MATILDA

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Los lápices de colores estaban regados en la alfombra y un infantil tarareo resonaba por la habitación en el tono de alguna canción infantil. El pequeño niño de los Kirishima coloreaba un libro infantil, totalmente concentrado en no salirse de los bordes como su papá Omega le había enseñado, sintiéndose orgulloso cuando sus torpes manitas lograron su objetivo.

-¡Mire señor Kacchan! ¡Se ve bonito! ¿Crees que a papá Izu le guste?. - El niño se levantó, mostrándole el cuaderno al adulto que estaba a cargo de él ese día.

-Lo hiciste bien mocoso, nada mal. No preguntes tonterías, claro que le va a gustar. -Katsuki revolvió la cabellera oscura con su diestra, mientras que su mano izquierda sostenía el cuaderno, entonces sonrió a la par que él niño pequeño lo hizo.

-¿Papá Izu y papá Eijiro ya mero llegan?. - Preguntó Kenji, mientras se sentaba en la alfombra nuevamente, recibiendo su cuaderno para seguir coloreando, aunque está vez de manera algo desanimada. No se quejaba de que sus papás salieran, de hecho había disfrutado el día porque el señor Katsuki era muy bueno, habían jugado a las escondidas, luego a "las traes" y le había dado helado, pero eso no quería decir que no extrañara a sus papás, ellos dijeron que volverían pronto, pero se habían tardado un poco más.

-Deku me envió un mensaje, ya casi están aquí así que no te preocupes mocoso. - El rubio contestó con sinceridad, mientras se cruzaba de brazo en una pose relajada.

- Papi Izu se veía triste...

Katsuki estuvo a punto de contestar ante las palabras del niño, sin embargo, el timbre de la puerta sonó, por lo que no le quedó de otra que dar pequeñas palmaditas en la espalda del menor antes de dirigirse abrir la puerta, con el niño siguiéndolo por detrás.

-¡Papi!. - La mirada de Kenji se iluminó, apenas vio a su padre entrar por la puerta de lanzó a darle un fuerte abrazo que su papá Omega correspondió gustoso.

-Lo siento por llegar tarde, mira, te compré helado, tiene trocitos de cereza ¿Por qué no le compartes a la señora Mitsuki y el señor Masaru?. - Izuku le entregó a su hijo el bote de helado, quien dió pequeños brincos mientras exclamaba con entusiasmo antes de ir corriendo al jardín en donde se encontraba la pareja de ancianos.

Izuku se quedó parado junto a Katsuki en el pasillo de la entrada, su mirada estaba apagada y se notaba en las esquinas rojas de sus ojos que había estado llorando. La terapia de pareja había sido un infierno ya que su esposo parecía no darse cuenta de que no quería arreglar nada, así que durante toda la sesión Eijiro se había comportado como si el que tuviera el problema era el, lo cual terminó en su llanto silencioso que no cesó incluso cuando estaban comiendo en el restaurant, antes de que Eijiro dijera que tenía algo qué hacer y se fuera.

-¿Estás bien? Te ves como la mierda sinceramente. - Katsuki que había permanecido en silencio guío al Omega hasta la sala, aprovechando que el niño no estaba cerca para poder conversar un poco.

Izuku sonrió ante las palabras del contrario, sentía que se formaba un nudo en su garganta nuevamente. Solo quería el divorcio, pero odiaba el hecho de no haber sido suficiente para su esposo, ni para su hijo.

- Odio mi matrimonio. - Izuku miró el anillo en su dedo anular sin ningún sentimiento, con el pensamiento de que solo quería quitárselo. - ¿No crees que soy patético por quererme divorciar? Intenté aguantar por Kenji, pero ya no puedo hacerlo más y... Lo siento, no debería de abrumarte con mis problemas.

Pequeñas lágrimas salieron de los ojos esmeralda, por lo que en un intento de ocultar su llanto bajó la mirada al suelo, haciendo pequeños ejercicios de respiración para intentar calmarse, por supuesto, no esperó la mano que se posó en su espalda, acercándolo hasta que su frente tocó el pecho ajeno.

-Nos eres patético, mierda, no puedo imaginar lo jodido que es para ti intentar que todo esté bien por tu hijo. No digas esa basura de abrumarme con tus problemas, porque no lo haces así que puedes estar un rato aquí llorando como el bebé llorón que eres. - Katsuki siempre había sido malo consolando a las personas, aún así estaba haciendo el intento. Se sintió algo torpe mientras acariciaba la espalda ajena, sintiendo las manos de Deku sobre sus brazos. - Si quieres divorciarte,hazlo. No tienes que soportar la mierda de otra persona, además, eres un buen papá, tienes a ese mocoso bien educado y mimado.

El rubio escuchó una pequeña risa provenir de los labios ajenos, luego un pequeño pellizco en uno de sus brazos.

-De verdad apestas consolando personas, Kacchan. - Izuku no lo decía en serio, de hecho, eran las palabras que necesitaba y el abrazo que no sabía que necesitaba. Pensó que los brazos de Katsuki eran cálidos, que el aroma acaramelado de las feromonas le provocaba cierta paz que no había sentido en algún tiempo.

El Omega se separó levemente y el Alfa aprovechó esto para limpiar con su pulgar las lágrimas ajenas, quedándose en silencio mientras se miraban fijamente por un momento antes de separarse al escuchar algunos pasos. Izuku se levantó, sonriendo al ver a su hijo que tenía una cuchara llena de helado en su boca, así que de forma divertida lo cargó en sus brazos.

-¿Está todo bien, Izuku?. - El señor Masaru llegó junto a la señora Mitsuki. El reciente llanto del Omega se podía ver por los ojos levemente hinchados de este, así que se preocuparon.

Izuku les sonrió, dirigiendo su mirada a Katsuki antes de asentir.

- Todo estará mejor ahora ¿Verdad que sí? Kacchan...

-¿Lo sigues dudando?. - Katsuki le sonrió de vuelta, aún sentado en el sillón mientras veía a Izuku negar levemente con la cabeza.

Masaru y Mitsuki se miraron confundidos, luego miraron a los más jóvenes. Algo se sentía diferente, pero no era desagradable.

El pequeño en brazos de su papá observó todo, aún más confundido que sus abuelitos, pero el helado le supo un poco más rico porque su papi Omega se encontraba feliz.

Por otra parte, Kirishima después de salir del restaurant y entregar unos documentos a los oficiales de policía que tenía a cargo, salió a comprar algunas rosas. Pensaba que la terapia de pareja iba a funcionar porque desde su perspectiva habían hecho un progreso, es entonces que eligió las rosas más bonitas y los chocolates más caros. Fue una lastima que a último minuto olvidara la promesa que se hizo así mismo, y los chocolates caros, junto a las hermosas rosas terminaron en la habitación sucia de un motel. Una vez más.

El Alfa pelirrojo estaba perdiendo a su familia, y ni siquiera era conciente de eso.

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1135 palabras.

¡Hola! ¿Cómo se encuentran? ¿Pudieron comer algo el día de hoy? ¿Están tomando agua?

Matilda-Harry Styles. "You don't have to be sorry for leaving and growing up."

Deku va progresando y muchas cosas buenas se acercan, cada vez hay más interacciones con Bakugo. ¿Qué les parece el capítulo? ¿Cómo se sienten al respecto? Me gustaría saberlo💗. Gracias por los bonitos comentarios y feliz cumpleaños a simpde_aki
Gracias por leer este fanfic y gracias por tus lindos comentarios💗

Gracias por su lindo apoyo a todos y por llegar hasta aquí.

Este autor se despide mandandoles besos y abrazos virtuales ✨

-Dxmian.

Me and my husband [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora