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El chico era bastante alto, era pálido, sus ojos eran de un color negro, definitivamente me recordaba a él, pero —¿cómo?—.

— Soy Nakamura T/n. —Dije alegremente, el chico al escuchar mi nombre me miro de arriba a abajo. 

— Nishimura Riki. —Dijo serio. 

— Me disculpo por entrar a tu casa sin permiso, pensé que no vivía nadie aquí. —Dije apenada. 

— No importa eso, ¿cómo entraste al bosque sin ser lastimada? esa es la pregunta. —Respondió nuevamente serio.  

— Simplemente huía de mi familia. —Respondí como si nada. 

— ¿Por qué huiste? Yo daría todo por tener a mi familia devuelta. —Dijo sincero. 

— Mi familia no es una familia que desearía tener, todos hacen cosas y dicen cosas que no son de mi agrado. —Respondí sería. 

— ¿Cómo cuáles? —Era muy curioso, pero agradable en su momento. 

— Matan a personas inocentes, torturan y cortan en pesados a las personas cuáles no tienen nada que ver con ellos. Me molesta eso, siempre fui un estorbo para ellos, salvé a varias personas de aquellas cosas, pero no a todas. —Decía mientras daba vueltas por la sala. 

— ¿Eres tú quién me salvo? —Preguntó con su voz entré cortada. 

— Parece que si. —Dije sonriendo y asentí igualmente. 

Luego que dije sé lanzo a abrazarme, lloró en mi hombro, ahí fui dónde me di cuenta que sigue siendo el mismo niño llorón de aquella vez. 

Flashback:

Aquel niño que habían traído con sus padres de castigo sé encontraba llorando en mi hombro, era un niño buscando calor. 

— Quiero salir de aquí. —Expreso llorando. 

— Te ayudaré a salir. —Dije. 

— ¿En serio? —Dijo él limpiando sus lagrimas. 

Yo solo asentí, tomé su mano y con cuidamos nos dirigimos a la puerta trasera; nos asustamos a escuchar un grito y luego sé escucho la voz de mi padre: 

— ¡TRAIGAN AL NIÑO! —Alzo la voz. 

Mi reacción fue abrir la puerta, y decir: 

— Corre, corre. —Gritando. 

Él corrió hacía el bosque y jamás supe de él, era demasiado pequeña pero sabía que era bien y mal, mi padre hacía el mal y yo el bien. 

Fin del flashback.

Ni-ki quedo abrazándome durante un rato, sus lagrimas no paraban de salir; era un indefenso niño que pasó la mayoría de su infancia sobreviviendo por su cuenta. Luego de 15 minutos sé separó y me dijo: 

— Gracias por sacarme de ese lugar. —Sonrío por primera vez ante mi, era una sonrisa encantadora. 

— No podía dejarte ahí sabiendo cuál era tu destino. —Lo miré. 

Luego de un rato nos sentamos a conversar de todo lo que había pasado estos años; tuve que sobrevivir durante todos estos años por su cuenta, construyo está casa con arboles tirados en el suelo, pasó frío, y casi muere hipertermia, solo que, los animales les dieron calor acostándose encima de él.  También me dijo que han pasado muchas cosas en esté bosque, desde cuerpos encontrados, violaciones y asesinatos, no descubiertos por él, él tiene familia en la ciudad y solo va una vez al año, porqué puede ponerse en peligro. 

— Entonces, ¿has estado acá por 10 años? —Exclamé sorprendida y él asintió riendo.

— Pero eso es mucho, demasiado. Pero debe ser muy lindo. —Dije sonriendo. 

— La verdad, lo es. Solo tienes que acostumbrarse. —Sonrío mostrando sus dientes. 

Duramos horas hablando, y sé hizo de noche. 

— ¿Dónde me quedaré? —Cuestioné conmigo misma. 

En eso entró Ni-ki. 

— Deberías quedarte a dormir acá, es peligroso el bosque de noche. —Dijo. 

— No tienes que preocuparte, no tienes porqué hacerlo. —Dije nerviosa. 

- Tienes que quedarte. - Me fulmino con la mirada. 

Yo solo asentí, tenía ropa cómoda, así que no era necesario, pero alguien quiso que me cambiará. 

— Ponte una de mis camisas. —Me pasó una camisa. 

— P-pero. —Dije e interrumpió. 

— Nada de peros, te dejo para que te cambies. Allá está el baño —Señalo con el dedo al fondo de la sala.- Estaré en mi habitación y te esperaré para dormir. 

Entré al baño, me quite lo que cargaba, siempre abajo de mis pantalones me pongo shorts, por eso no me preocupe. Su camisa me quedaba como un vestido, literalmente antes de las rodillas. Ahí se imaginan la diferencia de estatura. Estaba algo despeinada, solo me peine con los dedos, mi cabello me llegaba hasta cintura, no era muy largo, pero era abundante. 

Salí de aquel baño, y me dirigía a la habitación, al entrar vi a Ni-ki acostado con una camiseta igual a la que él me dio, su mirada sé poso en mi y sonrió. 

— Te ves linda. —Dijo sonriendo. 

— Gracias. —Dije sonrojada—. La camiseta es más grande que yo. —Reí. 

Él también río y dio leve palmaditas en la cama para que fuera a su lado. Él se encontraba ya arropado, esperándome como dijo. Caminé hacía la cama, me arrope con las sabanas, y me acosté, él imitó mi acción; ambos sentíamos nuestras espaldas, el ambiente era algo incómodo. Había cerrado mis ojos, pero un leve movimiento en la cama hizo que me desconcentrará, era Ni-ki sé había colocado de manera en que él mirará mi espalda, y a lo segundos sentí unas manos rodeando mi cintura, era él nuevamente, hizo que me pegará más a él enrollando sus piernas sobre las mías y lo extraño es que me dormí luego de ello.

A la mañana siguiente con Ni-ki:

No sabía que estaba abrazando, pero esa suave, tenía mis ojos cerrados, estaba relajado; al abrir mis ojos me di cuenta que estaba abrazando a T/n, salté debido al nerviosismo, menos mal y eso no la despertó, quité mis manos de su cintura y me levanté; fui directamente al baño, me encontraba rojo, lavé mi cara porqué pensaba que era un sueño y no lo era. Me sentí algo avergonzado, de seguro pensará que soy atrevido y no volverá a confiar, tengo miedo. 

El chico del bosque. [Nishimura Riki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora