Tríada.

Capítulo 12: Majje-chan

POV Omnisciente

—Haah, Mikey va a matarnos, en serio va a hacerlo. —Tan pronto como se alejaron de aquel lugar, Chifuyu no perdió oportunidad en dejarse caer cerca de la avenida principal, agotado, adolorido y sobre todo temeroso por el mencionado.

Contrario a lo que se pudiera pensar, realmente estaba bastante relajado por la situación que acaba de sucederles, como si la tremenda paliza que recibió hubiera sido nada mientras su cuerpo gritaba de dolor. Sin embargo, dentro de su mente y corazón, emanaba aquella tranquilidad que impresionaba a los dos restantes.

—Magee, vamos a necesitar vendarte por completo o decir que te caíste por las escaleras, de lo contrario esta vez si voy a morir y Takemicchi igual. —Continúo, mencionando ahora el detalle más importante en aquella situación por el momento.

—E-Eso no lo había pensado, en lo que Mikey-kun nos hará cuando se dé cuenta. —Takemicchi realmente comenzó a temblar en su lugar.

Ya para nadie resultaba un secreto la sobreprotección que actualmente Manjiro ponía sobre Magee. El solo hecho de que el aire le soplará ya de por si provocaba la psicosis de aquel líder, por lo que la situación sin lugar a dudas no era nada favorable al ver como el rostro de la castaña cada vez se iba viendo en un peor estado.

—Magee-chan, sé que sueles tratar tus heridas sola, pero temo por mi vida en estos momentos, así que necesitamos llevarte...—se quedó helado ante la falta de posibilidades. —El hospital sin duda no es una opción, harán demasiadas preguntas y Mikey-kun es tu tutor, así que de ley le hablarán a él...—Takemicchi comenzó a murmurar y comerse las uñas.

Incluso si pudieran asistir a una clínica privada, los costos serían demasiado elevados para su misero sueldo de medio tiempo.

—Vamos, no es para tanto. —La castaña por su lado estuvo por empezar a minimizar la situación, sin embargo, ella misma recordó el hecho de que se le había prohibido ir por Baji, además de toda la vigilancia que Mikey empezó a ponerle de unos días para acá solo dejaba ver el deplorable estado que ya sufría su líder por ello, por lo que terminó quedándose callada. A eso sumarle que ella misma no se había visto pero sentía la cara hinchada y bastante adolorida... —Bueno chicos, tengan por seguro que les llevaré flores y su comida favorita a sus lápidas familiares. —Junto sus palmas y se inclinó, rezando por las almas próximamente difuntas de sus amigos.

—Tú, maldita...—La ceja del bicolor tembló mientras veía a su amiga casi prendiéndoles incienso en vida, sin embargo, aquello le duro poco cuando la idea más loca cruzó por sus cabellos y se fundió a su cerebro.

Y si los llevo con ella... sería matar dos pájaros de un tiro y el pájaro más importantes sin duda es saber que es ella para Mikey.

Chifuyu no diría nada, solo guiaría un poco las cosas, no dañaría a nadie y aquello casi pasaría como una simple casualidad de la que no podría ser culpado tan fácilmente.

—Bueno, el papá de mi vecina es Doctor, y que yo sepa se la pasa la mayor parte del tiempo sola y tiene conocimientos generales, además del instrumental de su papá. Podríamos ir ahí. —Menciono como si verdaderamente fuera una opción cualquiera y el interior dentro de él no estuviera gritando que por fin tendría un más grande acercamiento y contexto de la situación de su líder y aquella chica.

—¿De verdad? —Takemichi casi brincó en su lugar mientras ayudaba a su amigo a levantarse.

El rubio definitivamente no conocía a ninguna vecina de Chifuyu que pudiera hacer curaciones, aquello vaya que pudo haberle sido muy útil en la otra línea temporal. Por un momento pudo ponerse paranoico ante un nuevo cambio de circunstancias como cuando apareció la castaña alta. Sin embargo, resulto ser una tan buena aliada que en esta ocasión le emociono saber de una nueva. Aquella vecina sin lugar a dudas sonaba más como una salvación.