Me encontraba un día jueves...o viernes quizás, pues hacía una semana había salido de fiesta y no tenía noción ni de la hora.
Se que al segundo día me encontraba en la casa de Miranda, festejando sus 28 años. No recuerdo que ocurrió pero termine perdiendo mi bolso cuando nos escapamos todos los invitados al garaje porque llegó la policía. Los vecinos habían puesto una denuncia por ruidos molestos.
Luego, sólo me acuerdo de estar en un sillón armando un cigarrillo con un tipo desconocido.
Volviendo al hoy...intente abrir los ojos pero me ardían, me gire para evitar el sol pesado del verano. Había un pibe dormido a mi lado, entonces me puse alerta y mire bajo las sábanas. Lo confirme, habíamos tenido relaciones.
Mier-da.
Desde hacía dos años que despertaba casi todos mis días con distintas personas. Tenía en mi memoria más de setenta rostros entre mujeres o hombres, ni siquiera me importaba ya, porque solía estar tan drogada que no tenía noción si tenía sexo o que si sentía placer.
Era mi secreto para evitar soñar mientras dormía.
No recuerdo si era Juan o Pablo quien una noche de fiesta, luego de estar juntos me despertó moviéndome fuerte del brazo. Había tenido una pesadilla.
Me desperté y acurruque en la cama, hacia frío. Luego de varios instantes, me rendi y fui en busca de mi bolsa de agua caliente. Iba a bajar mi segundo pie cuando me frene brutalmente. Respire hondo una y otra vez. Era consciente de que estaba sola en casa y mi reloj marcaba las 4:50 am de la noche.
-basta idiota, tienes- me pellizque el brazo- 24 años ¡madura carajo!
Baje mis pies y apenas pise el suelo el frío me invadió el cuerpo. Me tense. Visualice la pared y me pegué a ella para llegar hasta el interruptor de la luz. Lo toque dos veces y nada.
-vamos...por favor- dije mirando al cielo, esperando que Dios evitará que muriera de miedo- velas... ¡yo compré velas!
Respire hondo y salí corriendo hasta la cocina, pero entonces las escuche.
Comenzó siendo un zumbido de moscas, hasta que las oraciones comenzaron a ser más claras. Me pegué a las paredes y agache haciéndome un ovillo.
-esto...-suspire una y otra vez- no es real...
Las palabras se oían allí, esa voz se acercaba.
-es sólo producto de mi cabeza...
"No" se repetía en el ambiente.
-si, sólo es...
"No Marie"
-¡con un carajo!- grité en entre llanto- ¡BASTA!
De la nada sacudían mi hombro, me gire y lo golpee con el puño cerrado. Respiraba aceleradamente y mi frente transpiraba.
-¿estás bien? Soy Juan Pablo- aja, no estaba tan errada- estabas...
-si- lo corté- sólo...estoy bien.
Borre ese recuerdo de mi mente y fui en busca de mi ropa. Me marché luego de darme una ducha. No me subí al subte, fui caminando. Necesitaba pensar.
Habían momentos en que me sentía que todo iba mal, que quizás debía ver a un especialista. Beber no curaría del todo lo que ocurría en mi casa.
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IN MY HEAD|✅
HorrorA veces no está demás escuchar cuando se te dice algo importante, siempre y cuando veamos de quien viene. Ese era el problema de Marie, que no podía ver quien le susurraba una que otra frase... El problema era que ya se le hacía muy fina la línea q...