Salvaré a las personas que a la Villana jamás le importó...

Capítulo 1

¿Qué haré?, ¿morir o vivir?, digo obviamente vivir, pero la pregunta es, ¿cómo lo haré?

—¡Aghhhhhhh! —grito frustrada.

—Señorita...

Era mejor que no gritara tan alto. Me esconderé donde los arbustos.

—¿Está ahí? ¿Señorita Lekey?

Es Diana.

—Salga por favor, su hermano y su madre están preocupados, no desayuno en la mañana...

Jeje obvio, después de recordar que morí en un accidente y que cuando desperté transmigre en una novela, en la que también voy a morir pero esta vez no será por un accidente si no me matarán... porque soy la villana.

—Ufff...

Creo que se fue.

Salgo pensando que ya se había ido pero aparece detrás de mi asustandome.

—iAhhh!

—Señorita, ¡¿por qué no vino al desayuno?!, ¡su hermano la estuvo esperando y ahora la esta buscando por todos lados!, su madre también se enteró y ella también esta preocupada.

—Pero no es necesario gritar Diana, jejeje.

—¿¡Cómo que no es necesario gritar?! —inquiere sollozando.

Esta llorando.

—Tranquila, ¿si?, solo no tenía hambre y quería estar aquí afuera.

Cuando tocaron la puerta, corrí porque pensé que la muerte venía por mi.

—¿Se siente mal?, ¿le duele algo?

Así que de verdad se preocupaban por ella.

—Tsk

—Eh, señorita, ¿esta molesta?, ¿alguién le dijo algo malo?

—No, no es nada, solo me arrepiento por haberlos preocupado, debería decírles la próxima vez que salga, lo siento.

De repente siento como me envuelve en sus delgados brazos.

Me esta abrazando.

—No se disculpe señorita, esto no es su culpa, sino la de el Príncipe.

—Sabes no deberías decir eso, ¿qué pasa si alguién te escucha?

—No me importa, con tal que mi señorita no se sienta culpable por el incidente que hubo.

Jejeje.

—Si si, ahora nos vamos.

Me siento incómoda cuando me abrazan.

—¡Claro señorita!, ¿qué quiere para la noche?, le pediré al chef que le cociné lo que usted quiera.

Si que esta feliz solo porque le respondí que nos vayamos ahora, que bueno así se olvidará lo que pasó con el Príncipe.

—Primero vayamos con mi hermano, seguro sigue buscandomé.

—Ohhh cierto, okey, pero luego me dirá que es lo quiere para la cena, ¿si?

—Claro Diana...

—¡¿Lekey?!

¿Eh?

Ah, ya veo, es el hermano de Lekey, el único que siempre la apoyo, estuvo a su lado, inclusó cuando intentaba matar a Dariela, pero al final él...

El también me va a abrazar.

—Lekey ¿dónde estabas?, prometiste que desayunaríamos juntos esta mañana, ¿lo olvidaste?

Lekey, tenías a muchas personas que te querían y que harían lo que fuera por ti, pero, ¿por qué los dejaste morir?

Sin preverlo siento como gotas de agua salada y tibia bajan por mis mejillas.

—¿Señorita?

—¿Lekey?, ¿por qué estas llorando?

—¿Qué?

¿Por qué lloró?

—¿Acaso estás llorando por que el Príncipe te rechazó?

¿Eh?

Obvio no.

¿Por qué lloraría por alguién que me mandará a matar?

—No no no, hermano, solo es que les hice preocupar y me sentí mal, de verdad, lo siento...

—Lekey, ¡tú no tienes porque discuparte, todo esto es culpa del Príncipe!

¿Eh?

Tú también, ¿qué pasa si alguién los hubiera escuchado decir eso sobre el Príncipe?

—El Príncipe no vió lo hermosa, ni lo brillante que eres hermana, esta ciego el Príncipe.

—Tiene razón Joven Dylan.

¿Eh?

¿Tú también Diana?, ustedes dos algún día se meteran en problemas si siguen hablando así del Príncipe. Después de todo también es culpa de Lekey.

Hace algunos días hubo un baile, donde Lekey vió por primera vez al Príncipe "Eiden" y se enamoró, o es lo que ella dijo. El Príncipe fue al jardín, Lekey lo persiguió y se confesó pero obviamente Eiden la rechazó, o sea, ¿quién acepta a alguién que recién conoce?, Lekey se molestó así que lo agarró del brazo y no lo iba a dejar ir. Pero el Príncipe la empujó y cayó al estanque, Lekey se ahogó, y al final yo desperté después del accidente. Ahora el Príncipe odiará a Lekey por haberlo acosado y tal vez lo culparán por haberla empujado, no fue su culpa sino la mía o diré la de Lekey jejeje, me dejaste con problemas Lekey, hablando de eso...

—Hermano ¿quién me salvó del estanque?

—Ah, fue el Príncipe, ese niño horrible

—¡¿Qué¡?, ¿¡el Príncipe?!

¿¡Espera qué?!.