-here today ➸ mclennon

II - Ego y seguridad.

La siguiente hora con mis amigos había sido un completo infierno. No dejaban de alardear sobre John.

"John es gracioso."

"John es tan buen amigo."

"John es un regalo para no vivir tan mal este segundo año, deberías saberlo, Paul."

  John. John. John. Y después, John.
El maldito sin amigos se había convertido en toda una celebridad. No para mis amigos, sino para cualquiera que le tocara la "suerte" de compartir clase con él. Para mi dicha, no me había tocado con él, pero no podía dejar de pensar en la posible persona que se escondía en John.

  ¿Qué tal que era un fanfarrón? Y él probablemente alardeaba demasiado de lo increíble que era, la gente se lo compraba y por eso caía tan bien. Por un momento llegue a pensar en un personaje de la caricatura favorita de Mike (El maravilloso mundo de Gumball); el personaje era Tobías Wilson.

  Ese tipo que siempre alardeaba en ser alguien genial, la gente se lo compraba y caía bien por eso. Cuando lo conocías verdaderamente, era una persona aburrida y mentirosa. Sí, tal vez John era así. Tal vez les hablaba a todos de lo genial que era pero al final no era nada más que un fanfarrón.

  Aunque, algo que descartaba la opción era que nadie decía que fuera alguien genial, más allá de las bromas que todos decían, eran fabulosas.
  Me refería a que, nadie decía: John es valiente. No. Solo decían: John es muy divertido.

  Eso era demasiado raro. Dudaba que en serio John fuera tan buen amigo y buen bromista como todos los que tenían clase con él decían. Probablemente estaban equivocados.

  —Ugh, John es tan chismoso.— ¡Ajá! Al fin una crítica mala de John por parte de George.

  —¿Por qué?— dije mientras íbamos caminando a la siguiente clase.

  —Le dijo a Pattie que yo sentía algo por ella.— se quejó George haciendo como si su mundo se fuera a caer.

  —¿Por qué lo hizo?— traté de indagar. Sabía que para George, Pattie era alguien muy especial; que John haya arruinado eso sería solo el principio de que Geo se pusiera en su contra.

  —El bastardo dijo que si fuera su ultimo día en la Tierra, él se le confesaría a la persona que le gusta. ¿¡Y eso a mí qué!? Yo no pienso igual.— se frustró Geo.

  De repente, Pattie cruzó miradas con George. Quien quiso esconderse detrás de mí pero acepto que debía enfrentar lo que tuviera   que pasar.

  —Oye, George.— le dijo Pattie muy tranquila. —¿Podemos hablar?

  —Claro, Patico.— Entre nos, ese apodo me resultaba terriblemente espantoso, ridículo y patético pero no le decía nada a George para que no se sintiera apenado. Pero oigan, ¿quién le dijo a George que ese apodo era una buena idea?

  —John me lo contó...— Eso es, Patico, haz que George odie al imbécil ese de John.—Tú también me gustas, Geo, mucho.

  Una palabra: ¿¡QUÉ?!
Sí, por un momento mi yo egoísta pensó en que sería buena idea que Pattie lo rechazara solo para que John no ganara más cumplidos de los que ya había tenido por parte de George. No quería que él fuera tan popular siendo todo un chismoso bromista, como le habían apodado.