32. Bronce

12 4 19
                                    

Queria hacer lo que decía Inti, quería correr, ser egoísta y salvar mi propia vida; pero ya no era la misma chiquilla que había huido de la corona. Me quedé de pie, viendo fijamente a Inti.

—Si no salimos de aquí los dos, no saldrá ninguno.

—¡Estás loca, Maeve Dilaray! ¡Ni siquiera conocemos bien el poder de estar brujas!

Una carcajada se escuchó detrás de nosotros, ¿o había sido delante? Realmente, no podíamos saber en donde estábamos; todo giraba a nuestro alrededor las rocas se caían de las paredes, el muro colapasaba.

—¡CORRE, MAEVE!

Inti tomó mi mano, tirando de ella; no podíamos seguir en ese lugar por mucho tiempo más o moriríamos, irremediablemente. Unos segundos de duda me bastaron para decidir que no estaba tan preparada para el más allá como creía; la chispa de supervivencia se encendió en lo profundo de crecer, haciendo que mis piernas reaccionaran. Corrimos por todo el lugar, evitando las piedras pero sin poder controlar el impacto en nuestro cuerpo cansada.

—¡NO TE QUEDES, INTI!—regañé—¡YA PRONTO LLEGAREMOS!

Veía la luz, pero se perdía al dar una vuelta. Al venir tan emocionada de poder escapar con mi familia, no presté atención en los caminos que nos conectaban al secreto. Me arrepentiría por el resto de mi vida de haber hecho aquello. Solo quedaba buscar la luz, nuestra única salida. No supe cómo, pero llegamos. Heridos, cansados y mortificados, pero estábamos en la gran biblioteca.

—¡SON IDIOTAS!—regañó Lara, encontrándonos en el camino—¡PUDIERON HABER BUSCADO AYUDA!

Me impresionaba como su voz podía sonar tan profunda mientras hablaba en susurros.

—¿CÓMO?—reprendió Inti, enojado—¿En ese lugar? ¿En medio de la nada? ¿Con las malditas brujas rodeándonos? ¡No era tan fácil pedir ayuda!

Lara vibraba de rabia, literalmente. El hada destilaban un halo color bronce que la hacia aún más visible en la penumbra de aquella habitación. Yusef distinguió aquello y bajó corriendo, sus pasos resonaron con fuerza por las escalinatas.

—¿Qué está pasando aquí?

—¡Han entrado! ¡Rompiendo todo!—se quejó Lara—¡Estoy completamente segura que han alertado a la ciudad entera!

Rodé los ojos.

—No puede ser para tanto, Lara...—sonreí—Si tuviéramos al ejército encima, ya estuvieran aquí disparando y pateando todo.

Lara me señaló, un dedo indicando que estaba conteniendo las ganas de asesinarme en ese mismo momento. Alcé una ceja, jamás pensé que ver un hada enojada fuera tan divertido. Mis gestos solamente aumentaban su furia, tanto que Yusef tuvo que sostenerla por la. Cintura para que no se fuera encima de mí.

—¡DILE ALGO, INTI! ¡ERES EL REY!

—Tengo que aceptar que ambas tienen un poco de razón.

—¿Verdad que habría venido el ejército para acá?

Inti se rio, pero no era risa, era algo de contención. Iba a ser asesinada por las personas a las que quería, y todo por culpa de mi impulsividad.

—Maeve, creciste en este lugar...literalmente es uno de los más seguros del mundo—dijo Inti, tratando de contener la rabia—Me atrevería a decir que ni siquiera se podría entrar desde adentro.

—Si...eso, pero...

—¡Nada!–saltó Lara de nuevo—¡Nos pusieron en mucho peligro! ¡No solo sus vidas! ¡Si a ustedes les pasa algo todo el reino de Archovin peligra!

Todos los Colores del Mundo #PremiosRookiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora