Capítulo 11

918 85 3
                                    

Al llegar la noche, el clima afuera estaba lluvioso, mientras tanto yo, Dylan y Ian estábamos en la sala de estar jugando a la gallina ciega, Lyan y Aysel estaban en sus habitaciones, realizando sus deberes o como yo lo diría sus tareas, los invitamos a venir a jugar con nosotros, pero dijeron que no tenían tiempo pero que en otra ocasión jugaríamos todos juntos, de la nada alguien toco la puerta.

—¿Quién será? —todos estábamos con la misma pregunta

Diana fue a abrir la puerta principal y al estar husmeando, los tres, de la puerta entro un hombre alto, que, al cerrar su paraguas, se notaba su dorada cabellera y su mirada con ojos dorados hermosos, entro el hombre haciendo una sonrisa alegre.

—¡Luciano! —exclama Diana en voz alta, dándole un abrazo de bienvenida.

Rápidamente Dylan va corriendo donde aquel hombre apuesto, diciendo su nombre, donde también le da un gran abrazo, Ian me toma de la mano, llevando hasta aquel hombre.

—Bienvenido, maestro Luciano, me da gusto volver a verlo —dice Ian con una voz de respeto y cortesía

Al intentar recordar su nombre dentro de la novela me percate que no se mencionó su nombre en la novela sino en los extras, Luciano Wonder.

—Estas aquí –lo dije en voz alta.

—Estoy en casa, fueron unas largas vacaciones sin embargo volví.

—Me alegra que hayas vuelto —recito con una sonrisa triste.

Luciano nos abraza fuertemente tanto a mí, a Dylan y a Ian, mientras tanto Diana va a comunicar a los demás que el maestro Luciano volvió a casa, en tanto a nosotros Luciano nos dice lo mucho que nos extrañó estos últimos meses que estuvo en viaje mientras nos abraza con todas sus fuerzas.

—Mis pequeños sobrinos, los extrañe un montón.

—Nosotros igual Luciano —dice Dylan con una sonrisa en su rostro.

—Nos hacía falta tus chistes maestro Luciano —recita Ian con una sonrisa burlona.

Mientras tanto, se escuchan pasos bajando las escaleras, es mamá, bajando del segundo piso, y esta Diana ayudándola a bajar las escaleras, Luciano corrió hacia a mamá diciendo su nombre, la tomo de la cintura, cargándola la abrazo con todas sus fuerzas mientras que mamá decía su nombre con lágrimas en sus ojos.

—Luciano, ¡has vuelto! —dice mi mamá con un rostro alegre.

—Estoy en casa, ya volví Cecilia.

—Te eché mucho de menos.

—Yo igual Cecilia —Después de abrazar a mamá, Luciano se dirige a Diana, diciendo— Diana, me alegra verte de nuevo.

—A mi igual Luciano, la última vez que te vimos fue hace dos meses.

—Lo sé, como saben quería ir al vecino Imperio, a mi hogar y también quería hacer unas cositas jejeje —dice Luciano poniendo una cara algo perverso.

—Lo sabemos —dice Diana soltando una risa.

—Sigues siendo un niño travieso, siempre queriendo aventuras Luciano —dice mi mamá con un tono divertido.

—Sí, aun así, ustedes me quieren tal y como soy ¿no?

—Claro que sí, eres como mi hermano menor —dice mi mamá acariciando la cabeza de Luciano.

—¡¿Hermano menor?! si tenemos la misma edad —Luciano reacciona algo perplejo, mientras suelto una risa por su reacción.

—Eres único, tu forma de ser, tu forma de hablar, das confianza con algunas palabras que dices, por eso eres parte de nuestra familia, Luciano —recito con una sonrisa en mi rostro.

Salvaré a las personas que a la Villana jamás le importó...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora