-Se ve bien -Me dije a mi misma mientras observaba la decoración de la sala.
-Espero le guste -Agregué.
Todo el dia me encontré decorando la sala de mi casa, mis pies ya dolian. Procuraba que se viera lo más romantico posible, no es mi estilo, sin embargo este dia es una fecha especial, nuestro aniversario de un año. Deseaba celebrarlo en un lugar privado y tranquilo, sin que ninguna persona nos pudiese molestar, era el momento indicado, mis padres no estarian en casa hasta dentro de una semana asi que podia hacer lo que quisiese.
Saqué un cigarro de la cajetilla que llevaba conmigo siempre. Recorrí con pasos lentos el lugar mientras el olor a tabaco reemplazaba el de rosas las cuales se encontraban regadas en el suelo. Quedé satisfecha con el resultado final. La pequeña mesa al centro de la sala tenia un buen aspecto, algunas velas, un florero y una cubeta con una botella de vino se encontraban sobre esta. Dos sillas, una al frente de la otra.
Me acerqué hasta otra mesita la cual se encontraba junto al sillón color crema, guardé la cajita de condones que sostenia en la otra mano.
-Todo listo -Hablé con mi persona.
Observé por una ultima vez el lugar, todo era perfecto.
Chupé nuevamente de lo restante del cigarrillo para luego soltarlo al suelo y asi apagarlo con la puntilla de mi bota. Subí por las escaleras hasta adentrarme en mi habitación.
Tenia prisa. En una hora mi chico estaria presente en casa, todo el preparativo estaba listo, sin embargo me faltaba alistarme. Entré al baño del cuarto, empezé a desvestirme con rapidez, ya desnuda mi figura ya se encontraba empapada de agua. Mi piel se erizó al sentir la sustancia fria cubriendo todo mi cuerpo, al salir de la ducha no me llevó mucho tiempo en vestirme. Elegí un vestido de un azul oscuro, algo corto, lo suficiente como para que mis muslos pudiesen quedar a la vista pero no tanto como para que mi trasero quede expuesto. Y claro, la ropa interior. Un sostén de color negro y unas bragas de encaje que hacian juego, algo que pudiera excitarlo con facilidad.
Decidí maquillarme un poco, una sombra negra en la parte inferior de los ojos.
Listo.
No pasó mucho en sonar pequeños golpes en la entrada dejandome saber que ya habia llegado.
Bajé casi corriendo las escaleras, abrí la puerta y ahi estaba él.
-Hola cariño -Saludé.
-Hola princesa -Respondió. Noté que sus ojos se agrandaron exageradamente al ver mi vestimenta- Carajo, que hermosa te ves -Comentó- Más sexi de lo normal -Agregó con una sonrisa picara.
-Lo sé y eso que no has visto que llevo por debajo de esto -Tomé el borde de mi vestido subiendo este solo un poco para que asi pudiese ver una pequeña parte de mis bragas.
-Dios -Agrandó más sus ojos lujuriosos. Una de sus manos bajó con la intención de subir mi vestido y asi lograr ver la prenda por completo. No lo permití.
-Aun no, amor -Alejé su toque- Es para más tarde, ahora quiero que veas lo que preparé.
Reprochó mientras se adentraba a la casa. Sus grandes ojos brillaron como estrellas al ver la decoración que habia elaborado. Recorrió con lentitud el lugar, viendo cada detalle.
-Es hermoso -Susurró.
-Es bueno que te haya gustado -Me acerqué a su varonil figura.
-¿Gustado? Me encantó princesa -Llevó toda su atención hacia a mi- En serio -Rodeó mi cintura con sus manos dejando leve masajes en esta.
-Feliz aniversario -Agregó.
-Feliz aniversario Munson -Repetí.
Acercó sus labios a los mios hasta que estos chocaron entre si. Movió su boca de una forma suave y lenta, formando un beso dulce. Nuestros carnosos labios bailaban al mismo ritmo, era la gloria. Una de sus manos se deslizó hasta mi nalga, la estrujó con un poco de fuerza jalando de esta haciendo que nuestros cuerpo se juntaran más.
Rompimos el beso para retomar la respiración.
-Y, princesa -Susurró aun cerca de mis labios, hizó una corta pausa antes de completar la oración. Sacó una pequeña caja color plateada de su bolsillo trasero, la dejó a mi vista- Esto es para ti, aunque comparado con esto no es mucho -Sonrió.
Tomé el objeto entre mis manos, lo abrí para asi permitirme observar su contenido. Mis ojos se agrandaron y una sonrisa no tardó en dibujarse en mi rostro. Era un collar, uno de corazón que al separarlo dejaba a la vista una disminuta foto de nosotros.
-Es hermoso -Le dijé sonriente.
-Sabia que te gustaria linda.
-Gracias, amor -Acaricié su mejilla con mi mano libre, acerqué su rostro hasta el mio dejandole un corto beso en los labios.
-Dejame ayudarte -Se ofreció.
Aun con sus manos en mi cintura me dió la vuelta con suavidad. Apartó mi cabello para que asi pudiera colocarme el accesorio con mayor facilidad. Dejó un humedo beso en mi cuello al terminar con lo que hacia.
-Te queda perfecto -Dijó mientras giraba hacia su dirección.
Mis mejillas no tardaron en tornarse de un color rosado.
-No te habia dicho lo bien que te ves el dia de hoy cariño -Hablé mientras recorria todo su cuerpo con la mirada.
Llevaba una camisa de vestir de color negro, unos pantalones ajustados ligeramente rasgados de las rodillas y unas zapatillas blancas.
-Siempre me veo genial -Apartó un mechón de cabello de su rostro- Aunque gracias por el cumplido, linda -Apretó más nuestros cuerpos permitiendome sentir su bulto estrellandose en mi abdomen.
-¿Quieres vino? -Pregunté en un suspiro tratando de concentrarme en su rostro y no en su pene casi por rozar mi entrada.
-Ya mejor pideme directamente que te folle -Su voz era ronca- Esta vez no te torturare como la vez pasada -Sonrió, seguramente disfrutando de aquel recuerdo.
Joder. De solo pensar nuevamente en aquel dia hizó que mojase las bragas.