12

5 3 6
                                    

El rugby era un deporte de lo más complejo, como un ajedrez humano, cada jugador era una pieza con una función que debía ejecutar para que el trabajo colectivo saliese a la perfección. La compenetración de los jugadores era algo admirable, aunque pareciese fácil era obra de numerosas horas de entrenamiento y dinámicas de grupo como le explicó Nick.

Requería mucha disciplina, fortaleza, precisión, esfuerzo e inteligencia.

Nadia se dio cuenta que mantenía tan enganchado a los espectadores porque era impredecible.
Nick observaba a su acompañante con disimulo, parecía una niña viendo su película favorita, apenas pestañeaba, estaba muy concentrada. Se mordía el labio inferior cuando estaba nerviosa, de vez en cuando le miraba esbozando una sonrisa radiante, dejando entrever unos dientes blancos perfectamente colocados.
Sus gestos desprevenidos le inspiraban ternura y dulzura al mismo tiempo.

 Sus gestos desprevenidos le inspiraban ternura y dulzura al mismo tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Qué te ha parecido el partido?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- ¿Qué te ha parecido el partido?

-No ha estado mal.

- ¿ Solo eso? ¡Serás embustera! Ni has parpadeado.

- Vale, vale. No es que sea mi deporte favorito, pero es pasable.

-¿Tanto te cuesta admitir que el rugby es un deporte increíble?

- De acuerdo...Estaba equivocada. Es entretenido.

- ¿Repite?

- No seas bobo.

- Ven, vamos a tomar algo.

- Dijiste ver el partido solo.

- Ya pero un día de partido no es día de partido sin una celebración. Hemos ganado y hay que celebrarlo.

̶ Eso no lo mencionaste en ningún momento.

̶ ¿Cómo piensas volver? Yo me iré a tomar algo con o sin ti.

Nadia refunfuñó.

̶ ¿Entonces?

̶ No me queda otra.

̶ Conozco un sitio increíble que tienen de todo y está aquí al lado.

̶ Podemos quedarnos en el bar de aquí.

̶ Si es lo que quieres...

El bar estaba repleto de aficionados celebrando la victoria. Se metieron entre la multitud y llegaron hasta la barra, esperaron unos minutos hasta que un camarero les atendió. Nick quiso invitar, pero Nadia fue más rápida en entregar el dinero.

Cuando las bebidas estuvieron listas, salieron a la terraza en busca de una mesa para sentarse., estaba todo ocupado así que Nadia decidió sentarse en un jardincito que había al lado del bar.

̶ Dime ¿Por qué rugby? ̶ preguntó la joven.

̶ Porque es algo que me une a mi padre. Desde muy pequeño me contaba historias de cuando él era joven y jugaba. Me lo transmitía con tanto cariño que también empecé a amarlo. Con seis años me apuntaron al equipo del colegio y desde entonces no sé vivir sin este deporte, es el motor de mi vida. Es juego, libertad y terapia para mí. No existen momentos malos, da igual si he tenido un mal día, si todo ha sido un desastre, juego y se me pasa. Me imagino que a ti te pasa lo mismo con la música.

̶ Si.

̶ ¿Cómo empezaste?

̶ La música vino a mí. Mi madre dice que era lo único que me calmaba, podía tirarme una hora sin moverme. A los ocho años me apuntaron a piano y no me costó nada aprender a tocarlo, era como si mis dedos tocasen solos.

̶ Algo innato, hay gente que tiene un don, que ha nacido para eso. Es muy bonito encontrar algo que te apasione y encima puedas practicarlo. ¿Solo tocas el piano?

̶ El violín también.

̶ Yo toco la flauta, bueno, tocaba, me la quitaron porque hacía que los oídos de la profesora sangrasen.

Nadia se echó a reir.

̶ ¿Qué quieres hacer cuando termines este año? ¿Te meterás en la empresa de tu padre?

̶ No. Me encantaría poder dedicarme al rugby. La universidad si tienes una de las mejores notas y ven que vales para jugar en equipos de categoría, se ponen en contacto con ojeadores. Por eso doy el dos mil por ciento de mí.

̶ Tu eres don perfecto, puedes hacer lo que quieras. Tienes una vida perfecta, si suspendieses tampoco pasaría nada.

̶ Créeme Nadia si te digo que mi vida no es sencilla.

̶ No creo que tu vida sea más difícil que la de aquellos que tus amigos amargan. Tú tienes voz y voto en la universidad, en cambio otros ni existen y se pasan años siendo invisibles, ignorados y en ocasiones humillados.

̶ Yo no humillo a nadie, en la vida lo he hecho.

̶ Pero tus amigos si y tú que puedes evitarlo no haces nada para impedirlo.

̶ Las cosas no son tan fáciles, muchas veces es mejor cerrar los ojos.

̶ Prefiero no seguir hablando del tema. ¿Nos vamos a casa?

Bailando bajo las estrellas ( tituló temporal )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora