Casate conmigo (Exequiel zeballos)

"Confundida parte 1"

Me gustaba verlo dormir, siempre parecia ser feliz cuando dormía. Tal vez era porque yo no estaba para arruinarlo.

Acaricié su pelo y lo hice a un lado para dejar su cara despejada. No sé veian sus ojos cafés, pero aún así me gustaba. Dormía plácidamente como si nada malo sucediera en sus sueños.

Lastima que seguía enojada con él.

Le tiré el agua sobre la cara y se despertó gritando "¡Me ahogo!". Tardó unos minutos en recomponerse del susto, y cuando me vio de brazos cruzados frente a su cama con el caso de agua en la mano su cara se puso roja de la rabia.

—¿Por qué mierda hiciste eso?— se secó con una remera que encontró tirada sobre el velador y me asesino con la mirada.

—¿Esa es la forma en la que tratas a tu futura esposa?, Te podria demandar por agresión verbal, pero no lo voy a hacer— él parecía sorprendido, no era común que hablara de nuestro compromiso como si nada. Menos después de que él me ignorara por alrededor de un mes—. Vestite, la hermana de Enzo llaga a las 12 y ya son las 10.

No espere a que me contestará y salí de la habitación.

Este era mi plan: hacer que se arrepintiera por hacerme sufrir. En el tiempo en que me ignoro hizo que me diera cuenta que de verdad lo quería y que su ausencia me afectaba demasiado, incluso me deprimía. Y no se lo iba a perdonar nunca. Así que lo iba a hacer sufrir con mi indiferencia, no como lo hizo él, sino que haría como que nada pasó y me transformaría en la chica perfecta hasta que me pidiera perdón de rodillas.

Me arregle minuciosamente, repare en cada detalle para lucir como la novia ideal de Exequiel. Peiné mi pelo y me maquille, a pesar del frío de otoño me puse un vestido y loe último ensaye mi sonrisa para que no pareciera falsa.

Baje veinte para las once, ya había desayunado así que vague por los pasillos esperando que Exequiel estuviera listo. Cuando me senté a ver tele en el living aparecieron Lissy con Lara, listas para salir.

—¿A dónde van?

—A la plaza, Lara quiere ir a pasear, ¿Venís?— me dijo Lissy.

—No puedo, tengo una cita con la hermana de Enzo para organizar la boda— le dije, Lara se alegró al saber que estaba tomando esto en serio, aunque ella sabía la verdad. Me había visto después de que Exequiel se me declarara y no fue felicidad lo que sentí.

—Con respecto a eso, tenemos que hablar sobre algo después Mart, cuando volvamos quiero tener una charla con vos— asentí y me pregunte de que querría hablar Lissy.

Se fueron y a los minutos bajo Exequiel, todavía en pijama.

—¿No te dije que te vistieras?— esto no estaba resultando. No serviría de nada esforzarme por cumplir mi venganza si él no ponía de su parte inconscientemente. ¿Donde había quedado el chico dulce y comprometido dispuesto a hacer todo lo que yo quisiera?

—Si, pero no tengo porqué hacerte caso— se encogió de hombros y se fue a la cocina, seguro a desayunar.

Ni siquiera se había fijado que me arregle para él. Era un boludo, solo lograba enojarme más.

Tiré el control contra el sillón t gruñí para mis adentros. Cerré los ojos y trate de controlarme para no ir a la cocina y agarrar el primer cuchillo que viera para matar al chango.

Pero, ¿Por qué estaba tan enojada?, ¿No era eso lo que quería desde el principio?, ¿Qué la cosas volvieran a la normalidad?, No, ya no podía, no había vuelta atrás. Nos casariamos de todos modos.