Hubo un gran problema hace unas horas. Todas las personas que odian a Levine se aliaron y lo hicieron perder la conciencia. O eso es lo que creen los demás debido al golpe que le dio Ranjit. Yo pude ver todo desde las gradas, y a mi parecer, Levine ya estaba perdiendo el equilibrio desde mucho antes. Fue como si no pudiese mantenerse en pie porque sus piernas temblaban, y aunque no sea él, podría asegurar que eso no fue provocado por el miedo. También, si tenemos en cuenta que fue llevado a la enfermería porque no despertaba, no puedo asumir que un golpe fue el causante de su desplomo.
Creo que podría deberse más a su enfermedad que a otra cosa. En realidad, no tengo ningún motivo valido para pensar que es de esa manera, pero mi mente me guía a esa idea.
No he podido escaparme de clases para ir a ver si continua con vida. Si, me preocupa un poco, por eso decidí estar en el instituto hasta que termine el día. De hecho, el amigo moreno de Levine—el chico de la apendicitis—, no está en el aula, por lo que puedo asumir que se encuentra acompañando a Saturno. Podría decir que el estar al pendiente de todo lo relacionado con Saturno se debe a mi curiosidad, pero estaría mintiendo. Quizás pueda ser el sentimiento de querer devolverle un poco de la preocupación que él ha demostrado por mí, o tal vez, sólo soy yo buscando excusas para saber cómo se encuentra y si ya murió, cosa que dudo.
Cierro los ojos para no escuchar la clase del pelicano, y recuerdo las palabras de Saturno en las gradas. Que me haya dicho que había estado escribiendo una carta de despedida para mí, hace que todo mi alrededor empiece a cuestionarse que es verdad y que no lo es, como si todo lo vivido fuese una mentira, y lo imaginado, sólo una droga que me hace estar en un mundo cuadrado. Uno en él que sólo puedo asimilar como realidad las cosas que puedo ver y escuchar, sin embargo, ahora sé que las que desconozco, también hacen parte de todo este show.
Abro mis ojos nuevamente y enderezo mi cuerpo, porque mi mano adormecida me dice que no puede soportar más el peso de mi cabeza. Sopla una brisa helada, acompañada de pequeñas gotas de agua que se desprenden de las hojas de los árboles y se escabullen por la ventana abierta. Volteo a ver hacia el lugar y ahora mis ojos hacen contacto con los de Cinthya. Ella me sonríe, presumo que, por la situación de Levine, y en un acto desinteresado, no le brindo atención y vuelvo a ver al frente. El aula permanece oscura, aunque esté la presencia de la luz artificial. Miro al pelicano y lo que anota en el tablero, ignorando toda la situación de hace unos minutos y el sonido del agua contra el piso vuelve a hacerse presente en todo el lugar. Ahora me da la sensación de que todo parece estar en silencio e incomodidad. No sé a qué pueda deberse el sentimiento de sentir que todo el mundo podría acabarse el día de hoy, tal vez muera, o quizás no sea yo la que lo deje en esta ocasión.
Todo este día ha sido muy cargado, y si tenemos en cuenta lo que vino sucediendo días atrás, la situación ha sido difícil de manejar. Lo de aceptar que no tengo núcleo familiar, me refiero. Mi tío aún sigue con vida, y es la única persona que me queda. En realidad, el sermón que me dio el día de ayer al llegar a casa, todo porque hui de la escuela junto a Levine, me dejó en claro que le importo, y no es algo fingido, es algo genuino. Desde que tengo memoria él siempre quiso hacerse cargo tanto de Olivia como de mí, pero mi hermana no quería dejar a mamá sola, y yo, como la dependiente que siempre he sido, no quería marcharme del lugar en dónde Olivia estuviera. Al final mamá nos abandonó y nosotras quedamos a la deriva de un hombre lleno de traumas y complejos. A menudo suelo pensarlo, y es que si hubiera tomado la decisión de venir y vivir con mi tío desde el primer momento en el que la propuesta se puso sobre la mesa, Olivia estaría con nosotros. Después de mucho tiempo lo comprendí, y es que la vida se trata de decisiones. Tal vez exista el destino o cualquier cosa parecida al libro de la vida, sin embargo, ese libro puede ser escrito por nosotros. O al menos yo lo veo de esa manera; escribí mi destino y eso influyo en el de Olivia. Siento que debería disculparme de todas las maneras posibles ante ella, por mi modo de actuar y pensar desde que no está conmigo. Siéndoles franca, sigo con el deseo de quitarme la vida, no tengo ningún motivo que me mantenga respirando, pero ahora es más difícil actuar estando consciente de todo lo que ha sucedido.
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Saturno
Teen FictionDafne busca diferentes formas de acabar con ella misma, es por eso que esa tarde sus pies se encuentran al borde de la cornisa de la escuela. Saturno ha estado viviendo su vida por un propósito, lo que lo lleva a encontrarse con ella aquel día. Pero...