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❝ʟᴏs ǫᴜᴇ ʟᴇ ᴛɪᴇɴᴇɴ ᴍɪᴇᴅᴏ ᴀʟ ᴀᴍᴏʀ ʟᴇ ᴛᴇᴍᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ, ʏ ʟᴏs ǫᴜᴇ ʟᴇ ᴛᴇᴍᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴠɪᴅᴀ ʏᴀ ᴇsᴛᴀɴ ᴍᴜᴇʀᴛᴏs.❞

La joven Emma se encontraba escuchando la voz de aquel rubio, quien repasaba las líneas que leería en la mañana cuando fuesen al atrio

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La joven Emma se encontraba escuchando la voz de aquel rubio, quien repasaba las líneas que leería en la mañana cuando fuesen al atrio. Fue un éxito la vez anterior, y les permitieron hacerlo otra vez, antes de que fuese el turno de Chifuyu, Takemichi y Kakucho.

Debido a su incapacidad al hablar, ella solo podía acompañar a Draken en silencio, o repartir libros bíblicos a las personas.

Desde pequeña ella fue criada allí cuando sus padres la abandonaron y la dejaron en la puerta del convento. Emma era una chica responsable que siempre seguía las órdenes al pie de la letra. Aprendió el lenguaje de señas a través de un profesor que los monjes contrataron, lo aprendió con esmero, sin embargo, creyó que después de todo no le haría mucha falta, pues allí nadie lo sabía y no habría con quién utilizarlo.

Hasta que llegó él.

Draken fue la primera persona que se esforzó en aprenderlo solo para comunicarse mejor con ella. Emma se pasaba las noches después de cenar junto a él, ambos en su habitación solo para seguir estudiando. Pasaron tanto tiempo juntos que su lazo se hizo bastante fuerte, Draken comprendía a Emma en todos los sentidos, a pesar de no poder hablar, sabía cuándo le ocurría algo, o en qué pensaba.

No fue difícil hacer que Emma llamase la atención de Draken, más allá de lo que debería. Pero no podía hacer algo como eso, estaba prohibido, ella era una aspirante a monja, él un... bueno, eso ya era otra historia.

No hay que desviarse del tema.

En conclusión, ellos no podían tener nada, y según él, Emma solo lo quería como hermano.

Aunque. La chica de ojos azules ciertamente no era una creyente de todo corazón. Emma le servía a Dios y al convento solo porque le dieron un techo y comida para sobrevivir. Ella creía que si se convertía en monja en un futuro, les estaría agradeciendo por todo. Allí todos eran su familia y los amaba como la que nunca tuvo.

Por lo cual le era demasiado frustrante que por ser muda no pudiese evangelizar a más personas.

—Listo, supongo que ya practiqué lo suficiente —pronunció el de tatuaje en la sien, sonriéndole levemente, de pronto cuando encontró sus ojos miel viendo lágrimas en ellos, se asustó de sobremanera, mirándole preocupado—. ¿Estás llorando?, ¿qué pasó?, ¿te sientes bien? —su voz era la perfecta melodía a oídos de Emma, quien cubrió sus ojos ahora brillantes por las lágrimas que caían como perlas por sus mejillas, intentando ocultar su rostro entre sus manos.

❝𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐓𝐄𝐌𝐏𝐓𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍❞🔞 ♕[𝐑𝐘𝐔𝐒𝐄𝐈 𝐗 𝐂𝐇𝐈𝐅𝐔𝐘𝐔]♕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora