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-and now?...

[🌻]

Su cabeza acababa de explotar.

Yeojin y ella se encontraban frente a la gran residencia, el Notario acababa de entregarle las únicas llaves, todo el papeleo y un apretón de manos... y en un abrir y cerrar de ojos: era dueña de una casa y Yeojin tenía más dinero que ella misma.

Los transeúntes en calle las rodeaban, pues ambas obstruían un poco la acera mientras se dedicaban a contemplar aquella vivienda.

—Creo que deberíamos tomarnos el tiempo de pensar un poco todo... esto. —habló por fin Jinsoul dando un vistazo a Yeojin.

—Más bien deberíamos entrar a ver. —dijo la menor, ignorándola casi completamente.

—Yeojin...-

La nombrada se aproximó a la puerta haciendo señas para que la otra se acercara también.

—¡Vamos, abre la puerta!

—No nos haría mal procesar todo esto antes de-

Fue de nuevo interrumpida cuando Yeojin tomó las llaves, las introdujo en la cerradura y así, finalmente abrió la puerta.

Era una casa bastante grande, mucho más grande que ese pequeño departamento donde vivían. Claro, todo estaba lleno de polvo y la mayoría de los muebles eran bastante viejos, cubiertos con mantas.

Si no tenía el dinero para comprar helados por gusto, mucho menos para arreglar una casa en esas circunstancias, de ese tamaño, en esos tiempos.

—Ugh. Hay demasiado polvo, por todas partes.

No sabía que hacer.

Era cierto que debía dos meses de renta, a tal punto que la dueña había advertido en hacerlas desalojar. Pero en realidad ¿dos meses de renta se comparaban con los gastos de esa casa?.

—Llamaré a Sooyoung. —mala en consejos, pero su único contacto confiable.

—¿Cómo rayos? —la morena obviamente estaba sorprendida, igual que ella

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—¿Cómo rayos? —la morena obviamente estaba sorprendida, igual que ella.

—No lo repetiré de nuevo –buscó a Yeojin con la mirada, esta se encontraba deambulando por el lugar, tocando curiosa todo a su paso. —, ni si quiera yo termino de comprenderlo.

—Aquí pudieron suceder varias cosas. Número uno: tu abuela era bipolar —levantó su dedo índice—, número dos: no estaba en sus cabales al escribir ese testamento —levantó otro dedo—, número tres: esta casa está embrujada...

Jinsol la miró con una expresión de incredulidad al escuchar lo último.

—Bueno tal vez no esté embrujada... —bajó el tercer dedo que había utilizado para enumerar sus hipótesis. —Pero ambas estamos de acuerdo en que esto es, bastante, bastante extraño.

—Obviamente lo es, y hasta aclarar las cosas, no pensaré que haré con esto.

—Digo, no es mal lugar para vivir. —continuó Sooyoung caminando, mirando a todos lados. —Es bastante grande. —recalcó lo último como si no fuese obvio.

—Lo último qué pasa por mi mente, es vivir aquí. —Jinsol levantó una de las sábanas que cubría un viejo sofá. —Debe ser bastante caro.

—En realidad... —la morena volvió su mirada a Jinsoul .—no resulta tan caro después de reparar los daños e instalar los servicios que necesitan.

La rubia iba a decir algo, pero Sooyoung siguió.

—Contando que tienes dos; casi tres meses, sin pagar la renta de tu departamento, y que están a punto de desalojarte. Considéralo una opción rubiesita.

Los ojos entrecerrados de Jung se posaron sobre la morena.

—No me digas que nunca leíste todos los avisos de advertencia. Los he recogido a lo largo de esta semana. —se cruzó de brazos. —Muy bien sabes que de algún modo, necesitabas conseguir; dinero u otro apartamento más barato. —equivocada no estaba.

—Es que, no es solo considerar vivir aquí. Podría venderla, rentarla... yo que sé.

—Míralo así; tu Jinsol, en un futuro tendrás una familia, no será sólo Yeojin. Tal vez ni siquiera Yeojin esté aquí cuando te cases. —¿con que saldría Sooyoung ahora?. —A lo que voy; es que, si conservas este lugar, puedes aprovecharlo de uno u otro modo.

—No lo sé... —¿pero de que hablaba?. —Ni siquiera pienso casarme.

—Ni salir con alguien, por lo que veo.

—¿De nuevo con eso?.

—Por más que trato, no te comprendo. —al parecer, que la rubia no tuviese vida amorosa, si que afectaba un poco a Sooyoung. —No quiero que seas vieja, y mueras sola, ¿sabes?.

—Ha, tengo veinte años.

—El tiempo pasa volando... —insistió. —Que tal si te conviertes en alguien como tú abuela. Odiosa y regañona, que odia a las personas.

—¿Por qué de repente hablamos de esto?. —Jinsol se llevó una mano a la frente.

—Esta casa puede ser una señal. —volvió a suponer Sooyoung. —Y aunque aún no descarto por completo el hecho de que esté embrujada... puede que sea un indicio de que necesitas un cambio.

—¿Ajá?, ¿qué clase de cambio?.

—Vida amorosa. —oh vaya que esto estaba saliéndose de control. —Quiero decir, Jinsol, necesitas a alguien. Míralo así, esta casa es vieja, grande y polvorienta. Tú, tienes veinte años y estás oxidada en el amor.

—Eso ni siquiera se relaciona.

—¿Qué piensas hacer de tu vida cuando estés sola? —repitió. —Si no escuchaste, Yeojin no vivirá contigo toda su vida.

—Lo sé, y lo sabía. —suspiró, se cruzó de brazos y finalmente, terminó por recargarse en la polvorienta pared. —No quiero citas. Prefiero centrarme en mi hermana y en mi antes de terceras personas.

—No pienso presionarte. Pero la soledad no es bonita.

—Para eso están las mascotas. —Jinsol soltó una pequeña risa ante su propio comentario. —Cuando no haya nadie; conseguiré muchos gatos y un pez. Fin de la discusión.

Que Sooyoung fuese una casamentera y buena en citas, no significaba que ella también debía serlo.

Además no tenía tiempo...

Además no tenía tiempo

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[8] Eight Dates • LipSoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora