Capítulo 20

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Le di una mirada al espejo observando mis gruesas piernas y el vestido estaba magnífico. La que lo lucia totalmente desagradable era yo, mi estómago abultado, las piernas gruesas y mi cara redonda con una papada prominente.

— Me queda horrible, no parezco una madrina de boda— ladee la cabeza.

— Bella, estás increíble y el vestido te luce espectacular. Además el color combina perfecto con el color de tu piel morena— dijo Rebeca señalando aquel vestido color rojo fuego.

— Se me marca muchísimo el estómago, la parte trasera y muestra demasiado mis piernas— no paraba de mirarme en el espejo.

— Bella, te ves increíblemente sexy. Tienes un gran y hermoso trasero, acéptalo. Y tus piernas son gloriosas— tomó suavemente mi rostro con sus manos— No te obsesiones con tu cuerpo, relájate un poco y disfruta que una no todos los días es madrina de boda— me dio un beso en la mejilla.

Tocaron la puerta con insistencia.

—Hermanito, pasa— dijo la rubia con una risita.

Dante abrió la puerta y al verme abrió muy grande los ojos, estaba como sorprendido.

— ¿Tan mal me queda?—me aterré—Rebeca, tengo que cambiarme—contesté muy nerviosa.

—No, Bella, todo lo contrario, te ves fantástica. Estoy sin palabras de lo que hermosa que luces. Dios, Rebeca ese vestido es increíble —se acercó y me dio un tierno beso en los labios.

— ¿Ya nos vamos?— dije mientras Rebeca me ayudaba a ponerme los zapatos.

—Sí, Belén te envío al celular que va a pasarnos a buscar con su acompañante de hoy. Le dije que podíamos ir tranquilamente en alguno de mis autos pero dijo que así era más familiar todo— contestó con una sonrisa.

—Qué raro mi hermana con un acompañante, hace años que no le conocemos un novio— dije curiosa.

—Muchas gracias hermana por dejar a bella más hermosa de lo que es— dijo con una sonrisa.

—Es cierto Rebeca, muchas gracias y me hiciste sentir súper bien, gracias— la envolví con mis brazos.

— Es un placer, ahora vayan y lleguen a tiempo— nos sonrió.

Salimos al estacionamiento del complejo, yo estaba arrepentida de los tacones bellos y dolorosos que tenía puestos.

Un BMW plateado se acercó hacia nosotros y Dante empezó a hacer caras raras que no entendía para nada.

— ¿Pasa algo?— pregunté confundida.

—No nada, tu hermanita está saliendo con mi mejor amigo— sonrió pícaro.

Abrieron las puertas del auto y pude ver al amigo de Dante.

Un hombre de estatura muy alta, fornido y cabellera rojiza.

— El mismísimo Bautista Royales — dijo extendiendo la mano.

—Sí, ese soy yo— se dieron un apretón de manos con abrazo al final— Y creo que usted es Isabella Ferreyra — se inclinó para saludarme con un beso en la mejilla.

—Sí, un gusto, señor— sonreí.

—Bella, no es tan viejo digo tiene un par de años más que Dante— mi hermana bromeó.

—Hermana, te ves bellísima— sonreí.

—No nada que ver, hermana. Vos sos la que está más hermosa de las dos, nunca habías usado algo como eso, te sienta genial y te ves como una diosa. No sabía que tenías piernas tan hermosas — me dio un abrazo — Ven sube con cuidado, no te lastimes con esos tacones—.

Pasión Irrefrenable (Borrador) [#1 Mi Jefe ♥]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora