Cada paso, cada instante, cada recuerdo, todo se junto en su mente casi empujándole a tomar su estilete de su cartuchera y cortarse las venas.
Cuando las cosas van mal siempre puede ir a peor, un año…en un año perdió casi todo lo que tenia desde que era un niño…en un año toda su vida cambió.
Un sábado por la mañana un par de días antes de que empiece el bachillerato se despertó con Doraemon sentado frente a su futon.
Doraemon le sonrió tristemente a su amigo el cual intentaba deshacerse del sueño que aún tenía—yo…me tengo que ir, mi tiempo en esta época a terminado—
Nobita permaneció inmóvil cuando lo escucho—…irte—repitió apenas en un murmuró, esto ya había sucedido y aunque antes Doraemon regresó el sabía que esta ves no sería así por lo que mentalmente se había preparado para esto.
Con el corazón dolido Nobita tomó la mano de Doraemon y lo llevó hacia el que sería el último día que estarían juntos.
Una semana luego de haber iniciado el bachillerato, por fin había reunido el valor necesario para escribir una carta en la que intentaba describir su cariño y su amor por Shizuka, cuando las clases terminen se la daría a solas.
Para su mala suerte no noto como Suneo se cernía por su espalda notando la carta, queriendo joderlo se la arrebato antes de que el se diera cuenta, cuando intento seguirlo Gigante metió su mano por su axilas y lo retuvo.
Suneo camino hasta el pizarrón parándose frente a todos y con una enorme sonrisa abrió el sobre sacando el contenido—¿les parece si la leemos? —preguntó con burla.
Nobita forcejeo intentando zafarse de la llave de Gigante—¡no puedes, devuélvemela por favor! —rogó pero Suneo simplemente se rio.
—una carta de amor para Shizuka… que patético—río Suneo con ganas—para Shizuka: quiero que sepas que cada vez que te veo me siento muy feliz, tu eres mi sol haces que sienta calor incluso en los días más fríos—un suspiro ruidoso escapó de Suneo—no puedo seguir leyendo esto—dijo caminado hacia Nobita—oye por que eres tan ridículo, acaso no te da vergüenza—
Nobita lo miro con enojo—no no meda vergüenza que demonios te hace creer que tienes derecho de burlarte de mis sentimientos —
Gigante rio mientras lo soltaba—y que dices Shizuka aceptas sus sentimientos —dijo volteando hacia la castaña la cual estaba petrificada de vergüenza—vamos ho sol Shizuka —repitió con burla
—Shizuka —murmuró Nobita con nerviosismo Que desapareció tan pronto vio el rostro impasible que puso—¿Shizuka que pasa? —preguntó con miedo.
—que rayos Nobita, no ves que avergonzaste—dijo muy seria tomando la carta de las manos de Suneo y estrujándola—acaso pensaste en lo que podía sentir al recibir tu carta—la expresión enojada en su rostro empeoró—Sueno la leyó frente a todos, no soporto ala gente insistente como tu —
La visión de Shizuka se volvió borrosa por las lágrimas para Nobita—pero…. ¿Y si te lo digo en persona? —
—no—grito dirigiéndole una mala mirada—déjame en paz no me escuchaste… ya cállate te odio—
—me… odias—repitió sintiendo como sus lágrimas se le escapaban—lo… entiendo así que me odias—una sonrisa se plasmó en el lloroso rostro de Nobita—supongo que era de esperarse…—agregó antes de salir corriendo, Shizuka lo miro dolida apenas dándose cuanta que lo que dijo lo lastimo sin embargo ya era tarde.
Dos semanas después Japón sufrió un temblor de 6,2 de intensidad nada raro para el país, si no fuera por que la vía que usaba el subterráneo estaba muy deteriorada por la humedad por lo que cedió aplastando un vagón cerca de 50 personas entre ellas su padre murieron asfixiadas.
Las cosas para él y su madre a partir de ahí fueron cuesta a bajo, el seguro apenas cubrió el funeral, meses antes habían echo una hipoteca la cual su madre no pudo pagar por lo que perdieron su casa, su madre tuvo que buscar un empleo de más de 10 horas diarias con el que apenas pudieron alquilar un piso de dos habitaciones.
El… bueno el no pudo sobrellevar bien la muerte de su padre por lo que sus notas bajaron más de lo que habitualmente estaban, en resumen no pudo pasar de año.
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Energía
FanfictionTodo cambió, incluso el ya no podía decir que era un humano normal.