Dafne busca diferentes formas de acabar con ella misma, es por eso que esa tarde sus pies se encuentran al borde de la cornisa de la escuela.
Saturno ha estado viviendo su vida por un propósito, lo que lo lleva a encontrarse con ella aquel día.
Pero...
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Cuando todo se vuelva oscuro, respira, la luz está en tus ojos. Olivia me decía eso cuando presentábamos problemas en casa. Me abrazaba y lo repetía, quizás la escribió o tal vez la leyó en alguna parte. Sin embargo, me gusta. Hace parecer que cualquier cosa se puede solucionar.
El optimismo nunca ha sido una de mis virtudes, pero no es necesario que lo sea. ¿Basta con la intención, no es así? Alrededor de las últimas dos semanas estuve pensando, contemplando la posibilidad de ser una persona la cual pueda vivir. Al principio me pareció difícil, y si les soy sincera, me sigue pareciendo de igual manera. Despertarse todos los días sin saber que hacer, sin un propósito o algo que se le parezca, es aburrido. Sin embargo, en eso se basa toda la vida en la tierra. El par de cosas que me gustan distraen mi mente, pero no lo hacen de la realidad. Carolina dijo que eso no hacía falta. Todos vemos el mundo en modos diferentes, y eso es lo que nos hace ser polvo de estrellas con conciencia.
En clase de geografía con el profesor Víctor, se habla acerca de las singularidades del país y todo lo que este nos puede ofrecer. Nos pone a calcar un mapa a la perfección y después a colorearlo, como si fuésemos niños de primaria. El final del año estudiantil está cerca y la mayor parte de los estudiantes hacen las cosas a medias. Yo también soy una de esas. No ha transcurrido nada extraño después de su partida, ni nada que merezca ser recordado. El padre de Cinthya interpuso una demanda al profesor al enterarse de toda la situación y la sacó de la escuela, sólo Dios sabe en qué lugar se encuentra ahora. Por otro lado, no me comunico con los amigos de Levine desde aquel día en la sala de fotografías. La vida parece estar retomando el mismo rumbo de antes, sólo que esta vez, Patrick y Marcus no tienen que esconderse ante todos.
Por la tarde estoy en casa, recortando un par de papeles para hacer un origami. Dylan continua en la escuela finalizando la construcción, y Saturno duerme plácidamente sobre mi cama. El lugar está en silencio, y en mis oídos la banda que Levine me enseño aquel día. Su música me relaja, y de alguna manera, me hace sentir que está a mi lado, bailando un ritmo diferente al que suena. Visualizo las dos grullas en frente del escritorio y vuelvo a bajar la mirada hasta los papeles. Tomo una pausa para leer las palabras que me dejó, una y otra vez, y continuo con mi labor hasta finalizar. Tomo la pequeña rana de papel que hice, y visto mis zapatos para dejar la casa. En mi mano derecha llevo ambos objetos; una rana de papel y una carta. Una nueva carta que le escribí a Olivia ayer. El cementerio queda a un par de minutos caminando, y el aire frio hace que acercarse a ese lugar sea un poco más difícil. A menudo imagino todo, y a la vez nada. En como su vida se acabó en unos segundos, y la mía continuó en el mismo lapso de tiempo. Ambas habíamos planeado dejar el mundo; ella por lo que sucedió, y yo por cómo me sentía. Eran razones diferentes, pero que, a su vez, llevaban al mismo sentimiento. Aunque creo y puedo asegurar que Olivia se sentía peor que yo en mil maneras diferentes, sólo que, a diferencia de mí, ella no lo demostraba. Ahora creo que, si alguien merecía vivir, esa era ella.
Al estar subiendo la colina, recuerdo lo sucedido la última vez y como me sentía. Todos esos sentimientos se mezclan con los de ahora haciéndome avanzar, haciéndome enfrentarme a mí misma. Hay muchas hojas esparcidas por doquier, y una pequeña montaña en especial que oculta el lugar en dónde se encuentra. Me acerco al lugar, respirando con calma, pretendiendo sanar mi mente y corazón. Limpio el sitio con mis manos desnudas, y al lograrlo su nombre y fecha aparecen ante mi vista. El vacío en mi pecho vuelve, y la imagen de ella cayendo desde el puente pasa ante mis ojos. Todo parece una película trágica que quiere recordarme mi culpa. Sin embargo, no quiero seguir fingiendo que todo está bien. Que no debería por qué estar aquí. La echo de menos y eso es lo único en lo que mi mente está de acuerdo.