Al siguiente día, mientras los soldados desayunaban, el cartero militar llego, dejando la correspondencia de los cadetes en el frente, Guillermo honestamente no esperaba una carta, solo paso poco menos de una semana desde que partió de Múnich y no sabía que tan eficiente era el correo militar. Pero para su sorpresa le llego noticias desde casa.
Soldado Von Kloff- pregunta en voz alta el cartero mostrando 2 cartas y un paquete en sus manos.
Yo-dijo rápidamente el joven alemán recibiendo sus pertenencias.
Al tener las cosas en sus manos, se retiro hacia su lugar en la trinchera y abrió primero la carta de María que le intrigaba más y su respuesta fue la siguiente:
"Querido Guillermo, primero que nada te felicito por tener la oportunidad de servir a la patria como el hombre que ya eres, recuerdo cuando éramos pequeños, jugábamos en la calle, en mi patio o en el tuyo, te quedabas a comer en mi casa o yo en la tuya, cuando cada mañana me recogías en la puerta de mi casa para que vayamos juntos a la escuela, y muchas otras cosas más. Te quiero decir una cosa, me siento feliz y triste al mismo tiempo, inclusive algo enojada contigo, (allí se extraño Guillermo y comenzó a temerle al rechazo más que a la artillería enemiga que podía iniciar en cualquier segundo), estoy enojada porque te tardaste mucho para decirme tu amor, yo hace tiempo que te esperaba y tu nunca reaccionaste, estoy feliz porque ya se tus verdaderas intenciones y te digo que te quiero muchísimo, ojala esta guerra acabe pronto para así poder estar juntos, mi tristeza se debe a que la vida de un soldado es difícil, no tengo idea de cómo la estarás pasando contra los franceses, solo quiero que regreses para estar a mi lado, velare por tu seguridad y la de tus compañeros, sin más palabras, te amo María".
Al leer esta carta, el espíritu maltratado de Guillermo por su corta estadía en el frente se renovó al conocer la respuesta de María, se emociono tanto que celebraba internamente y se felicitaba a sí mismo.
Guardo la carta en su mochila, y abrió la segunda carta que era de su familia, la letra fue escrita por su madre y comentaba lo siguiente: "Mi querido Guillermo, desde que te fuiste lo único que he estado haciendo es rezar y pedirle a Dios que te proteja y te cuide contra la maldad de la guerra, que te traiga sano y salvo a mis brazos. Tu padre esta tan orgulloso de ti, conoce el aburrimiento en el combate así que te obsequia un libro y 2 lápices, para pasar el tiempo, escribe tus memorias, tus ideas, una historia, dibuja, etc. Como sabrás tu hermano cumplirá 18 años muy pronto y la situación del Estado lo obligara a enlistarse para pelear contigo y junto a muchos jóvenes, por favor dinos tu unidad completa así tu padre hace unos arreglos para enviarlo contigo, se que serás bueno con él, lo cuidaras y protegerás y ambos volverán a casa, adiós mi querido hijo, que Dios te bendiga".
Acabo la lectura, se sintió feliz, guardo ambas cartas y saco un par de hojas para redactar las respuestas, esto contenía el mensaje para María: "Querida mía, te escribo con toda la felicidad que uno puede tener en este horror, te prometo que como sea buscare la forma de sobrevivir a este lugar, pediré un permiso rápidamente e intentare ir a casa por unos días, para poder verte y contemplar tu belleza en persona, pensar en ti es lo único que me mantiene cuerdo. Te contare como es mi vida aquí, veo hacia un lado y solo hay barro, agua, cráteres, cadáveres, munición usada, una larga trinchera, soldados tristes. Miro hacia el otro y es la misma imagen, veo hacia el frente y solo ay tierra de nadie, a lo mejor se asoman por los bordes de la trinchera soldados franco-ingleses que pelean contra nosotros, observo hacia atrás y solo ay campo igual de destruido pero hay alemanes descansando, muchachos descuartizados siendo atendidos por sus compañeros, luego de escribir esto utilizare mis conocimientos para salvar vidas, solo quiero desearte lo mejor, no me abandones, con mucho cariño, Guillermo". Así finalizo su carta, que fue guardada en un sobre reutilizado de mensajes anteriores.
Pro siguientemente inicia el comunicado a su familia, "Bella familia, como me gustaría verlos, yo me hallo bastante bien, a pesar de que estoy en una situación bastante negativa, tengo amigos que me cuidan y yo los cuido a ellos, anoche tomamos una trinchera enemiga, celebramos con vino y un poco de baile, obviamente manteniendo el perfil bajo para que el enemigo no nos intente asaltar en respuesta a nuestro ataque, mi unidad es el Decimo Pelotón de la Compañía G del Sexto Ejercito Alemán, espero con ansias a Alger, que sea fuerte y soporte el entrenamiento, si quieres pregúntale a un tal Estrangule por Guillermo Von Kloff, el me entreno a mí y a mis amigos, es un excelente instructor, profesional y muy capacitado, bueno, les deseo paz, en cuanto pueda intentare ir a casa unos días, hasta pronto".
Agarro ambas cartas y se las dio al cartero que ya se estaba por ir, luego aprovecho el momento pacifico en la trinchera para acomodar un poco su mochila, se hallaba increíblemente desordenada, al verla toda estropeada recordó a Estrangule cuando les enseño sobre saber ordenar bien su equipo militar, estas a kms de algún lugar donde lavar la ropa, a donde plancharla, incluso estas lejos de otro conjunto de ropa.
En su mochila tenía una camisa, un abrigo, un par de calcetines limpios, algunos objetos personales, una manta, un impermeable, raciones de comida, su cantimplora y otras cosas pequeñas. Busco una tabla libre y saco todos los objetos vaciando su mochila, y empezó a meter todo cuidadosamente, dejando los objetos personales debajo de todo para que nadie los vea, colocando las raciones casi afuera, la dejo lo más lejos posible de la exposición, el cielo anunciaba una lluvia por tiempo indefinido.
ESTÁS LEYENDO
Apocalipsis: El Comienzo del Fin
AçãoÉsta es la historia del joven Von Kloff, aquel muchacho de veintitantos años con una vida feliz, un trabajo como Doctor bastante estable y una prometedora vida por delante. Todo ésto es cancelado por el destino, estalla la Guerra y este ferviente ap...