a͏d͏v͏e͏r͏t͏e͏n͏c͏i͏a: ͏s͏m͏u͏t +18
-¿Esta te parece bien cariño? -Preguntó extendiendo una pelicula- ¿O prefieres una de miedo -Soltó una risa.
-Sabes que no me gustan las peliculas de ese tipo, amor -Reí sarcastica achinando los ojos.
-Lo sé linda -Dijó entre risas- Entonces esta sera -Besó la comisura de mis labios.
-Traere lo demás ¿puedes ponerla?
-Claro.
Junté nuestros labios nuevamente, me dirigí hasta la cocina del remolque. Empezé a sacar lo que comeriamos en el transcurso de la noche, algunas galletas, gomitas y lo que obviamente no puede faltar cada vez que me reuno con Eddie, las cervezas. Tomé todas las cosas para asi llevarlas hasta la sala en donde la pelicula ya se reproducia.
-Listo cariño -Hablé dejando el alimento sobre la mesa al lado del sofa.
-Sientate -Respondió tomando suavemente mi muñeca haciendo que me sentase- No entiendo por que te gustan tanto las comedias romanticas princesa.
-No son aburridas, es por eso amor -Me acomodé a su lado, reposé la cabeza en su pecho el cual se encontraba descubierto por el calor del verano.
-Claro que lo son -Soltó una carcajada, su brazo rodeó mis hombros haciendo que me pegase más a su cuerpo- Es por eso que son mejores las de terror, cariño.
-Ew no, prefiero ver a una pareja besarse o tener sexo a cada segundo a que ver a alguien que nisiquiera es capaz de correr por su vida -Lo miré.
-Asi que esa es la razón de que te gusten las comedias romanticas -Me miró lenvantando las cejas- Eres una cochinita amor -Agregó riendose.
-¿Qué? -Pregunté confundida- No, como crees -Hablé nuevamente al darme cuenta de lo que se referia- De los dos Eddie amor, tu eres el cochinito.
-No lo creo -Apartó un mechón de cabello de su rostro- Por que cariño, yo no ando viendo ese tipo de cosas.
-Nisiquiera tu te lo crees -Desvié mi vista hasta el televisor.
-Olvidalo -Habló entre risas dejando caricias en mi brazo descubierto- ¿Estas enfadada, cariño? -Inclinó un poco su cabeza buscando mi mirada.
-No amor, solo estoy viendo la pelicula -Lo miré.
-¿Enserio la veremos completa? -Frunció el ceño- Pensaba que hariamos otra cosa linda -Dijó en un tono juguetón, deslizó su otra mano por mi muslo estrujandolo a su paso.
-Lo se, esperaba que lo dijeras, amor -Acaricié su torso.
-Te lo digo ahora -Sonrió- Hagamos algo más entretenido -Propusó- Permiteme complacerte.
-Sonreí victoriosa- Nisiquiera es necesario que lo pidas cariño.
Atrajé su cuello hacia mi haciendo que nuestros labios chocasen, llevé mi toque hasta su entrepierna en busca de su bulto que ya se encontraba erecto. No esperé más, mis ansiosas manos ya estaban por deshacerse de lo unico que cubria su pene, tomé el borde de su boxer para empezar a deslizarlo hacia abajo dejando libre el palpitante miembro.
Rompió el beso al sentir su sexo cubierto por mis calientes manos, inclinó su cabeza hacia atrás cuando mi boca cubrió su longitud. Empezé con movimientos lentos y profundos tratando de tragar lo que mi boca me permitiese, agarró una parte de mi cabello obligando que acelerada el paso, no reproché.
La mano que rodeaba mis hombros recorrió mi espalda hasta detenerse en mi trasero estrujando una de mis nalgas, levantó un poco la holgada camiseta permitiendole sentir mi piel caliente.
-Me toca linda -Habló con una voz ronca mientras que sus dedos ya se encontraban jugueteando con los bordes de mis bragas.
Separó mi boca de su pene. Tomó mi mandibula con delicadeza para entrelazar nuestros labios nuevamente, retiró la prenda de mi torso para finalmente dejar al descubierto mi sostén color negro. Bajó la mirada al cortar el beso.
-¿Es nuevo? -Preguntó sonriente mientras continuaba recorriendo con la vista el sujetador.
-Si amor ¿te gusta? -Llevé mis manos hasta mis pechos.
-Claro -Soltó una risa- Te queda perfecto princesa.
Me atrajó nuevamente hasta sus labios, rodeó mi espalda hasta llegar al broche del sostén para asi deshacerse de este, sus manos empezaron a estrujar mis pechos descubiertos.
Su boca empezó a bajar mientras dejaba un largo camino de humedos besos, desde mi boca hasta detenerse en mis pezones. Los mordió provocando que gimiera, su toque se posicionó en mi entrepierna permitiendole sentir la humedad que provenia de mi sexo.
Con lentitud apartó la tela de las bragas para asi dejarse paso a mi entrada. Dos de sus dedos no tardaron en adentrarse, empezó a moverlos rapidamente mientras que sus labios dejaban un chupetón en mis pechos. Mi cabeza se echó hacia atras al sentir su lengua rozando mi intimidad, tomó una de mis piernas subiendola en uno de sus hombros para asi tener un mejor alcanze.
-Por Dios -Llevé uno de mis puños a mi boca con la intención de ahogar aquel grito provocado por el primer orgasmo de la noche.
-No los guardes cariño -Apartó mi mano mientras se alejaba de mi zona- Sabes que me gusta escucharte -Sonrió.
Se subió al sofa, inclinó un poco su cuerpo para alcanzar mis labios.
-Mi parte favorita -Dijó acariciando mi muslo.
-Y la mia -Sonreí juguetona mientras que mi rodilla rozaba con suavidad su miembro.
-Traeré el preservativo -Murmuro.
-No tardes tanto cariño, mira como estoy.
Soltó una risa, me dió un ultimo beso para desaparecer por la puerta de su habitación. Solo necesitó dos minutos para volver ansioso con el condón entre su mano, su cuerpo se posiciono nuevamente sobre el mio. Abrió el sobre con cuidado de no joder el contenido, tomó su pene para asi empezar a cubrirlo con el preservativo.
No habló, simplemente lo introdujó en mi. Rasgué su espalda con mis uñas al sentir lo palpitante que se encontraba, empezó con aquellos movimientos rapidos y profundos que tanto me enloquecian. Mi espalda se arqueó mientras que mis brazos rodearon su cuello con la intención de sostenerme de este.
Penetró como si no hubiera un mañana, dirigió sus rojos labios hasta mi oido de los cuales solo salian obsenidades y jadeos. Su mano derecha se clavo en mi cadera para que esta no se pudiese mover.
Uno, dos, tres y me encontraba en el paraiso una vez más. Mi centro explotó, mi cuerpo se sentia pesado y cubierto de sudor, el segundo orgasmo se habia presentado. Sonreí con felicidad mientras que mis ojos se cerraban.
Los gemidos de Edward resonaban por mis oidos, de igual forma él habia llegado a su limite. Sacó su polla de mi sexo dejando a la vista el condón repleto de sus fluidos, se masturbó unos cuantos segundos más para asi deshacerse de la pequeña bolsa.
-La pelicula no se miraba tan mal amor -Comenté observando el televisor que aun reproducia el disco, extendí mi brazo para alcanzar una cerveza.
-No mucho princesa -Respondió buscando su ropa interior- No parece tan mala, como para que sea una comedia romantica -Soltó una risa.