"Sos un completo idiota"

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No podía dejar de mirar al chico del mostrador. Era lindo, alto, de pelo castaño y con una hermosa sonrisa. Trataba de ponerle atención a lo que me decía Abi acerca de una falda que había encontrado pero no podía apartar mi mirada de él.

—Creo que la voy a comprar...— le entendí a Abi, miré al piso cuando crucé miradas con el chico, sentí que me sonrojaba de a poco. Abi notó ese detalle y busco con la vista el punto que había estado mirando, cuando encontró al chico hizo una mueca y me pegó en la cabeza con la falda.

—No podés Mart, estás comprometida ahora, ¿Qué pensaría Exe si te viera en estos momentos?

Sí... ¿Qué pensaría él?, ¿Me dejaría libre?

—No sé, tampoco es para tanto, solo lo estaba mirando. Estoy comprometida, no ciega— le respondi. Abi negó con la cabeza y siguió sacando ropa de los colgadores de la tienda.

Levanté la vista una milésima de segundos y sentí la mirada del chico. No podía hacer nada, él me gustaba pero no de la misma forma que Exe.

No, no era para el chango, así que me reprimía e hice como que él no estaba en el mismo establecimiento que yo.

Sin embargo, no funcionó. Abi me retaba cada cinco minutos por mirar "descaradamente" a otro hombre que no fuera mi futuro esposo, pero al parecer ella no entendía que yo todavía tenía 17 años y que era una chica como todas las demás.

—Mart, ya basta o voy a llamar a Exe— me dijo enojada a mientras sacaba su celular del bolsillo.

—Vos no vas a hacer nada. No he hecho nada malo, no lo he engañado— proteste. Y era verdad, admitía que el chico me atraía y que no dejaba de lanzarle miradas pero no había hablado con él, seguía siendo un desconocido.

Pero como siempre las cosas iban en mi contra, cuando Abi fue a pagar la ropa que había elegido, nos atendió nada menos que el chico.

—Hola chicas, en qué puedo ayudarlas— nos dijo con una agradable sonrisa. Abi bufo y me fulminó con la mirada con la clara advertencia de "no hagas nada o le diré todo a Exe"

—Quiero pagar esto— le dijo Abi, sin dejar de amenazarme.

Cuando él le entrego el recibo y las bolsas con ropa, Abi se apuró en salir tirándome del brazo. Afuera de la tienda, sentado en un banco para descansar dentro del centro comercial, Exe tomaba un café.

—Recuerdenme no volver a acompañarlas cuando digan la palabra "compras"— nos dijo poniéndose de pie y acercándose a nosotras. Pasó su brazo por mi cintura y empezamos a caminar hacia la tienda de música, Abi quería aprender a tocar guitarra y para empezar necesitaba una.

—Al final, ¿Qué compraron?— nos preguntó Exe mientras subíamos por la escalera eléctrica.

—Yo, un vestido para cuando llegue la primavera, un abrigo, una falda, un par de zapatos y un chaleco— enumero Abi.

—¿Y vos Mart?

—Nada— le contesté.

—No compro nada pero le echo el ojo a algo que estaba fuera de su alcance— dijo Abi, estuve a punto de caerme cuando bajamos de la escalera.

—¿En serio?, ¿Qué era?, Si no te alcanzó la platae hubieras llamado, me pagaron ayer.

—No seas tonto Exe, no te molestes— me apure a decir, pero él ya había dado media vuelta dispuesto a volver a la tienda.

—Deja que Exe te consienta, lo hace porque te ama— agregó Abi, alzando la voz para ponerle énfasis a sus últimas palabras.

Fue demasiado tarde para persuadirlo, en menos de dos minutos estábamos de regreso a la tienda. Estaba atrapada, no quería que Exe gastará su plata en algo inservible y caro para confirmar mi coartada, pero si no lo hacía quedaría al descubierto.

Casate conmigo (Exequiel zeballos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora