Pasaron los dias, y todo sigue igual, nadie ataca a nadie, ya era de noche, aproximadamente las 22, el Decimo Pelotón se hallaba discutiendo sobre quien ganaría una batalla entre los Espartanos de la Antigua Grecia o los Samuráis del lejano Japón, una conversación un poco absurda pero lo único peor que la propia guerra era el aburrimiento. En ese momento se oyeron los disparos de la artillería, en solo unos segundos todos los soldados estaban dentro del bunker, que era un poco estrecho debido a su tamaño, pero cabían todos, solo se escuchaban golpes, impactos de artillería, estruendos horrendos para los oídos, algunos soldados intentaban mantener la calma, los oficiales pedían que no entren en pánico, que se tranquilicen, pero algunos soldados, en especial los nuevos, estaban enloquecidos, les daba claustrofobia debido que estaban en un lugar pequeño y eran muchos, oír el sonido de las bombas impactar y estallar los desesperaba aun mas, el temor racional de que el bunker se desplome y todos mueran era evidente, algunos cantaban para evitar la locura, otros lloraban, y alguno que otro se desataba de su sano juicio y solo quería salir de cualquier manera, por lo que sus compañeros lo sujetaban de a 4 para que se calme y soporte, si salía era casi imposible que sobreviva.
Entonces un soldado experimentado dice en forma de broma, "esto es para los novatos, es fuego de artillería, su bautizo de fuego, bienvenidos a la guerra jóvenes camaradas" algunos aplaudían y como que esa sensación de alegría ayudaba a sobrellevar el bombardeo.
Al cabo de 30 min, se detuvo el estruendo de los cañones, esperaron unos instantes, deciden salir y revisar el campo, era posible que los ingleses y franceses intentaran asaltar su trinchera.
Inmediatamente todos tomaron posiciones de defensa y sus temores se hicieron realidad, de entre el humo y el polvo levantado por el ataque anterior, se escucha a lo lejos un grito de batalla, son miles de soldados enemigos dirigiéndose hacia su trinchera, automáticamente los jóvenes inexpertos toman sus fusiles y se colocan sobre una pared de la trinchera para tener la capacidad de disparar y provocar algunas bajas.
Vamos muchachos a tomar posiciones de defensa, dispárenle a todo lo que se mueva, sean precisos si no quieren morir-motivaba a sus hombres el Teniente Blitzcrank.
Todos comenzaron a tomar coraje y a maldecir, se preparaban para el combate y desde la niebla sale una horda de soldados con bayonetas caladas, todos disparan, recargan y disparan a distintos blancos, el alambre de púas evitaba que el enemigo entrara a la trinchera, pero algunos audaces lograban saltar aunque eran abatidos en el aire por los soldados alemanes, la sangre era impresionante, Guillermo no podía creer en que se había metido, todavía no disparaba, estaba en shock, el se dedicaba a salvar vidas, no a quitarlas, en ese momento cometió el error que ningún soldado debe cometer en pleno combate, pensar, comenzó a pensar en la vida del hombre que podía matar, él le quitaría el padre a un niño, él le quitaría el hijo a una madre, que pasaría si los papeles se invierten y el fuera el que corre hacia la trinchera enemiga, si muere, su madre sufriría hasta la muerte, su padre se hundiría en el alcohol, María no podría disfrutar del amor de Guillermo, todo esto se le cruzaba por la cabeza en algunos segundos, hasta que avista un enemigo potencial acercándose, todo en cámara lenta, tiene que decidir, abrir fuego y acabar con una vida, o no hacer nada y ser responsable de su muerte y la de sus compañeros, estaba quieto, hasta que toma un respiro, levanta su arma, coloca la mira en el pecho del enemigo y jala el gatillo, la bala sale del cañón provocando un característico estruendo y en solo instantes, el soldado cae desplomado al suelo, con un impacto en el pecho, precisamente en el corazón, saltando un chorro de sangre que Guillermo ve y no sabe qué hacer.
Un inglés suelta un insulto en alemán y lanza una granada hacia la trinchera, el hombre muere, pero la granada se había perdido entre el barro de la trinchera, todos asustados corrieron lo más lejos posible de ella, excepto Guillermo, ningún compañero fue a ayudarlo, creían que había muerto y estaba parado sobre la pared, el explosivo se activa y tierra, agua y mugre vuelan por los aires, entonces todos van a revisar a Guillermo, solo esta aturdido por el sonido de la granada, en cuestión de segundos se hallaba en sí, lo cachetearon para despertarlo del shock y el reacciono, le dan su fusil, el lo mira, no puede dejar de pensar en el soldado muerto, llega el Teniente y lo mira a los ojos y le dice con vos muy autoritaria "soldado, usted dejara de ser un cobarde, tome su maldito fusil como se debe y vaya y defienda esta posición o de lo contrario hare que lo cuelguen", Guillermo toma consciencia de la situación y grita muy valientemente "SI SEÑOR" y tomo una actitud desenfrenada, recobrando el valor, con todo el coraje posible dispara sin cesar al enemigo, derriba a uno, después a otro, grita para controlarse, suelta adrenalina a montones, su cuerpo esta activado y dispuesto a todo. En ese instante el enemigo nota que su ataque fue inútil y decide retirarse, la estrategia alemana es evidente, perseguirlos y contraatacar, intentar tomar su trinchera, los soldados alemanes calan bayonetas, toman un respiro y salen hacia el exterior guiados con el sonido del silbato que solo tenían los oficiales, Guillermo enloquecido sale junto a sus compatriotas.
Toda la compañía G del Sexto Ejercito sale de su escondite y avanza contra los franceses e ingleses que huían despavoridos y ajenos al mundo, comienza la defensa, el fuego ingles de ametralladora provoca bajas alemanas, Conrado, que tenia mas vista para el combate le indica a Johan que juntos lancen un par de granadas al nido de ametralladoras de las 2 en punto, ambos buscan una zona excelente para realizar su maniobra, Guillermo y Alfred cubren a sus compañeros distrayendo el fuego enemigo, entonces realizan su jugada que termina exitosamente, las granadas caen justo en los pies de los operarios, asesinándolos al instante, eso permitió que las fuerzas aliadas se filtraran por ese sector, los muchachos decidieron seguir con el asalto e ingresaron a la trinchera, el combate en las trincheras es más complicado que el combate a distancia, pues es cuerpo a cuerpo, acá solo sirve la habilidad del soldado de combatir con bayoneta, un disparo, habilidad de recargar rápido, un cuchillo, etc. Tenían que ser rápidos y precisos, comienza una matanza, salen soldados de todas partes, los alemanes los matan uno por uno, en cuento un inglés se lanza sobre un alemán, ay 3 aliados que le disparan al mismo tiempo, así logran tomar la trinchera en minutos. Para las 00 ya tenían la trinchera enemiga, sus provisiones, información y equipo. Un ataque beneficioso para el Ejercito Alemán, un buen bautizo para los jóvenes soldados, que de a poco alcanzaban el respeto en la unidad, esa noche los heridos fueron transportados a la iglesia hospital, Conrado durmió tranquilamente no tenia peso en su consciencia, Guillermo no tuvo la misma suerte, después de matar a ese hombre tuvo remordimientos contra si pero pensó que su seguridad y la de sus compañeros es más importante por lo que es una buena acción eliminar al enemigo, mientras tanto Johan y Alfred les tocaba la guardia de medianoche, ambos estaban muy preocupados, el saber que tomaron una trinchera enemiga les daba la idea de que los ingleses se reorganizarian y atacarian en minutos, ese miedo los mantuvo despiertos durante las 3 horas de guardia que les tocaba, luego descansaron plácidamente, un sueño bien merecido para el Decimo Pelotón que acababa de tener su bautizo de fuego.
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Apocalipsis: El Comienzo del Fin
ActionÉsta es la historia del joven Von Kloff, aquel muchacho de veintitantos años con una vida feliz, un trabajo como Doctor bastante estable y una prometedora vida por delante. Todo ésto es cancelado por el destino, estalla la Guerra y este ferviente ap...