𝑿𝑿𝑰𝑿.ఌ︎

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Realmente ese sentido a la vida se había puesto sobre sus ojos. Sus manos temblaban y rápidamente su corazón se estrujaba contra su pecho.

El dolor se expandia sobre su cuerpo y lentamente su cuerpo caía al suelo. No importaba que tan fuerte se golpeara, ese dolor no se igualaba con el que sentía en ese momento.

—¡PAPÁ!— escuchaba muy alejadamente, se oía como si cada vez más esa voz se hiciera eco en su cabeza.

Realmente la oscuridad se veía más alejada y la luz sucumbia por el final. Acaso esa era la despedida de su persona.

[ ....]

Horas antes

— estás dispuesto a todo— el silencio sobre sus labios paresia sepulcral ante las palabras ajenas.

— mi familia es todo. Si quieres matarme adelante — Manjiro se abrió de manos dejando a la vista su cuerpo para ser apuntando con el arma — aslo, pero antes quiero a Takemicchi y Eji conmigo...¡YA!

Izana apartó el arma y simplemente sonrió, disfrutaba ver cómo mikey sufría y sentía angustia por su familia.

— el matarte no serviría de nada. Quiero que sufras, sano. El que tú familia te falte y no saber si están bien, te hace sentir impotencia.

— entonces que piensas hacer... Dijiste que si me presentaba ante ti los dejarías. Acaso me metiste.

— eres idiota Manjiro — echo a reír — claramente fue una trampa y tú fuiste tan idiota de venir. Dile a tus hombres que bajen el arma oh Eji la pasará muy mal.

Mikey dio una señal y enseguida el arma de todos fue abajo. Manjiro tenía el seño fruncido y sus ojos se mantenía en contacto con los lilas.

.....

Sanzu manejaba el auto y solo a unos metros más se veía el basurero de la ciudad. Tras el coche Eji miraba atentamente a su padre, realmente había sentido miedo de no poder verlo nuevamente.

Hanma miraba detenidamente a sanzu quién era el que manejaba. Ahora que pensaba, porque ese hombre tan más seco y cortante se preocupaba por el bienestar del mocoso.

Si hace algunos años lo viera haci dudaría que estaba en sus cinco sentidos, lo normal era que ese de ahí ni siquiera se preocupaba por el mismo y ahora lo sorprendía ayudando del cachorro de quién siempre fue sirviente.

— quieres dejar de mirarme — dijo sanzu mientras lo veía.

Hanma río un poco y nuevamente dirigió la vista al frente.

— esque eres tan .... Tan impredecible, jamás pensé que ayudarías a mikey y más ayudando a su familia.

— cállate, lo hago porque se que me dará una gran comisión.

Sanzu continuo al volante mientras hanma hacia una sonrisa expansiosa y mirada de complicidad. Claramente el sabía que le había agarrado cariño a ese mocoso de ahí, sin duda alguna en años a futuro lo podría tener como su perro guardián si lo deseara.

— E-eji— se escuchó murmurar en la parte trasera.

Takemichi por fin había despertado, Eji se acurrucó hacia el y lo miro detenidamente mientras era sostenido por su mano.

Gotas Saladas [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora