Solo necesito que me folles.

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a͏d͏v͏e͏r͏t͏e͏n͏c͏i͏a: ͏s͏m͏u͏t +18




Arte, una de las cosas que me apasionan. Debia apurarme, el maestro fue claro al dejar la orientación en la clase pasada, debemos de presentar un retrato de una persona, una ilustración que transmita algo, lo que desearamos. Me brillaron los ojos en ese instante al pensar en la persona correcta para el ultimo trabajo de la clase.

¿Qué mejor que Eddie Munson? Pensé.

El hombre que generaba diferentes sensaciones en mi ser.
Amor, atracción sexual y pasión, trabajaria con estas palabras.

Miré de reojo el asiento del copiloto asegurandome que los materiales necesarios para esta tarde estuvieran presentes en el auto, estaban ahi. Subí la velocidad con poca paciencia para llegar al lugar.

Me detuvé al observar el parque de caravanas, estacioné, bajé los materiales y caminé hasta toparme con el remolque del ruloso.

Toqué, al tercer golpe se abrió la puerta, permitiendome mirar a Eddie, sus rizos enredados por completo y casi desnudo, solo con un boxer negro cubriendo su sexo.

Pero que maravillosa vista.

-Cariño, pero que sorpresa -Habló un poco sorprendido por mi inesperada presencia en su hogar, sin embargo esto no le impidió sonreir al verme- Pasa.

-Amor, disculpame. Se me ha olvidado por completo decirte que vendria esta tarde -Respondí, de igual forma sonreí.

Entre a la caravana y de inmediato el olor a marihuana y colonia masculina inundó mis fosas nasales, un olor familiar, algo comodo a mi parecer.

-Descuida -Jaló una de mis manos obligando a que nuestros cuerpos se unieran- Y, ¿a qué se me debe este honor? -Me tomó desde la cintura con ambas manos.

-¿Recuerdas? -Menié con suavidad los objetos entre mi brazo.

Mordió su labio inferior.

-Oh por supuesto, aunque según mi mente la sesión seria hasta mañara en la tarde princesa.

-Se que me eh adelantado amor, solo que me siento inspirada en esta tarde en especifica.

-¿Inspirada dices? -Preguntó sonriente, asentí- ¿No necesitada?

-Tal vez un poco de ambas cariño. Pero comprende, ¿como no estarlo cuando recuerdo que este maravilloso hombre es mio? Solo mirate.

-Oh cariño -Acarició mis costados- No era necesario que vinieras aqui con la excusa del retrato, cuando la verdadera razón de tu visita era que te jodiera una vez más.

Inclinó su rostro hasta esconderlo en el espacio de mi cuello y hombro, dejó cortos y humedos besos sobre la delicada piel de este.

-Dulzura -Llamó entre besos- Sabes a la perfección que puedes venir cuando me desees, cuando tu cuerpo me extrañe y cuando tu coño reclamé lo que le pertenece. Sabes que dejare de hacer lo que me encuentre haciendo solo para complacer a mi princesa y a su necesitado coño.

Murmuró en mi cuello.

Gemí a lo bajo al sentir el parche de humedad formandose en mis bragas. El hecho de tenerlo tan cerca, hablando de tal forma sobre mi, provocaba que mis palpitaciones iniciaran y parecia que no se detendrian hasta cubrir cada centimetro de su pene.

-Oh por Dios, por supuesto que lo sé amor -Hablé con dificultad- Y es lo que quiero que hagas, ¿si? Mirame.

Alejé su rostro de mi piel dejando a mi vista sus expresiones. Dejé los materiales en la mesa más cercana los cuales ahora me parecian un estorbo en el momento, rodeando con rapidez mis manos en su cuello, acercandolo lo suficiente para hablar sobre sus carnosos labios.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2023 ⏰

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Eddie Munson | One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora