Pequeños besos son repartidos en la extensión de su cuello haciéndole cosquillas, la mano que lo abraza por detrás se mueve traviesa desde su pecho hasta su cintura en donde su carne es apretada, luego sigue bajando por su cadera, yendo más atrás hasta que se posa en uno de sus glúteos, apretando como si de masa se tratara.
-Mgh, Kacchan. - Gime entre sueños, frunciendo sus cejas mientras entre abre sus ojos, girando un poco para ver la gran sonrisa del rubio junto a los ojos rubí que lo observan con picardía. Hace un pequeño puchero, pero no se mueve del lugar en el que está acostado, solo deja que los besos sobre su cuello y las caricias continúen.
-Vamos, deja de ser un flojo es hora de levantarse. - Katsuki deja pequeños besos sobre el hombro ajeno antes de pasear su nariz por el lugar hasta llegar a la curvatura del cuello ajeno, inhalando las feromonas directamente de las glándulas de olor. Había deseado tanto poder hacer eso de forma libre sin tener que preocuparse por el rechazo del Omega que hacerlo en ese momento fue mil veces mejor de lo que esperaba.
Izuku se movió, extendiendo su mano para tomar su celular y ver la hora, haciendo un pequeño puchero al ver que era muy temprano. Volvió a la posición en la que estaba, dejando el celular aún lado.
- Me duelen mis caderas, no quiero. - El Omega se acurrucó nuevamente, cerrando sus ojos en un intento de dormir un poco más, sin embargo sintió su piel erizarse cuando el lóbulo de su oreja fue mordido levemente.
-Pero debemos de bañarnos, y vamos a tardar mucho. - Susurró contra el oído ajeno, sintiendo el cuerpo del menor temblar contra su cuerpo. De hecho, en realidad iban a tardar un poco más de tiempo en salir de la cama, porque Izuku cansado de las provocaciones del Alfa se levantó, solo para sentarse en las piernas ajenas mientras sus muslos eran sostenidos. Iba a ser una mañana interesante.
Después de la larga ducha que ambos se dieron, Katsuki fue a su casa a cambiarse solo para volver a regresar, ofreciéndose a hacer el desayuno e incluso llevar a Kenji a la escuela para que Izuku descansara un poco más, por supuesto, al principio se negó pero tras insistir un tiempo el Alfa se salió con la suya.
Kenji bajó por las escaleras en un rato más, feliz pero sorprendido de ver al señor Katsuki en su casa haciendo pancakes. Esa mañana había sido un muy buen comienzo para los tres, el desayunó transcurrió con calma y de forma amena, charlando sobre los planes del día porque era viernes de películas, eligiendo unas cuantas para verlas en la tarde cuando Kenji llegara de prescolar, el pequeño no queriendo ir al jardín de niños se despidió de su papi Omega, tomando con su manita la mano del Alfa adulto quien lo llevaría. Katsuki regresó más tarde después de dejar al pequeño, en su mano traía una bolsa de farmacia e Izuku le agradeció mientras la tomaba, poniéndose rojo al ver la caja de condones que había dentro además de la pastilla del día siguiente. Después de tomar la pastilla, ambos se acostaron en el sillón del sofá, haciendo nada más que descansar, besandose de vez en cuando, con sus piernas enredadas y sus manos entrelazadas, esto continúo así hasta que tuvieron que ir a recoger a Kenji a la escuela.
Frente al pequeño actuaron como normalmente lo hacían, sin tomarse de las manos o besarse, ni siquiera estando tan cerca como lo querrían, porque sería muy difícil explicar lo que estaba ocurriendo entre ellos, debían de darle espacio, tiempo, además, aún no sabía que sus padres ya no estarían juntos y que el niño lo comprendiera sería complicado. El divorcio de por sí ya era traumático para cualquier infante, de alguna u otra forma.
-Quiero más días así, como ayer y hoy. - Dijo el menor durante el almuerzo, llevando a su boca con los palillos llenos de arroz, haciendo que sus pequeñas mejillas se llenaran como si fuera una pequeña ardilla. Su mirada estaba enfocado en la televisión, sonriendole al señor Katsuki cuando este revolvió su cabellera como usualmente solía hacerlo.
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Me and my husband [KatsuDeku]
Fanfiction[Omegaverse KatsuDeku] Izuku sabe que su esposo lo engaña, pero separarse de él le resulta difícil.