capitulo 8(la pequeña Amaria)

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Paso un par de meses de lo sucedido con Callum, sobre Maik, se apareció en mi casa y estuvo conmigo hasta que me calme, el se fue y yo me quedé  dormida en el sofá

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Paso un par de meses de lo sucedido con Callum, sobre Maik, se apareció en mi casa y estuvo conmigo hasta que me calme, el se fue y yo me quedé  dormida en el sofá.

Los días transcurrieron, el nuevo alfa precento a su luna en la manada, algunos no estaban de acuerdo, porque sabían que ella no es su mate, otros le restaron importancia, la velada fue exquisita, Maik descubrio que su mate era Rebeca y ella lo rechazó frente a todos, después de dos semanas me pidió que sea su novia lo cual acepte, pasamos días muy felices.

Pero lamentablemente nos atacaron los vampiros, murieron muchos guerreros entre ellos Maik, mi Maik y yo no pude protegerlo, estába ocupada ayudando a los niños y mujeres a ir al refugio de la manada cosa que tendría que aver echo Rebeca como luna de la manada, pero la estúpida esa apenas se enteró del ataque corrió a esconderse si tan solo ella se hubiera encargado de sus deberes yo podría averle cuidado la espalda a Maik y el estubiera vivo en este momento.

Ahora estoy ayudando a las personas que sobrevivieron de la manada a reconstruir sus casas ya que en el ataque varias de ellas fueron destruidas.

(•••)

Ya anocheció y la mayoría de casas ya están construidas.

—Señora.—una niña jala de mi largo vestido, bajo la mirada para observarla , es preciosa con unos ojos verde, pelo largo y de color chocolate.

—¿Que pasa?, cielo.— le digo mientras me arrodilló a su altura.

—Mis papis no están.— dice ella con lágrimas en sus preciosos ojitos, de suguro murieron en combate, pobre nena.

—¿Y porque no estás en la casa de acogida?.— le pregunto, ya que a los niños que se quedan sin familia los lleva a esa casa es como un orfanato.

—Porque los niños me hacen daño.— contesta ya llorando a cántaros, la abrazo.

—Oye te parece ir a mi casa.— le pregunto con una pequeña sonrisa la cual saca la de ella también.

Le extiendo la mano y ella la hagarra y así nos dirigimos a mi casa, llegamos y como siempre mis padres no están, salieron de viaje la semana pasada así que no hay nadie más que la pequeña Amaria y yo, comemos y ella me cuenta de su vida, vivía con su padre y madre y al ellos morir no le quedó más familia, me entristeció que una niña tan pequeña no tuviera familia, después de comer tomamos un baño, lavamos nuestros dientes le preste una vieja pijama de ositos que tenía cuando era niña y para nuestra suerte le entró como un guante, nos a costamos en mi cama y minutos después ella se durmió, por mi parte estube meditando algo toda la noche  y creo que va a ser lo correcto y haré todo lo posible para conseguir lo que quiero.

(•••)

Me despierto y veo a amaría dormida a mi lado se ve tan tranquila y tierna que me da pena despertarla de su dulce sueño, con mucho cuidado de no despertarla me levanto de la cama y voy al baño a hacer mis necesidades.

Después bajo a la cocina a preparar el desayuno, preparo waffles, tocino con huevos, ensalada de frutas, jugo de naranja recién exprimido, café, chocalatada, pan tostado con mantequilla y dulce de leche que proviene de argentina, si todavía no an probado el dulce de leche no saben lo que es la verdadera gloria, en fin un desayuno bastante completo.

Voy hasta mi habitación y la encuentro a ella todavía durmiendo, voy hasta mi cama y la despierto con muchos besos en su mejilla, va al baño y hace sus necesidades para después bajar a desayunar, se sorprende con la cantidad de comida que he echó y nos disponemos a comer todas estas delicias entre risas y bromas por parte de ella.

El me rechazó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora