𝐔𝐍𝐀 𝐋𝐈𝐍𝐃𝐀 𝐁𝐄𝐍𝐃𝐈𝐂𝐈Ó𝐍 | 𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬

apariencias

"el tiempo curará toda herida, que gran mentira"

2017 | Estados Unidos

Cuando uno dice amar a alguien, lo cuida y protege, el amor mutuo es lo mejor que pueda pasar, cuando creces en un ámbito donde era casi nulo te genera un sinfín de emociones, buscas el amor que no te pudieron ofrecer correctamente en el pasado

Aún recuerdo ese día, la vez que me encerraron en una celda de algún lugar

No comía o bebía agua, no podía dormir, el insomnio se volvió un gran problema al punto que comencé a medicarme

Para el era más que fascinante el rumbo que estaba tomando, lo sabía pero aún así seguía haciéndolo, aún no tenía una cama o unas mantas para el frió, dormía en el suelo sobre algún tipo de madera y solo me lograba tapar con algunos trapos asquerosos del lugar

Siempre velaban por mi higiene, habían hombre y mujer que venían a procurar que todo estuviera bien

Medicarme fue la mejor decisión que tome, sentía que si no lo hacía los recuerdos me iban a seguir atormentado y acabar con mi estabilidad emocional, no quería eso

El lugar estaba bien custodiado, las 24 horas del día estaban ahí, incluso si me cambiaba ahí estaban, pero no me miraban ni mucho menos se insinuaban

La mujer de ahora, algo alta de cabello negro peinaba mis cabellos blancos o plateados, ni yo se que color es

Los peinaba con delicadeza y con cuidado sacar algún cabello y hacerme dolor, en toda la semana o los días que estaba ahí, me había quejado de alguna de ellas y nunca volvieron

Todo por mero capricho

—todo listo, su cabello está magnifico señorita!— la mujer río algo nerviosa, pues sabía de mis quejas hacia en personal

Cuando estaba por responderle alguien entró por la puerta principal, miré a la mujer que se quedó callada viendo quién entraba

—mi querida Maiko! Te vez preciosa!
— el me halago y solo aparte la mirada

Le hizo una señal a la mujer que minutos antes me peinaba, para salir del lugar al igual que los hombres custodiado la puerta

Se acerca y solo tenía una gran sonrisa en su rostro, odio eso

—¿Cómo estás mi muñeca?

—ojala muerta, no quiero verte jugar conmigo estúpido

—oh… una lastima, tendré que disciplinarte mejor Maiko

—mi nombre es _______, tenlo claro hijo de perra

El solo suspira dándose la vuelta para irse, cuando menos lo espere tomó con fuerza de mi cuello apegándome a la mugrosa pared

—escúchame bien claro, dejo que estés aquí sin nada esposado a tu linda piel, pero si vueles a insultarme… no quieres verlo— me suelta con brusquedad haciendo que choque de cara con el suelo, me levanto y siendo sabor metálico en mi boca

El maldito rompió mi labio

—...

—así, tranquila o te dejo sin comer dos días

Lo miré con odio puro, odiaba cada parte de el, su maldita rostro, su voz, su manera de ser conmigo era tan espontánea y falsa que me daba asco

Toda mi atención se la había llevado Hanma, no me había percatado del hombre tras de el

—tu…

—no te veía hace mucho Ángel, te vez repugnante— finaliza mirándome con asco y evitó su mirada