Después de esa noche, Kirishima Eijiro se fue de casa en cuanto el pequeño niño se durmió, pero su ausencia no se sintió, porque el pequeño ya había estado acostumbrado a la misma, Izuku por otra parte olvidó por completo el tema, solo recordando cuando los papeles del divorcio estuvieron en sus manos, solo hacia falta la firma del otro Alfa para que el divorcio fuera oficial. Los días transcurrieron con calma, con lindas citas, juegos y películas, realmente el que Katsuki estuviera presente también había sido un factor importante.
Esa mañana Izuku despertó con fiebre. Su cuerpo se sentía muy caliente, tanto que le resultó difícil mantenerse de pie que no le quedó de otra que marcar el número de su madre, pidiéndole que fuera a su casa para recoger a Kenji porque no podría cuidar de él. Su celo había llegado, sin embargo, era diferente a los anteriores que había tenido, este era más intenso que todos los demás, tanto que cuando su madre lo vió se puso a llorar diciendo que tenían que ir al hospital, sin embargo, se negó diciendo que los supresores lo ayudarían con los síntomas del celo. Esa tarde ni siquiera comió nada, se pasó la mitad del día durmiendo y la otra mitad dando vueltas desnudo sobre la cama, estaba desesperado, tenía la fuerte necesidad de hacer un nido, pero nada en la casa le servía para hacer uno, entonces al verse frustrado terminó sollozando en la habitación, con todo su cuerpo bajo las mantas mientras ignoraba el sonido de su celular.
Más tarde escuchó algunos pasos acercarse a la habitación, el olor a caramelo llegó a sus fosas nasales haciendo que se sentara en la cama en el momento en que la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a Katsuki con una expresión llena de preocupación en su rostro. Estando más tranquilo al verlo, volvió a recostarse mientras el rubio se acercaba, sentándose en la cama para después acariciar su cabellera, retirando pequeños mechones ondulados de su rostro.
-Kacchan, no me siento bien. - Murmuró con la voz quebrada. Aunque su celo había llegado con fuerza, seguía consciente de lo que pasaba a su alrededor, le sorprendía mucho que él Alfa estuviera tan tranquilo aún con todas las feromonas que debía de estar oliendo debido a su celo.
-¿Los supresores...?.
-En el segundo cajón del armario. - Izuku parpadeó varias veces intentando acostumbrase a la luz de la habitación cuando el foco fue encendido por el rubio. Entonces vio a Katsuki moverse tranquilo, tomando el paquete de supresores, dejándolo en la mesita de noche antes de salir de la habitación para volver unos minutos después con un vaso de agua fría mientras en su otra mano sostenía un pañuelo.
El Alfa ayudó al Omega a sentarse de nuevo, dándole una de las pastillas junto al agua, colocando el vaso en la mesita de noche al lado de la cama, sentándose aún lado de nuevo, está vez secó el sudor en el rostro de Izuku, cuidando de no pasar la tela demasiado fuerte para no lastimarlo, para cuando terminó dejó un pequeño beso en la frente ajena.
-Kacchan... -Izuku susurró, mientras aprovechaba la posición para salir de entre las mantas, sentándose sobre las piernas del Alfa, abrazándolo mientras su nariz olía directamente de las glándulas de olor.
Katsuki contuvo un gruñido, mientras dejaba el pañuelo a un lado para tomar la estrecha cintura con sus dos manos, acariciando la piel desnuda que se sentía como terciopelo bajo sus dedos. - ¿Puedo seguir contigo, Izuku?.
El susodicho susurró un "sí" con su voz trémula, mientras sus manos se asían en la cabellera clara, su rostro se separó entonces del cuello ajeno, uniendo sus belfos con los de Katsuki en un beso férvido, en donde sus lenguas se entrelazaron en un pequeño juego de ver quién dominaba al otro, terminando con Izuku perdiendo cuando en un movimiento tramposo él Alfa lo tomó por el trasero, apretándolo con sus uñas ciñéndose a la tierna carne, en venganza entonces el Omega mordió el labio inferior del rubio, sintiendo el sabor a cobre característico de la sangre. Se separaron jadeantes, mientras que ambos comenzaban a moverse en busca de más contacto, con los glúteos del Omega presionando el bulto en los pantalones del Alfa.
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Me and my husband [KatsuDeku]
Fanfiction[Omegaverse KatsuDeku] Izuku sabe que su esposo lo engaña, pero separarse de él le resulta difícil.