Pizza con...¿peperoni? | Wandanat

Final

Todos me miraban...

Pero solo unos ojos color verde me importaban y eran los que más sorpresa demostraban. Clint se bajó del helicóptero junto a mi hermana y Kate, era un gran espectáculo el que estábamos dando, justo como Clint quería.

Dejé de sentir una presión en la mano y miré a Maria ella sonrió y me susurró un “buena suerte”, luego se hizo al lado de Kate.

Acomodé el blazer de mi traje y no evité sonreír al recordar lo que había sucedido antes de llegar aquí.

Horas antes...

—¿Podrían explicarnos con tantas bolsas?— preguntó Yel por vigésima vez desde que llegamos al lujoso apartamento de Clint y Kate.

—Amor, deja de preguntar tanto.— pidió Kate,Clint y yo asentimos de acuerdo con ella.

—¡Es que no me dicen nada!— explicó dejando las bolsas a un lado. —La curiosidad me mata.

—Solo porque no quiero matar al alíen les explicaré. Iremos al baile...

—¡¿QUÉ?!— gritamos Yel y yo al unísono interrumpiendo a Clint.

—Y tú vas a hablar con Wanda.— continuó señalándome. —Y para darle más drama al asunto, llamarás a María.

—¿Y yo por qué tengo que hablar con ella?— protesté cruzándome de brazos. —Más importante aún, ¿que tiene que ver María aquí?

—Porque tú la amas y este drama adolescente me está cansando.—contestó masajeándose la sien. —Además, me hace falta drama en mi
vida.

—Bueno, pero... ¿Qué se supone que voy a decirle?

—Que es una perra maldita que te rompió el corazón pero aún así la amas.— Clint levantó sus pulgares como si sus palabras fueran geniales.

—No se te ocurra decirle eso, Nat.— advirtió Kate y yo asentí.

—¿Por qué no?— preguntó Climt levantando una ceja.

—Por qué no puede pensar con la cabeza que tiene abajo, papá.

—Todos los hombres pensamos con la cabeza de abajo, ¿por qué ella no?

—Porque ella es mujer.

—¿Y por qué tiene nepe?

—¡Okey basta! Dejen de hablar de Luke, es incómodo. — cubrí mi entrepierna mientras Yel reía.

—Ignoremos el hecho de que llamas “Luke” a tu amiguito y continuemos con el plan.— dijo Clint negando con una sonrisa.

—¿En qué iremos?— volvió a preguntar Yel y Clint sonrió sacando su celular.

—Hola Juan, ¿ya está todo listo?—

Clint mostró su sonrisa maléfica.

(...)

—¿Esto es seguro?— preguntó María en un susurro y yo solo me encogí de hombros como respuesta.

—Recuerda que sólo vamos como amigas, ¿si?— le recordé y ella asintió.

—Entiendo, no te preocupes Nat. Noté como mirabas a la chica de ojos verdes, el día de la actuación de Peter.— sonrió animadamente mientras tomaba mi mano. —Un consejo, no la dejes ir.

Asentí en respuesta mientras subíamos al helicóptero que sabe dios de donde lo sacó Clint.

Ah cierto, es multimillonario.