capitulo 14

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Dejo que mi hermosa luna se cambie tranquila y ahora que lo pienso tenemos que ir a su manada, para decirle al alfa que ella es mi luna y como dictan las leyes él no se tiene que poner a nada y si se opone voy a empezar una guerra, ella es mía y d...

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Dejo que mi hermosa luna se cambie tranquila y ahora que lo pienso tenemos que ir a su manada, para decirle al alfa que ella es mi luna y como dictan las leyes él no se tiene que poner a nada y si se opone voy a empezar una guerra, ella es mía y de solo pensar que no estará al lado mío me enfurece y siento una precion en mi pecho, a pesar de tan solo conocerla de un día yo la amo, corrección yo la amo desde antes de conocerla ella es mi todo al igual que su hija, yo ya la acepte como mía y se que es adoptada aunque tiene el olor de mi mate por todas partes marcando la cómo su cachorra, la pequeña Amaria me contó que mi preciosa la adopto y para mí esos es fantástico y deja ver la bondad y el gran corazón que tiene, ella es lo que le hace falta a mi manada, le hacía falta una luna como ella y gracias a la diosa que la puso como mi pareja eterna mi único deseo se ha cumplido.

Salgo al patio tracero dónde escucho la voz tierna de amaría.

—Mi mami me contó un cuento sobre los mates, dijo que encontrar a tu alma gemela es muy importante porque sin ella te sientes vacío, ¿tú crees que yo pueda encontrar a mi mate?.— está hablando con una de las chicas de limpieza, amaría la mira con un brillo especial en sus ojitos.

—Si, cuando seas grande y tengas tu primera transformación podrás encontrar a tu mate bonita.— Le dice la chica de limpieza.

—Eso me dijo mi mami, ella es muy linda y buena.— Amaría hace un corazón con sus manos —mi mami dice que la bondad del corazón es lo más importante, si tú corazón es bondadoso significa que eres alguien buena y te darán muchos regalos.— Lo último lo susurra cómo su fuera un gran secreto.

—Alfa— dice la chica cuando me ve y hace una reverencia.

—Puedes retirar— ella se va sin decir nada más, amaría se levanta y hace la misma reverencia que hizo la chica, la miro con ternura.

—Alfa, ¿cómo está?.— Pregunta y se vuelve a sentar en el pasto del espacioso jardín, me acerco y me siento donde está ella .

—Hola pequeña, estoy bien.— Hago una pausa mirandola detenidamente.
—¿tú como estás?, ¿te gusta estar aquí?.—

—Me encanta, todos son muy buenos aquí y me tratan como si fuera una princesa.— Lo cuenta con ese brillo en sus ojos y ahí es cuando me doy cuenta que amaría se está ganando mi corazón y más adelante espero tener el placer y honor de que me vea como una figura paterna y me llame papá.

—Pequeña, ¿te gustaría tener un papá?.— ese brillo que tanto la caracteriza se esfuma y me regaño mentalmente por hacer eso.

—Si, pero si mamá no encuentra a su mate no lo podré tener y me entristece mucho.— Su voz suena apagada al igual que sus ojos.

—¿Que pasa si te digo que tu madre ya encontró a su mate?.— Ella me mira recuperando su brillo y me siento más relajado.

—Eso sería fantástico, espera.— se levanta tan rápido del pasto y me mira con sus ojos entrecerrados. —¿Tu eres el mate de mi mami?.— Asiento con la cabeza y ella suelta un grito tan agudo y alto que me asustó y se lanza a mis brazos, abrazándome muy fuerte.
—Ahora tú eres mi papi, ¿te puedo llamar papi verdad?.— Sonrió.

—Si cariño, me puedes llamar papi.—

—¡Si!.— en eso sale mi luna y ve para todas partes hasta que su mira se encuentra con la de amaría y corre hasta donde estamos.

—Mi amor, te encuentras bien.— La mira detalladamente cómo esta mañana. —¿A quíen tengo que matar?.—

—Cariño no tienes que matar a nadie.— Ella me mira y se tranquiliza.

—¿Porque gritas asi amaría?.— la regaña cariñosamente.

—Porque mi papi es tú mate.— Mi luna la mira confundida.

—¿Tu papi?.— mi luna me mira pidiendo explicaciones.

—Si mami.— La pequeña suspira cansada. —El alfa Uzziel es mi papi— y amaría me abraza yo sonrió y mi luna también, se hacerca a nosotros y se une a nuestro abrazo, ahora tengo una familia, una pequeña pero hermosa familia y por primera vez en muchos años me siento muy feliz.

El me rechazó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora