Izuku tararea suavemente una canción de cuna, mientras se encuentra caminando por la habitación con su hijo en brazos a quien segundos después acuesta en la cama, asegurándose de que esté arropado con las mantas de terciopelo con dinosaurios en ellas, y después el adulto observa al pequeño con una expresión de ternura impregnada en sus ojos, mientras su diestra retira los pequeños mechones ondulados de cabello negro del rostro del menor, sin embargo, pese a la tranquilidad de la atmósfera, la sonrisa del hombre comienza a borrarse de su rostro y en cambio una mueca llena de tristeza comienza a formarse, es entonces que sale de la habitación hasta su estudio, en donde saca de un mini refrigerador algunos hielos que coloca en un vaso de vidrio, el cual se llena hasta el tope de whiskey segundos después.
Su amado esposo no llegará esa noche, probablemente no vuelva hasta la noche siguiente con alguna excusa sobre el trabajo, porque en este momento Kirishima Eijiro, el hombre con el que se casó, el hombre con el que tuvo un hijo, el hombre con el que había vivido ocho años de matrimonio; se encuentra tan ocupado revolcándose con su amante en algún motel barato.
Una sonrisa amarga cruza por su rostro mientras toma un sorbo de su bebida. Un año atrás lo había descubierto, pero fue tan cobarde que esa noche cuando su esposo llegó lo único que pudo hacer fue servirle la cena y preguntarle cómo estuvo su día antes de irse a dormir, después de eso, solo esperó a que su esposo tuviera alguna clase de remordimiento para que le dijera a cara que había sido infiel, pero eso no sucedió y para los amigos de Eijiro él era un alfa muy amable, para propia familia era un buen esposo para Izuku, para su hijo Eijiro era el mejor papá del mundo, por lo que, el pensar en pedir el divorcio traía consigo cierta presión. Y al mismo tiempo, estaba cansado de fingir ser la familia perfecta.
- ¿Amor?. – La voz ajena, junto una mano tocando su hombro lo sacó de sus pensamientos. Izuku volteó a ver a su esposo, quien milagrosamente sí había llegado esa noche. - Lamento llegar tarde, la junta se retrasó por algunos ejecutivos, ya saben cómo son esos señores.
Dos años atrás el Omega habría creído en sus palabras de forma ciega, sin embargo, esta vez se fijó más en los detalles, como en el exceso de perfume que intentaba cubrir las dulces feromonas de otro Omega, además del pequeño chupetón que también intentaba cubrir con la camisa de cuello alto, que, por cierto, esa mañana no había llevado al trabajo.
- ¿Podemos hablar?. – Preguntó con tranquilidad, notando la expresión confusa en el rostro del Alfa, este asintió para luego sentarse al lado de él e Izuku no pudo evitar preguntarse cuándo había sido la última vez que se habían sentado así para tener una conversación. Suspiró, mirando a su esposo a los ojos. – Eijiro, quiero el divorcio.
Varias emociones cruzaron por el rostro de Eijiro al mismo tiempo, su rostro se puso rojo antes de volverse blanco, luego balbuceó incrédulo palabras inentendibles antes de llevarse las manos a la cabeza y suspirar para intentar ordenar sus pensamientos.
- Izu, ¿Es alguna broma? Porque no es gracioso en lo absoluto. Ugh, ni siquiera sé qué decir, pero por favor hablemos más de esto y el por qué me lo dices tan repentinamente, porque yo no quiero el divorcio, te amo con toda mi alma y no me veo sin ti y sin nuestro hijo. – Eijiro habló con sinceridad y no pudo evitar ver incrédulo cómo Izuku en lugar de llorar o abrazarlo simplemente hacía una pequeña mueca antes de terminar de beber a fondo la bebida alcohólica.
- ¿Aún me amas? Desde hace un año atrás solo he pensado que estás conmigo por costumbre. – Izuku mordió su lengua, nunca había sido tan grosero o rudo con el pelirrojo teñido, así que bajó su cabeza sin querer ver la expresión del contrario, tensandose cuando sintió los brazos ajenos rodearlo en un abrazo.
- No seas bobo, amor. Te amo, mucho, mucho, mucho. – Eijirou dio pequeños besos en las mejillas ajenas, tomándolo por el mentón segundos después para que el menor los mirara a los ojos. – Si quieres y te sientes mejor con esto podríamos ir a terapia de pareja, pero Izu ¿Aún me amas también?.
ESTÁS LEYENDO
Me and my husband [KatsuDeku]
Fiksi Penggemar[Omegaverse KatsuDeku] Izuku sabe que su esposo lo engaña, pero separarse de él le resulta difícil.