Casate conmigo (Exequiel zeballos)

"Despedida de soltero parte 2"

La música sonaba hasta despintarme los oídos, había varios escenarios individuales con caños y bailarinas por todos lados, eran exuberantes y estaban tan tapadas en maquillaje que eran irreconocibles.

No fue difícil encontrar a Exequiel, borracho a más no poder, saltaba alado de Enzo que bailaba en un caño para su espectáculo personal. Era mejor que Enzo le bailará a que lo hiciera otra. Pero estaban muy cerca y eso me ponía nerviosa.

Agustín estaba tirándole plata a un achica que servía las cervezas, que se notaba a lenguas que no era parte del show, aunque eso no parecía importarle, ya que seguía desparramando plata. Ricardo tomaba y tomaba un vaso tras otro y Luis miraba todo con la cara adolorida. Él no podía tomar, así que era obvio que estaba sobrio y se daba cuánta de las obscenidades que pasaban a su alrededor.

Me acerqué a ellos con pasó seguro y apresurado, tenía que mostrarme sería para que Exequiel me hicier caso.

Sin embargo, en el preciso momento en que estuve ll suficientemente cerca para agarralo del brazo y tirarlo para que dejara de hacer el ridículo, pasó lo más inexplicable y raro que yo haya visto o imaginado en mi vida.

Enzo beso a Exe y Exe beso a Enzo, los dos se besaron.

Fue algo simple, casi un feliz por error, pero no pude evitar abrir los ojos y quedarme estática mirando la escena.

Tenían que estar muy borrachos como para besarse. Y se me ocurrió una brillante idea: las fotos duraban para siempre.

Saque mi celular y le saque una adorable foto de su romance de una noche, se iban a volver locos mañana cuando se las mostrará.

Luis también lo vio y tenía la misma expresión que yo, diría que incluso más asustada. Se percató de mi presencia y se levantó hasta quedar a mi lado.

—Por favor, decime qué venís para llevarme lejos de este lugar— me gritó encima de la música.

Le guiñe un ojo como un gesto para que se tranquilizara y confiada en mi.

Si quería casar a Exe de ahí, tendría que ponerme a trabajar de inmediato.

Me subí a la plataforma donde Enzo y Exequiel bailaban (ya habían dejado de besarse, pero seguían muy juntos), me puso al medio de los dos. Exe perdió el equilibrio al verme y cayó de espaldas al suelo, pero se puso de pie seguido como si nunca se hubiese golpeado y se resfrego los ojos repetidas veces mirándome.

—Hola cariño, ¿No te alegras de verme?— le dije cargada de sarcasmo.

—¡¿Mart, qué haces acá?!— gritó aún sin poder créelo.

—¡Te vine a buscar, nos vamos ahora antes de que termines acostándote con Enzo!

—¿Irme?, La fiesta recién empieza, vení, baila conmigo— intentó sujetarme de la cintura pero le si un empujón y cayó otra vez al piso, sin embargo, está vez no se puso de pie y se quedó allí, se durmió gan rápido como cayó.

Con la ayuda de Luis sacamos a los chicos y lla comodamls en el auto. Procure dejado bien separados a Enzo de Exe, el chango seguía dormido pero Enzo no y parecía que tenía energía para toda la noche.

Luis se fue de copiloto y me dijo que fue idea de Enzo hacer una despedida de solteros. Mataría a Enzo cuando estuviera sobrio.

Le dije a Luis que podía quedarse en mi casa, pero insistió en volver a la suya, así que le preste el auto en cuanto llagamos para que pudiera irse. Me despedí de él y recordé que él iba a ser el padrino de bodas junto con Abi, dijo que no había problemas, que ya sabía y que no podía olvidarlo.

Luis cómo padrino de bodas era una historia un poco confusa. Hace dos meses, Abi me había pedido para ser la madrina y como es mi prima le dije que si. El problema era el padrino, ya que Abi no quería estar con Enzo porque la iba a hacer reír sin parar en medio de la ceremonia, Mel se pondría celosa si lo era Agustín y Mike estaba descartado simplemente por ser Mike (y porque se pondrían a discutir por cualquier cosa). Ricardo recién se estaba adaptando a nosotros, además iba a ir con Ana a la boda, así que el único que quedaba era Luis, y cuando se lo dije a bia se negó rotundamente.

No le vi nada de malo a Luis, no pelearían ni la haría reír y nadie se pondría celosa, pero Abi seguía negándose, hasta que Exe me dijo que tal vez a Abi le gustaba Luis y la ponía neveriosa ir con él.

Aún no se lo preguntaba, pera era una posibilidad. Y si yo había terminado enamorada de Exe después de ocho años, ¿Por que ella no se Luis?

Luis me ayudó a bajar a los chicos y después se fue.

Mis amigas seguirían en mi habitación viendo películas o desordenando todo lo que encontrarán. Deje a Agus y a Enzo en el cuarto de huéspedes y ni siquiera me animé a limpiarlos o a sacarles la ropa para que estuvieran más cómodos. Quería ver la cara con la que despertaría mañana. Y por supuesto, la resaca.

Exe fue otra cosa. A él lo arrope y le puse su pillama, estaba medio inconsciente cuando lo lleve a su cuarto, pero me pidió que por favor durmiera con él. Apestaba a alcohol y seguro intentaría algo en medio de la noche, sin mencionar que seguiría algo incómodas por verlo besar a Enzo, pero decidí a su petición por cariño. Era mi última noche como soltera y tal vez debí haberla pasado sola en mi habitación para añorado la soledad y la independencia, pero preferí pasarlo con un Exequiel borracho por una simple razón.

—Exe— le susurré al oído cuando me acosté a su lado. Él se removió un poco y ronco. Creo que se había dormido, pero carraspeó y murmuró algo.

—¿Si, Mart?— dijo arrastrando las palabras.

—Yo no fe gamo— le dije. Eso lo hizo despertar de inmediato y mirarme con los ojos desorbitados, pero seguros.

—Pero vos dijiste que... qué...— balbuceo.

Le sonreí y lo bese con cuidado, no me causo asco su estado, besar a Exe siempre era mágico.

—Ya se lo que dije, pero te quiero aclarar que ya no fe gamo, sino que te amo— y eso pareció calmarlo, porque susurró algo como un "yo también" y por fin se durmió profundamente.

Yo no pude hacerlo hasta bien entrada la madrugada, en unas cuantas horas más estaría casandome con el chico que tenía a mi lado y me ponía a pensar en todo lo que pase durante ocho años, desde que lo vi hasta que llegó el día que me dijo por primera vez que me amaba.

Y me dormí con un solo pensamiento, que era afortunada de tener a Exequiel y que lo sería mucho más cuando él se convirtiera en mi esposo.