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Narra Riki:

— Riki, mierda, despierta de una vez! —me gritó desesperadamente para que me levantará. 

No recordaba nada, no sabía como había acabado en el suelo, solamente tenía claro que me dolía de manera descomunal la cabeza y estaba que me explotaba debido a los dolores fuertes. 

— ¿Qué mierda paso anoche? —expresé sin entender nada. 

— Riki. —me llamó. 

— Dime. 

— Riki. —repitió varias veces. 

— ¿QUÉ MIERDA TE PASA? —lo miré y luego miré alrededor— ¿Dónde está T/n? ¿DONDE MIERDA ESTÁ T/N? —pregunté desesperado. 

Heeseung se encontraba con la mirada baja, haciendo que su acción me alterará más y me diera entender que algo le había pasado a mi rayo de sol. 

— El multiverso fantasioso volvió Riki, la Magic Dark volvió luego de más de dos décadas. —me dio la cara luego de tenerla mucho tiempo baja. 

— MALDICIÓN. —salí rápido de la torreta dirigiéndome a la zona de los alfas. 

Corrí hasta la frontera noreste del bosque, donde se encontraba la cabaña de los lobos alfas. Y sí, en su momento le tuve un odio a esos seres, pero ya somos aliados, tienen que ayudarme. 

— Jay. —lo llamé al entrar a la casa. 

— Riki? —frunció el ceño confundido— que haces aquí? 

— T/n Jay, la magic dark se la llevo. —la desesperación de podía notar en mi pronunciación. 

— Me lo supuse... —habló neutralmente haciéndome enojar.

— Qué? por qué? —le pregunté indignado. 

— Han pasado más de dos décadas Riki, no habían podido entrar al nuestro mundo por el poder que la reina artemisa tenía en sus manos, ahora que ella no está nadie ha podido proteger el bosque y a pesar de que T/n es la reencarnación, no sabe manejar sus poderes aún, porque fue por una alteración genética que sus poderes se descontrolaron. —contó de manera despreocupada mientras se preparaba un jugo. 

— Que quieres decir con eso? —pregunté con el ceño fruncido. 

— Ella fue elegida para ser Artemisa desde muy pequeña, nadie lo sabía, solamente la anciana de la vieja cabaña de sureste que ella fue bendecida por la reina para que jamás muriera y siguiera ayudando a todos. El punto es que, el padre de T/n hizo una alteración genética al hacer experimento con ella con sangres de distintas razas, inclusive entra la magic dark en ese rango; —contó Jay— por eso la magic dark vino de manera desesperada, porque la sangre de T/n también es parte de su mundo alterno y más si saben que tiene sangre de una de las brujas místicas más poderosas. 

No podía creer lo que estaba pasando... T/n es más poderosa que todos juntos? 

— Ella es más poderosa que los seres humanos, más poderosa que nosotros, inclusive que la magic dark y la magic soft. Y ojo, la magic soft es una de la más poderosa por tener el control principal del bosque y del núcleo de poder de cada uno de nosotros.

— Maldita sea Jay... La desesperación en encontrar es más grande. —confesé entristecido. 

— Como vas a decir eso si eres el futuro rey? Se te olvida que Drácula puede abrir los portales a mundos alternos al nuestro? —me dijo de manera irónica. 

— Es Drácula, yo soy Riki. —bajé mi cabeza. 

— Mira cabeza de murciélago, tú mismo puedes hacerlo, porque al ser coronado ganas todos los poderes que le concedieron a Drácula. —rodeo sus ojos. 

— ES CIERTO! —le di la razón— ¡YO PUEDO HACERLO! 

— Dios, avaces eres demasiado estúpido. —dijo mientras se sentaba en el sillón. 

— Gracias Jay, te debo una. —le agradecí para salir de la cabaña y comenzar a correr.  

Al llegar nuevamente al pueblo me puse a buscar en los libros que mi madre me había dado antes de morir sobre la historia de Drácula y los mundos alternos. Revolví todo el escritorio y las gavetas las hacia volar sin querer... Bendita mi fuerza de vampiro rey recién desarrollado.. 

Lo encontré...  

Lo tomé y lo metí en uno de los bolsillos de mi chaqueta, a lo que me dispuse a salir directamente al centro del bosque, asegurándome de que nadie me siguiera y que se mantuvieran lejos de mi. 

Jamás fui alguien abierto a las demás personas, ella me hizo cambiar por completo, desde aquella vez que me salvó a mi a pesar de todo, y aunque no pudo salvar a mis padres, solamente a mi, le agradeceré por siempre el haber estado ahí en ese momento. El día que la volví a encontrar me cayó como anillo al dedo, porque, de pequeño siempre estuve seguro de que ella iba ser la mujer que yo amará al crecer. 

— ❝Voy por ti mi reina, jamás te dejaré sola, jamás.❞

El chico del bosque. [Nishimura Riki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora