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7th Date? Or something like that
[🌻]

—Por Dios... —Jinsoul no terminaba de aceptar que había salido en una cita con Jungeun, no terminaba de aceptar que había perdonado a esa maldita chica que le causó un disgusto amoroso por más de tres años, y no terminaba de creer que lo estuviese disfrutando.

Se encontraba en el baño de McDonalds, mirándose en el espejo mientras se echaba agua en la cara. En realidad, ya llevaba ahí varios minutos, pensaba que las cosas habían sucedido muy rápido, y que su corazón le estaba jugando una broma muy grande.

Los sentimientos de la rubia eran extraños, no sabía qué pensar o qué emociones sentir. Era una especie de licuadora descompuesta, que nunca le daba la mezcla perfecta.

Debería sentise triste porque su relación con Hyunjin había terminado, pero cuando recordaba a Jungeun tanto en el pasado como en el presente, y también pensaba en las últimas salidas que habían tenido; lo único que provocaba en ella era nerviosismo y cuestionamientos sobre si la azabache besaba igual de bien que cuando lo hacía en la preparatoria

Por eso se mantenía firme frente al lavabo, y una señora junto con su hija la miraba raro.

—Eh, disculpe ¿podría darme permiso? —habló la mujer —. Necesito lavarme las manos...

—Oh, si claro. —debía enfrentarlo. Al fin y al cabo, esas citas eran una segunda oportunidad amistosa para la menor, no tenía porque preocuparse sobre cosas como el sabor de sus labios u olor corporal. Estaban en un McDonald's, el olor a hamburguesas y pies predominaba.

Jinsoul salió decidida y se dirigió a la mesa donde la otra se encontraba ayudando a su sobrina a abrir aquel juguete de su cajita feliz.

—¡Es Bulbasaur! —exclamó Yerim emocionada al tomar en sus manos aquel Pokémon. — ¡A Yeojin le encantará cuando se lo enseñe en la escuela!

La pequeña salió corriendo en dirección a los juegos, llevándose consigo el Bulbasaur.

—¡Recuerda cuáles son tus zapatos! —gritó Jungeun antes de verla irse por la puerta. Se tomó la frente en señal de notorio cansancio.

Pronto, Jinsoul se sentó en la silla del otro lado, soltando una risa cuando vio la desesperación de la azabache.

—Etiquetas —habló la rubia mientras comenzaba a abrir la envoltura de su hamburguesa, Jungeun la miró confundida, pues no sabía de lo que hablaba.

—¿Etiquetas? —cuestionó, levantando una de sus cejas.

—Para los zapatos —rió Jinsoul, mientras daba una mordida al pan —. Las ocupo con Yeojin, son muy útiles.

—Oh ¡etiquetas! —exclamó la más baja, soltando una carcajada. —. Bueno, en ese caso, le dire a mi hermana que compre una docena de esas. Yerim tiene la costumbre de intercambiar zapatos en la escuela... y en cualquier lugar que implique quitárselos.

—Espero que funcione —dijo Jin, manteniendo esa sonrisa con ella, pero ocultándola por un momento ante la repentina mirada fija de Kim. —... ¿hay algo en mi rostro? —cuestionó tímida, pues estaba comiendo algo que contenía lechuga, y esa cosa fácilmente podría atorarse entre sus dientes.

—¿Ser linda cuenta como algo? —respondió Jungeun, de manera coqueta.

Jinsoul rodó los ojos. Cuando la menor entraba en confianza ¿le daba por hacer piropos?

[8] Eight Dates • LipSoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora