Donde Jungkook es un exitoso, pero infeliz hombre casado. Este mismo vive asegurando que todo lo que ha pasado hasta el momento en su vida, lo tenia merecido. Pero de una extraña manera volverá a reencontrarse con la persona que una vez lo hizo feli...
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El agradable olor a galletas recién horneadas llegó a las fosas nasales de Jungkook , quien entraba al departamento perteneciente a su lindo rubio.
Con una sonrisa boba en sus labios camino en silencio hacia la fuente del delicioso aroma.
Jimin y Yeri reían emocionados al ver como las galletas en forma de corazón les habían salido perfectas, especialmente pedidas por la menor.
- Papi mimi ¿Crees que a papi Kook le gusten las galletas que hicimos? - pregunto mirando sus creaciones en la pequeña charola, todas se veían apetecibles.
Jimin sonrió dulcemente al entender lo que la menor quería así que tomó una de las galletas y empezó a soplar de ella, cuando ya no estaba caliente se la ofreció a la menor quien la tomó con sus pequeñas manos y sus grandes ojitos brillaron de felicidad.
- ¿Esta rica? - pregunto Jimin al ver como esta comía la galleta felizmente.
- Muchísimo...estoy segura que papi kookie le gustaran mucho.- aseguró.
- Pero si te las comes todas no podre ni probarlas, princesa - dijo Jungkook saliendo de su escondite sorprendiendo a ambos menores.
La primera en reaccionar fue Yeri quien salto de su asiento y corrió a los brazos del pelinegro.
- ¡Papi Kook! Te extrañe - grito entre los brazos el mayor quien beso su rostro provocándole que esta ríase feliz.
- Yo también te extrañe princesa ¿Te portaste bien como papi mimi? - pregunto y la menor asintió efusivamente mientras bajaba de los brazos del pelinegro y corrió a abrazar a Jimin quien solo observaba todo en silencio.
- ¿Como estuvo tu día, amor? - hablo recién el rubio.
- Muy bien, ahora que los veo - sonrió mientras se acercaba al rubio y besaba su mejilla.
Yeri observo atenta la escena y su corazón no podía sentirse más lleno de felicidad, jamás pensó que en su corta vida podría ver a su padre tan feliz con alguien que no sea ella, su sonrisa era aún más bonita que antes, sus ojitos brillaban cada vez que veía al su papi mimi.
Yeri se sentía aún más amada que antes, el chico rubio llegó a la vida de ambos a dar más motivos para sonreír y la pequeña no podía sentirse más agradecida por eso.
Jimin observo como la niña los observada con una gran sonrisa en sus labios y le hizo señas con su mano para que se acercase, cuando esta lo hizo, Jimin la cargo entre sus brazos y la abrazo con mucho amor.
Jungkook sintió su corazón casi explotar de felicidad y no pudo evitar unirse al cálido abrazo, estuvieron así por unos minutos en total silencio pero en ningún momento dejaron de sonreír.
Pero los tres sonreían teniendo el mismo pensamiento.
"Esto se sentía tener una familia llena de amor y felicidad, por les gustaba".
