BORED

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-Basta, Denki. Esto se terminó. - Kirishima aparta al Beta con sus manos de forma brusca, mientras se da la vuelta para sentarse en la silla de su oficina, viendo de forma ansiosa la foto de su familia mientras intenta olvidarse de su erección. Es un asco de marido. Piensa para sí mismo.

-Bien, entonces deja de buscarme con excusas estúpidas solo para coger. - El rubio se cruza de brazos mientras se sienta en la silla hay  frente al escritorio, mientras mira con molestia al pelirrojo. Odia que el Alfa lo tome como alguien estúpido, porque, es decir, no es la persona más lista del mundo, pero todavía puede darse cuenta de que Eijiro es un imbécil en muchos sentidos.

Ambos se miraron un rato antes de suspirar. Sería la quinta vez que Kirishima intenta terminar con esa relación de amigos con derecho, lo cual para ambos es absurdo, porque no hay sentimientos de por medio, solo es esa estúpida tensión sexual que les hace terminar en algún motel en medio de su patrullaje.

-Mira, a mi me afecta una mierda que te sigas acostando conmigo, lo máximo que puede pasar es que tu esposo se entere y me de una cachetada, pero tú tienes una familia ¿Amas a tu esposo, no? Es muy idiota de mi parte pero... ¿Si lo amas por qué le haces esto? Además, tienes un hijo. - Denki está aburrido, odia haberse metido con uno de sus mejores amigos, pero lo hecho, hecho estaba y no podía simplemente fingir que nada pasó. Mentiría si dijera que nunca le gustó Kirishima, sin embargo, en la actualidad y fuera del sexo, no sentía nada.

Eijiro pasó sus manos por su cabeza con exasperación. No es que su esposo no lo complaciera sexualmente y por eso hubiera tomado la equivocada decisión de cogerse a su amigo, de hecho era todo lo contrario, todo estaba bien entre ellos, tenían una bonita familia, ama a su esposo, siente que no ve una vida futura sin él, siente que no se ve casado con alguien más porque Izuku en sí, es su mundo. Así que no tiene excusas, no hay un "ya no te amo" ni un "eres aburrido en la cama", ni ninguna otra frase que pueda justificarlo. Solo está siendo un imbécil, y lo sabe.

-Izuku me pidió el divorcio, también está más distante. ¿Y si me está engañando? Me lo merezco, pero, aún así...- Kirishima frota sus manos en su rostro. Está estresado, el que su esposo este cada día más distante le hace preocuparse y no puede esperar a que sea fin de semana para ir a terapia de pareja, para al menos poder saber qué es lo que tiene a su esposo tan triste.

Denki lo mira con su ceja alzada, incrédulo.

- Es más probable que yo quede embarazado a que Izuku sea infiel. Tu esposo te ama y si no lo hiciera no estaría con un idiota como tú que va una vez a la semana a su casa y no responde llamadas ¿No crees que solo es tu sentido de culpabilidad que te está haciendo pensar eso?. - El Beta mira con diversión al Alfa, quien solo suspira antes de dejar caer su frente en la mesa del escritorio.

Eijiro no dijo nada, se sentía decepcionado de sí mismo, pues había prometido no seguir los pasos de su padre nunca y sin embargo, se encontraba haciendo lo mismo que odiaba. Por milésima vez se dijo así mismo que iría a casa temprano, le llevaría un ramo de rosas a su esposo, haría la cena, jugaría con su hijo hasta que el pequeño se durmiera y su esposo junto a él podrían tener una noche agradable en la que puedan hablar con calma. No caería de nuevo, ni se acostaría de nuevo con nadie que no fuera su esposo.

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-¡Izuku, querido, pasa!. - Mitsuki exclamó con felicidad de ver a su vecino una vez abrió la puerta. A veces ambos solían tomar té o conversar después de que el Omega menor dejara a su hijo en la escuela, así que no fue ninguna sorpresa verlo seguido, aunque está vez, su entusiasmo iba dirigido más a otra situación en particular que implicaba a su hijo.

Izuku saludó con ánimo renovado mientras entraba a la casa, la cual siempre estaba limpia con decoraciones minimalistas e incluso modernas. Los señores Bakugo eran ancianos que realmente no parecían tener cincuenta años, además de conservarse muy bien físicamente, también tenían un gran sentido de la moda y decoración, aunque la casa está vez tenía algo diferente, un aroma acaramelado que flotaba en el aire.

Me and my husband [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora