—Papi Shoyito... —respiró con destreza Kazuya, abriendo uno de sus ojos y dejó que el color azul se adueñara de la figura del aludido, quien apenas se había puesto de pie, con su cuerpo en brazos.
—Te desperté, Zu-chan, lo siento. —Se disculpó Shoyo en un tono de voz bajo, llamando la atención de Tobio, quien todavía permanecía sentado en el kotatsu, con Sora pelando su mandarina, tirando la cáscara sobre un pequeño plato de plástico y acomodado entre sus piernas.
—¿Adónde vamos, papito Shoyito? —Kazuya se encontraba perdido y algo desorientado, Shoyo podía notar esa realidad por el tono adormilado de su voz, esos ojos azules de un tono oscuro cansados y su pequeña nariz respingada moviéndose al arrugar el tabique.
—Te quedaste dormido en mis brazos, así que te llevaré a tu cuarto para que descanses —completó en un tono de voz bajo el de hebras alborotadas, sólo dejando que el pequeño niño que se parecía a él, abriera por fin sus ojos con sorpresa, pareciendo despertar de su trance por momentos y sacudió su cabeza a una velocidad impresionante. En menos de un segundo, Kazuya ya se había aferrado a Shoyo Kageyama a su pecho, dejando que su pequeña mano de un niño se aferrara con fuerza al pecho ajeno, dejando que sus dedos atraparan parte de la prenda y se tensó.
Sus genes Kageyama salieron a la luz. Todos los presentes en la sala vieron como al pequeño se le oscurecieron sus facciones, sus cejas arqueadas hacia abajo y su decisión de quedarse pegado a él, fueron bastante evidentes. Como un gato arisco que se encariñó con un humano, y ya no quería permanecer lejos de él.
—¿Zu-chan? —indagó Shoyo con curiosidad, al verlo actuar de esa forma y sólo sacando un pequeño gruñido en el niño de cabellos naranjas tras creerse acorralado—. ¿Qué pasa? —respondió, tratando de calmarlo con un tono de voz bajo y dejando que sus dedos se pasearan por las cortas hebras naranjas de su niño, queriendo bajar la fuerza que estaba ejerciendo sobre él.
Shoyo Kageyama tenía demasiada paciencia con sus hijos.
—Si me llevas a mi cuarto, entonces, no podré ir al morador a ver el primer amanecer del año... —contestó con seguridad, por fin levantando su vista para mirar a su papá, y logrando sacarle sorpresa contenida a Shoyo.
—No podemos dejarte solo en casa, eres muy pequeño, Kazuya —habló Tobio, metiéndose en la conversación al haber escuchado todo, y sólo permitiendo que el mencionado le apartara por fin la mirada al de ojos castaños, para poder posarla y ofrecerle su atención a su otro papá, quien lo observaba con seriedad, rodeando con sus brazos el abdomen de Sora y sólo aflojando el agarre cuando Sora se estiró y les pedía a Ryusei y Hishou que abrieran la boca, para dejarles un pedazo de mandarina que peló—. Si Sho te quiere llevar a tu habitación para que duermas un rato, es para que puedas tener fuerza cuando vayamos al mirador —manifestó con destreza, sólo logrando que Kazuya se notara interesado ante tan impresionante información, y trató de confirmarlo al volver a apartarle la vista al azabache y observar a Shoyo una vez más.
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Cinco Son Multitud ³ [KageHina Family] | En Edición
Fanfiction▶Situaciones dulces, cómicas y tiernas, creadas en base a Shoyo, Tobio y sus tres hijos.◀ __________________________________________ ➡LIBRO TRES DE LA TRILOGÍA «MULTITUD». ▫Tres son multitud. ▫Cuatro son multitud. ▪Cinco son multitud. ➡Portada y sep...