Mi rostro comunicaba serenidad pero bajo la mesa yo no dejaba de mover las piernas con nerviosismo, Dante cada dos segundos me tocaba con la punta de los dedos las rodillas y eso no me calmaba. Sentir sus manos sobre mí era algo a lo que no me acostumbraba, no sólo me daba miedo la cena por mis complejos sino que mi ahora novio verdadero se enfrentara a su padre y todo saliera mal.
Dante consiguió el sushi a último momento porque no quería reunirse con su padre y con su ex. La cual déjenme decirles es totalmente perfecta, hay una abismo entre nosotras y eso también me tiene nerviosa. Sé que no soy competencia alguna para alguien así de hermoso, Dante seguro preferiría que ella este en mi lugar y literalmente no podía sacar eso de mi cabeza.
Esa voz en mi mente que me dice lo desperfecta que soy para Dante, no se calla nunca, no puedo silenciarla y me estoy volviendo loca sola.
El primer golpe a la puerta no lo escuchamos. Parecía ser golpeado por los mismísimos ángeles, era Natalie por supuesto. El segundo golpe sonó como si le fueran a tirar la puerta abajo a Dante, Rebeca seguro.
— Isabella, querida— estiró los brazos y me dio un sorpresivo abrazo.
— Señor Miguel—. Saludé dejándome abrazar,
— ¡Danti!— Rebeca abrazo a su hermano.
— Hola Isabella— Natalie me saludó muy amigable.
Su vestido me dejó en shock; estaba fabuloso, lleno de brillos que parecían diamantes y le quedaba espectacular.
Rebeca me dio un gran abrazo por detrás y me puso muy feliz que asistiera con Simón.
— Simón— Dante, lo saludó con un apretón de manos.
Simón tenía otros planes y lo envolvió con sus brazos.
— Gracias por venir, conseguimos sushi— Dante soltó una risita fingida.
— ¿Lo recordaste, Dante? Que me encanta el sushi—. Natalie sonrió.
Fue a sentarse en una de las sillas cerca de la mesa junto a su prometido, el padre de mi novio y su ex.
— Cierto, hijo. Natalie, ama el sushi—. La tomó de la mano.
— Claro —. Dijo con una sonrisa muy falsa.
A mi desde ese momento el estómago se me cerró por completo, me senté muy derecha en la silla frente a la mesa, Natalie sonreía y yo no paraba de pensar qué diablos estaba haciendo en este lugar.
Ella estaba totalmente frente a mí, Dante frente a su padre y Rebeca y simón a un lado.
El sushi sobre la mesa y todos callados.
— Disculpen voy a traer las copas ¿les apetece vino tinto?— todos menos Natalie, asintieron.
— Bella, cariño. ¿Tienen champagne? Dante, sabe que me encanta y quisiera de gustar un poco— dijo divertida.
— Me fijaré en la heladera, Natalie. Seguro Dante, tiene tu champagne. — dije sonriendo falsamente.
Mi ahora novio verdadero abrió los ojos muy grandes y yo solo sonreí. Si algo de mí estaba conociendo es que era muy pasivo-agresiva cuando algo me molestaba, no controlaba mi carácter y a veces podía ser un poco voluble.
Comenzaron a cenar sin mí, mientras yo buscaba muchas copas y vino y el estúpido champagne de Natalie.
Repetí para mis adentros "Dante, sabe que me encanta y quisiera de gustar un poco" Va degustar un corcho, perra.
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Pasión Irrefrenable (Borrador) [#1 Mi Jefe ♥]
عاطفيةPrimera parte de la saga Mi jefe ♥ [#1] Pasión Irrefrenable. [#2] Save Me. [#3] Falso prometido (pronto). [#4] Ardiendo. [#5] Las fantasías de Alma. La pasión irrefrenable que sienten no se puede explicar, ella no lo quiere y Dante se siente atraído...