Capítulo 6: Moebius

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POV Omnisciente

La castaña prontamente comenzó a sentir cierta ansiedad carcomerla al no ver a nadie de los que habían venido desde un inicio con ellas, por otro lado la rubia aún se encontraba contrariada y de cierto modo molesta con la castaña, sin embargo eso no impedía también que comenzará a preocuparse por ella, en todos esos días que llevaban conviviendo, en ninguna la había visto casi hiperventilar "sin motivo" alguno.

Sin cuestionar más puesto que no recibía respuestas, la rubia prefirió tomar su celular para tratar de ayudar a Magee en sus preguntas.

El celular de Draken dice que esta fuera de servicio... —Frunció el entrecejo, pero no por ello se detuvo y comenzó marcar a su hermano.

¡Ahí esta Hina! —La castaña en su paranoia de mirar hacia todos lados, finalmente pudo visualizar la silueta de la pelinaranja, quien parecía también desorientada y en búsqueda de ayuda. —¡Hina!

¡Magee-chan! —La novia de Takemichi miró hacia las dos chicas y corrió agitada hacia ellas, a penas consiguiendo aire por la carrera que había emprendido al parecer. —Ha-Hanagaki-kun, comenzaron a golpearlo, y de pronto salieron más, por todos lados salían varios, no entiendo que pasa. Solo me pidió irme y buscar ayuda. —Algunos sollozos empezaron a salir de su boca al hablar y al mismo tiempo tratar de jalar a la castaña para volver hacia donde parecía se había quedado su novio. —Los demás chicos, los amigos de Hanagaki-kun, Baji-kun, Draken-kun, todos ellos llegaron pero todos están siendo acorralados también.

No puede ser posible... —La mirada de la rubia comenzó a temblar ante el miedo de imaginar la situación, pero el temor incrementaba si el rubio del tatuaje estaba involucrado.

¿Eh? —El pecho de Magee se oprimió, tratando de no dejar que aquello la sobrepasará, mucho ya se tenía con la preocupación de ambas chicas que mientras una quería correr, la otra se quedaba intacta y vacilante. —¡Oe Hina! Tranquila. —Tomó los hombros de la pelinaranja para mantenerla quieta. Primero necesitaba más información de la situación. —¿Cómo que acorralados? ¿Por quién? —Apretó sus manos y finalmente ella misma sacudió sus propios nervios y mirando a sus ojos, preguntó lo más importante. —¿Dónde están?

Están en el estacionamiento, el que esta cerca del ultimó puesto. Sé que estaban llamando a más gente, pero también escuche que buscaban a Mikey-kun y no saben donde pueda estar, nadie a logrado contactar con él. —Tomó aire, la mirada de la castaña se sentía pesada sobre ella, sin embargo algo en esa misma mirada hacia que empezará a recuperar el aire que se había escapado de sus pulmones. —Ellos estaban diciendo un nombre extraño, mabius, mebius, no tengo idea de quienes sean pero es una completa batalla campal.

¡Debemos ir a ver como están! ¡No podemos quedarnos sin hacer nada!

Vale, tienes razón, no vamos a quedarnos sin hacer nada. —Miró directo hacia Emma, deteniendo el brazo de Hina y a su vez la intención de la rubia. —Pero ustedes no deben ir a allá, es muy peligroso. Si Takemicchi logró hacer que salieras del lugar ilesa, dudo que quiera que regreses ahí Hina y Emma, Mikey no me va a perdonar si te meto en una pelea.... Draken tampoco, sabes. —Soltó su brazo, esperaba haber utilizado las palabras correctas para evitar que las chicas fueran a meterse a la boca del lobo. —Quédense cerca, pero no dejen que nadie las agarre y llamen a la policía. —A penas pudo decir aquello asintiendo hacia ellas, teniendo la seguridad de que no harían ningún movimiento extraño y finalmente se dio la vuelta para ir en dirección al estacionamiento, no sin antes sacarse aquellas incomodas sandalias para empezar a correr con más libertad.

Tríada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora