Capítulo 13: La sorpresa

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"Pintar es una de mis pasiones y es en su mayoría visual. Quería compartirlo contigo pero sabía que tenía que inventar algo para que tú también puedas experimentarlo." Clarke se levantó y tiró de Lexa para que la siguiera. La guio por el pasillo hasta una pequeña habitación al lado de la suya. "Todavía estoy trabajando en ello. Últimamente no he podido avanzar mucho." Abrió la puerta y dejó que Lexa pasara.

Las paredes estaban recubiertas de bocetos en todo tipo de papel, pequeños y grandes lienzos, todos salpicados de colores alegres. Y todos siendo obras preciosas.

Obras preciosas que Lexa no podría ver nunca.

o también;

Las parejas se están volviendo serias y luego una cosa muy seria ocurre.

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Lexa deslizó los dedos por la desconocida encimera. El apartamento de Clarke todavía le resultaba en su mayoría un misterio ya que solían pasar la mayor parte del tiempo en el suyo. Pero Clarke había insistido en que Anya y Raven tuvieran la oportunidad de estar alguna vez en la casa de la primera.

(Nadie quería escuchar a las otras parejas todo el rato. Y, aparentemente, ninguna de ellas podía estar sin tocarse continuamente. Esto había causado demasiadas interrupciones en ambos sentidos en el último mes).

Lo que había llevado a que Lexa estuviera perdida en medio de la cocina mientras Clarke se daba una ducha rápida. Cuando Clarke le había pedido que hiciera café, ninguna de las dos se había dado cuenta de que Lexa no sabía donde estaban guardados el café molido o los filtros.

O la propia cafetera.

Había vuelto a encontrar el fregadero.

Lexa suspiró profundamente y con cuidado se movió por la cocina, con los brazos estirados tocando los objetos que había a su alrededor. Se sentó en una silla al lado de la mesa que había contra una de las paredes y dejó caer la cabeza entre las manos. Lexa odiaba sentirse inútil.

Clarke salió de la ducha unos minutos después, los pies mojados hacían ruido sobre el suelo mientras se acercaba donde Lexa estaba sentada.

"¿El café?"

"No tengo ni idea de donde están las cosas, Clarke." Lexa giró la cabeza hacia su novia y sonrió con pesar.

Clarke chasqueó la lengua. "Supongo que podía haberte dado alguna pista." Recorrió la distancia que las separaba y besó con cariño la frente de Lexa. Clarke se movió por la cocina silenciosamente, cogiendo lo que necesitaba. La cafetera estaba en un extremo de la encimera, e hizo un poco de ruido cuando Clarke la deslizó sobre la superficie. Abrió la tapa y Lexa escuchó como Clarke soplaba para separar los filtros de papel, colocando uno en su sitio. Después, oyó como Clarke buscaba el café molido y echaba 1-2-3-4-5 cucharadas y suficiente agua del grifo para hacer la cantidad correcta de la bebida.

Lexa se levantó de la silla y se dirigió lentamente hacia Clarke. "Sabes, en mi apartamento puedo ser muy caballerosa y hacerte café y el desayuno todas las mañanas. Aquí soy inútil."

Clarke se giró y sujetó a Lexa entre sus brazos, se balancearon un poco porque perdió el equilibrio. "No eres inútil, Lexa. Nunca podrías serlo."

"Entonces una decepción."

"Tampoco."

Lexa suspiró. "No me gusta no saber dónde están las cosas."

Clarke asintió y besó de nuevo la frente de Lexa. "Lo sé. Por eso voy a proponer que nos quedemos en tu apartamento y Anya y Raven se queden aquí. Octavia vive prácticamente en casa de Lincoln. Estoy segura de que en cuanto acabe el contrato dentro de dos meses no va a quedarse aquí."

Una luz que brilla en la oscuridad (Clexa AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora