Regalo de aniversario 𝘱𝘢𝘳𝘵. 2

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͏a͏d͏v͏e͏r͏t͏e͏n͏c͏i͏a: ͏s͏m͏u͏t +18


Deslizó sus manos buscando una entrada en mi vestido, acarició la sensible piel de mi espalda por debajo de la tela. Me atrajó más a su cuerpo, hundió su rostro en el agujero que habia entre mi hombro y mi cuello dejando un camino de húmedos besos por lo largo de este, subió hasta mis labios en los cuales no tardó en atacar.

Bajé una de mis manos hasta su miembro erecto, empezé a dejar suaves caricias sobre este haciendo que Eddie jadeara en mis labios. Siguiendo el beso con dificultad empezé a guiarlo hasta el sillón que se encontraba a nuestras espaldas. Me separé de sus labios para retomar la respiración.

-Permiteme -Hablé despues de unos segundos de silencio.

No respondió, se dedicó en fijar su mirada en mi y en cada acción que hacia. Lo empujé sin ser tan brusca obligandolo a sentarse en el sillón. Me arrodille hasta quedar a la altura de su miembro. Me deshice de sus estorbosos pantalones dejandolo solo en boxer, jugué un poco con el borde de su ropa interior con la intención de provocarlo, sabia que no le agradaba. Sin embargo el deseo de tenerlo penetrando mi boca con dureza, no me permitió seguir provocandolo de esta forma.

Bajé su calzonsillo hasta que este quedase en algun lugar de mi sala. Su polla erecta quedó a mi vista. La tomé entre mis manos para recorrer toda su extención, levanté mi vista para permitirme observar como inclinaba su cabeza hacia atrás al sentir el húmedo y caliente toque de mi lengua en su punta. Lamí su sexo como si de una paleta se tratase disfrutando de su sabor en mi paladar, introdujé con lentitud su miembro en mi boca hasta donde mi garganta me lo permitiese.

Empezé a darle una mamada, concentrada en concederle el placer que tanto deseaba. Mi cabeza daba movimientos de atrás hacia adelante creando un patrón perfecto, juntó todo mi cabello en una de sus manos con firmeza para asi tener el control de mi cabeza y de mis movimientos.

El sonido de su polla estrellandose en mi tragadero reemplazó el silencio del lugar.

Chupé con más rapidez para que finalmente pudiera correrse, cerró sus ojos con fuerza aun con la cabeza inclinada.

-Lo hiciste excelente princesa -Soltó su agarre de mi cabellera mientras dirigia su mirada hacia a mi.

-Como siempre -Agregó con una sonrisa.

-Ahora toca lo mejor cariño -Respondí limpiando los restos de su fluido que habian quedado alrededor de mi boca.

Me levanté del suelo. Llevé mis manos hasta el borde de mi vestido subiendolo hasta quedar en ropa interior, deslicé mis bragas por mis piernas dejando ambas prendas lejos donde no pudiesen estorbar. Me dirigí hacia a Eddie con pasos lentos para luego subir mi trasero con facil acceso a su regazo.

-Mierda -Susurró cerca de mis labios, bajó su mirada hasta toparse con nuestras intimidades rozandose entre si.

Tomó mis caderas con brusquedad obligando a que estas se moviesen a como se le antojara. Me sostuvé de sus hombros mientras nuestros labios chocaban entre si en un apasaionado beso. Un ritmo perfecto estaba nuevamente presente, presione más mi humedo sexo contra el suyo haciendo que ambos jadearamos por tal acción.

-No puedo más , te necesito cariño -Solté un suspiro- Te necesito en mi interior, te necesito cogiendome como si fuera la ultima vez.

-Ni siquiera tienes que agregar algo más -Habló fijando sus penetrantes ojos en mi rostro- Mis ganas de follarte son inmensas, deseo de que mi polla sea apretada por tus paredes y que tus uñas sean clavadas en la sensible piel de mi espalda.

-Por Dios -Sonreí con picardia- Haces que mi entrada se moje cada vez más, amor.

-Lo sé -Dijó entre jadeos.

Extendí una de mis manos a la pequeña mesa que se encontraba al lado del sillón, tomé un preservativo que horas atrás habia colocado sobre el objeto. Cubrí su polla con el condón.

Nuevamente llevé mi mano hacia atrás de mi cuerpo dirigiendola hasta su pene, lo tomé mientras levantaba mi trasero dejando una distancia considerable para que su sexo pudiese entrar en mi.

Un gran gemido salió de mis labios al sentir su palpitante miembro en mi interior. Empezé a mover lentamente mis caderas tratando de que mi cuerpo se acostumbre a su gran tamaño. Era como estar en el cielo. Sus manos subieron hasta mi espalda en busca del sujetador del brasier y con dificultad no tardo en deshacerse de esta prenda.

Enredó sus manos en mis caderas mientras acercaba con deseo sus labios a mis pechos. Primero los besó con delicadeza, pero no tardó mucho en succionarlos, juguetear con mis erectos pezones y en dejar chupetones en estos.

Subí la velocidad de las montadas, fijé mi vista en su rostro empapado de sudor al igual que su cuerpo. Nuestros ojos conectaron, tenia una mirada llena de deseo. Deslicé mis manos hacia atras de mi espalda colocandolas sobre sus rodillas, apoyandome en estas dejando a toda su disposición mi cuerpo.

Su toqué cubrió mis senos, recorrió mi figura la cual saltaba con rapidez en busca de aquel orgasmo que tanto deseaba tener. Bajó su toque hasta mi entrada, tocó mi clitoris provocando que toda mi piel se erizara ante tal acción, introdujó dos dedos de un golpe los cuales no tardaron en moverse al mismo ritmo que llevamos.

-Oh por Dios -Grité nublada por la excitación.

Eddie soltó una risa burlona mezclada con suaves jadeos.

Me reincorporé obligando a que quitase su mano de mi sexo para aferrarme a su torso aún vestido. Mi espalda se arqueó, estaba a unos cuantos segundos de llegar finalmente a mi orgasmo. Tres penetraciones más y mi interior ya habia explotado, suspiré profundo disfrutando del momento.

-Justo asi, correte para mi princesa -Su voz se encontraba ronca.

-Ahora es tu turno cariño -Respondí.

Con todas las fuerzas que quedaron en mi cuerpo, monté su regazo lo más rapido que podia. Apretó con fuerza mi cintura, habia llegado.

-Mierda -Susurró apoyando su cabeza en mi hombro- Eso fue genial -Agregó.

-Lo fué amor.

Me retiré de encima para que pudiera sacar el preservativo repleto de su semén. Descansé a su lado mientras recuperaba el aliento.

-Ahora si acepto el vino, linda -Dirigió su mirada hacia mi.

Eddie Munson | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora