

—Dante vos estás muy atareado con el Diario de este fin de semana, además, si mañana me llevas a trabajar no tengo ropa para cambiarme. —Él negó con una sonrisa.

—No te preocupes antes de ir a trabajar pasamos por tu casa. — mi hermana belén saltó de la emoción, mientras mi cara no podía ser más de disgusto.

Mis propias hermanas me están entregando a las manos de este tipejo.

Saludamos a mi familia, mi madre me dijo que me cuidara ¡Qué locura estará pensando! Lo mejor de la noche fue ver a Amanda violeta de los celos. Saludamos a Martín y a Juan y le agradecimos por la hermosa velada.

Nos acompañaron hasta el auto de Dante y afuera estaba helando. Un verano muy extraño.

Entramos rápidamente y prendió la calefacción del auto.

El camino fue muy silencioso ninguno de los dos quería decir nada, puso algunas baladas italiana muy lindas y nos relajamos.

De pronto empecé a ver un enorme edificio con un letrero luminoso y gigante.